MADRID (EUROPA PRESS).- Varios líderes políticos de América Latina se han sumado este sábado a las condolencias mundiales por el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, cuya abdicación en 2013 abrió precisamente las puertas del Vaticano al primer Pontífice latinoamericano, el argentino Francisco.

Desde Brasil se pronunciaron tanto el presidente electo, Luiz Inacio Lula da Silva, como el saliente, Jair Bolsonaro. Este último destacó que Benedicto XVI "deja un legado inmenso para la Iglesia católica, para todo los cristianos y para la humanidad".

Lula, por su parte, expresó su "tristeza" en un mensaje en Twitter en el que recordó la visita que el difunto papa realizó a Brasil en 2007. "Tuvimos la oportunidad de hablar sobre su compromiso con la fe y las enseñanzas cristianas", declaró.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se mostró "conmovido" por la noticia: "Envío mis sentimientos de pesar y los del pueblo ecuatoriano al Papa Francisco y a todos los católicos del orbe".

También el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se unió "al duelo que embarga a la Iglesia Católica", con un comunicado en el que su gobierno exaltó la labor de Benedicto XVI como "intelectual y teólogo", así como "impulsor del diálogo interreligioso" y de "la construcción de un mundo más equitativo y justo".