MADRID, (EUROPA PRESS).- El secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró que es necesario silenciar las armas y acelerar las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania para acabar con la crisis tridimensional --alimentaria, energética y financiera-- que está provocando el conflicto en los países y economías más vulnerables del mundo.

Guterres ha incidido en que "la guerra debe terminar" y ha señalado que "el pueblo de Ucrania no puede soportar la violencia que se le inflige". El secretario general de la ONU ha dicho, además, que "las personas más vulnerables no pueden convertirse en daños colaterales".

Todo esto llega en un momento en que los países en desarrollo ya están luchando con una serie de desafíos que no han creado: la pandemia de COVID-19, el cambio climático y la falta de acceso a recursos adecuados para financiar la recuperación en el contexto de una creciente y persistente desigualdades", agregó Guterres.

En este sentido, ha dicho que esta "tormenta perfecta amenaza con devastar las economías de muchos países en desarrollo". Guterres ha señalado que hasta mil 700 millones de personas, un tercio de las cuales ya vive en la pobreza, están expuestas a las interrupciones en los sistemas alimentarios, energéticos y financieros.

Guterres explicó que todos estos factores han puesto en marcha un "círculo vicioso de inflación", la llamada estanflación, y ha dejado claro que existe "una correlación directa" entre el aumento de los precios y la inestabilidad social.

"36 países cuentan con Rusia y Ucrania para más de la mitad de sus importaciones de trigo, incluidos algunos de los países más pobres y vulnerables del mundo. Los precios ya estaban subiendo, pero la guerra ha empeorado mucho la mala situación", ha ejemplificado el secretario general de la ONU.

Asimismo, alertó de que los precios del petróleo han subido más del 60 por ciento durante el año pasado, acelerando las tendencias predominantes, y que los precios del gas natural han subido un 50 por ciento en los últimos meses.

Según ha explicado, a medida que suben los precios y las economías del mundo se ahogan en deudas --con los rendimientos de los bonos subiendo--, también lo hacen el hambre y la desnutrición, especialmente entre los niños pequeños.

RECOMENDACIONES DE LA ONU

"Eso significa garantizar un flujo constante de alimentos y energía a través de mercados abiertos. Significa levantar todas las restricciones de exportación innecesarias, y este no es el momento para el proteccionismo", ha indicado.

De esta manera, Guterres ha subrayado que es fundamental "dirigir los excedentes y las reservas a los necesitados", así como "mantener un control sobre los precios de los alimentos y calmar la volatilidad en los mercados de alimentos".

"Los países deben resistir el acaparamiento y liberar existencias estratégicas y reservas adicionales (...) debemos trabajar para eliminar progresivamente el carbón y otros combustibles fósiles y acelerar el despliegue de energías renovables y una transición justa", recordó.

Por todo ello, Guterres ha pedido "voluntad política y liderazgo" y "soluciones globales y sistémicas" para sacar a los países en desarrollo del abismo financiero", según ha recogido un comunicado de Naciones Unidas.