CIUDAD DE MÉXICO (apro). – El director de la Oficina de Prensa de El Vaticano, Mateo Bruni, informó que el Papa Francisco visitó la tienda de discos Stereosound, en el centro de Roma, para bendecir el recién remodelado lugar, junto a la dueña, Letizia, su hija y su yerno. Ellos le regalaron un disco de música clásica de vinil de 33 rpm.

De acuerdo con el portal Vatican News, el Papa llegó en su automóvil y pasó alrededor de 10 minutos dentro del negocio, saludó a la propietaria y sus acompañantes.

Los presentes, principalmente jóvenes, grabaron la salida del Papa con sus teléfonos inteligentes, mientras bromeaban sobre el tipo de música que le interesaría a Francisco.

Se asomaron por las ventanas, mientras el Papa bendecía a la dueña, Letizia, a su hija y a su yerno.

“La hija entregó al Papa un regalo envuelto en papel azul: un disco de música clásica de 33 rpm”, señaló.

En cuanto el Papa subió a su automóvil alguien gritó: “¡Santo Padre, Santo Padre!”, la tienda bajó rápidamente la persiana y doña Letizia no quiso hacer ninguna declaración, salvo explicar, brevemente, que el Papa “es un viejo cliente” que frecuenta la tienda desde que era cardenal de Buenos Aires y que la visita de hoy fue “hermosa y llena de humanidad”.

La persona que le gritó al Papa afuera de la tienda era el director de la agencia internacional de noticias para la televisión Roma Reports, Javier Martínez-Brocal, quien vio a Francisco mientras caminaba por esa calle.

En su narración para el periódico español ABC, contó que alrededor de las siete de la tarde, el Papa llegó en un Fiat 500L color blanco a la puerta de la veterana tienda de discos Stereosound. Él pasaba por ahí y se topó con el pontífice en persona. Lo vio cuando entró al lugar y lo esperó en la puerta, pese a que las puertas de cristal fueron cerradas y se impidió el paso a la gente.

El Papa se tardó en salir “poco más de 12 minutos”, bendijo a una señora, la veterana propietaria, a su hija y a su yerno. Las escuchó. La hija sacó un paquete envuelto en papel color azul. De acuerdo con su versión, se trató de un CD.

“El Papa es un antiguo cliente. Venía ya en sus tiempos de sacerdote. Y luego como arzobispo. Cuando lo eligieron fuimos a saludarlo y nos prometió que vendría, y hoy lo ha hecho. Es una gran persona. Ha sido una visita de gran humanidad. Ha cumplido su promesa. Eso sí que puede contarlo”, contó la señora.

Cuando se le preguntó si el pontífice compró algún disco, ella respondió: “Puede decir que le hemos regalado un CD de música clásica, pero no le diré nada más” y le cerró la puerta.