Estados Unidos
Biden rechaza estar llevando a Estados Unidos hacia la izquierda
Al cumplir su primer año como presidente de Estados Unidos, Joe Biden rechazó estar llevando a su país a la izquierda, y puso en duda los sondeos que le adjudican baja popularidad.WASHINGTON (apro).– En el preámbulo de su primer año como presidente de Estados Unidos, Joe Biden rechazó estar llevando a su país a la izquierda, expresó su incredulidad sobre los sondeos que le atañen impopularidad y destacó avances económicos y en la lucha contra el covid-19.
En una conferencia de prensa que duró casi dos horas en el Salón Este de la Casa Blanca, Biden respondió a distintos cuestionamientos sobre sus primeros 12 meses en el Poder Ejecutivo, que se cumplen este jueves 20 de enero, tras derrotar a Donald Trump en los comicios de 2020.
“Soy un optimista, sé lo que prometí, estamos en una situación complicada en la que hemos logrado grandes avances pese al covid-19, todo está cambiando para bien”, dijo Biden tras reconocer que Estados Unidos sigue padeciendo una incisión social e ideológica por Trump.
“Los mejores días de este país están por venir”, prometió el presidente estadunidense al mostrarse positivo no obstante a la problemática económica en su país, ligada a los efectos de la pandemia, el incremento de la inflación y su descrédito ante los electores que la achacan sondeos.
“No creo en las encuestas”, se limitó a responder Biden cuando se le cuestionó sobre las encuestas realizadas por diferentes medios de comunicación, que en promedio le dan un 48% en el nivel de aprobación sobre su trabajo como presidente.
Cuando una de las preguntas que se le hicieron se refirió a una encuesta en la que se indica que el 49% de los electores registrado en el padrón electoral lo considera como “incapacitado” para ejercer la Presidencia, Biden reviró con un “lo ignoro”.
El presidente argumentó que su nación enfrentó grandes retos, pero al mismo tiempo se han dado avances significativos, como el hecho de que millones de estadunidenses se han reintegrado al sector laboral.
Sobre este tenor, el primer mandatario indicó que en los últimos 12 meses en su país aumentó en un 30% la apertura de nuevos negocios y que se incrementó notablemente el ingreso a un 40% de la población que antes padecía contracciones económicas.
Estimó que, con su proyecto presupuestal, pendiente de aprobación en el Congreso federal y conocido como “construyendo mejor”, se abrirán nuevas plazas de trabajo y habrá avances macroeconómicos al verse beneficiados los grandes proyectos de infraestructura.
Acusando a los republicanos del Capitolio de tener secuestrado su proyecto de gastos por intereses políticos y no ver por la nación, el presidente Biden declaró con la construcción y renovación de aeropuertos, carreteras, vías férreas y puentes, habrá empleo y mejorará la macroeconomía y microeconomía.
“Nos estamos preparando para el futuro, más allá de la pandemia, covid-19 y ómicron nos reta de una manera difícil, es el nuevo enemigo, no es causa de pánico, pero sí de preocupación”, indicó.
De la lucha contra el coronavirus y sus variantes, Biden insistió en que la mejor manera de contener la expansión de contagios y decesos es con la vacuna y la inoculación de refuerzo.
“El 75% de los estadunidenses están completamente vacunados, 35 millones no tienen una sola vacuna, 9 millones de personas se inmuniza cada semana, la inoculación funciona, háganlo y pónganse la de refuerzo”, machacó el presidente de Estados Unidos.
A un año de su llegada al poder, Biden tiene a un país apretado económicamente hablando debido al alza en los precios de los productos, servicios y bienes que pegan directamente al bolsillo del consumidor y las perspectivas de crecimiento y laborales.
Con una tasa de inflación anualizada de 7% y un incremento mensual promedio de 0.5% en este mismo casillero, las perspectivas macroeconómicas inmediatas en Estados Unidos y por ende en el mundo no son tan alentadoras como las observa Biden.
Por ello, y aunque recordó que es una entidad autónoma, el presidente de Estados Unidos exhortó a la Reserva Federal (Banco Central) de su país a hacer ajustes a la política monetaria para contener el crecimiento de la burbuja inflacionaria.
“Hay que recalibrar, el respaldo es necesario; claro, respetando la autonomía de la Reserva Federal”, sustentó Biden en alusión directa a que el Banco Central dicte en el primer trimestre de 2022 un aumento a las tasas de interés de préstamos interbancarios a corto plazo.
El aumento en costo de la vivienda, los automóviles, los alimentos, la ropa y los combustibles, Biden los colocó como la contracción macroeconómica directa a los efectos de la pandemia a la cadena de suministros en términos de la logística de transporte y cierre de negocios
“Si el Congreso aprueba mi proyecto de gastos bajará el costo de las medicinas, de mil dólares al mes, la gente gastará 350 en medicamentos, disminuirá el precio de los combustibles sin la necesidad de aumento un solo centavo a quienes ganan menos de 400 mil dólares al año”, afirmó.
El presidente estableció que la problemática inflacionaria es la acumulación de errores en la política económica de la última década y obviamente a los que también se desprendieron de la pandemia del coronavirus que azota a todo el mundo.
“Soy un capitalista, un capitalismo sin competencia es explotación”, proclamó Biden, que prometió tres cosas: uno, salir de Washington para explicar a la ciudadanía qué es lo que está haciendo y hará para mejorar la situación económica.
“Dos, buscaré la asesoría de expertos, en la academia, de editorialistas y centros de pensamiento, de una crítica constructiva y su influencia en las decisiones que tomemos para bien del país”, apuntó el presidente.
Como tercer punto, prometió involucrarse profundamente con la sociedad estadunidense para exponer las opciones en las elecciones de medio periodo a celebrarse en noviembre de este año, de las que expuso no están libre de cualquier manipulación.
“No estoy llevando al país a la izquierda, a menos que lo consideren así al hecho de estar buscando los fondos para combatir el covid-19, para beneficiar a la clase trabajadora y la infraestructura, no soy Bernie Sanders, no soy un socialista… soy un demócrata”, remató Biden.