Pegasus Project
Tras relevación de Pegasus Project, Snowden pide prohibir venta de software espía
El exagente subraya que no es ninguna novedad que empresas vendan tecnología de espionaje a gobiernos, pero la potencia intrusiva de sus herramientas ampliaron mucho la dimensión de los agravios, principalmente en los abusos.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Edward Snowden, el exagente de la Agencia Nacional de Seguridad estadunidense (NSA), quien en 2013 reveló al mundo la existencia de una programa de espionaje masivo y global operado por el gobierno de Estados Unidos y sufrió una intensa campaña de persecución que le obligó a refugiarse en Rusia, dice que la investigación global Pegasus Project muestra que la única razón por la que la empresa NSO Group desarrolla sus software espías “no es para salvar vidas, es para hacer dinero”.
“Debemos parar esto. La inacción ya no es una opción. Si no haces nada para detener la venta de esta tecnología, ya no van a ser solamente 50 mil objetivos, van a ser 50 millones de víctimas, y va a ocurrir mucho más rápido que lo que la mayoría de nosotros podría pensar”, advierte, pues sostiene que la solución no debería ser la de abandonar su teléfono, sino para estas empresas, las cuales “son extremadamente depredatorias, y las presas somos nosotros, colectivamente, el nosotros global”.
Pegasus Project, proyecto colaborativo internacional en que participaron 17 medios en 10 países --entre ellos Proceso-- revela que los gobiernos de más de 10 países, entre ellos el de Enrique Peña Nieto, en México, espiaron masivamente a periodistas, defensores de derechos humanos y opositores políticos con el spyware Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group.
Entrevistado por The Guardian “en caliente”, escasas horas después de la publicación de los primeros hallazgos de la investigación global –a la que definió como “una de las filtraciones más importantes” en años recientes--, el exagente opina que algunos de los países que hicieron mal uso de Pegasus “son muy agresivos”, y toma el ejemplo de México, donde “vemos periodistas, vemos funcionarios de gobierno, vemos figuras de oposición, vemos defensores de derechos humanos; ¡Es terrible!”.
La investigación se basó en la filtración de más de 50 mil registros telefónicos que clientes de NSO Group ingresaron a sus plataformas Pegasus, a la que tuvieron acceso Forbidden Stories y Amnistía Internacional; durante meses, más de 80 periodistas analizaron, verificaron y cruzaron los datos, e investigaron a detalle el funcionamiento de Pegaus y NSO Group.
“El Pegasus Project revela que NSO Group es realmente representativo de un nuevo mercado del malware, en el cual es un negocio con fines de lucro. No les importa la ley, no les importan las regulaciones; lo venden a quién sea un cliente de confianza, a con quien puedan y piensan que no los van a descubrir”, subraya Snowden, al afirmar que la industria que busca fallas en aplicaciones para instalar spyware en celulares “no debería existir”.
“¿Qué puede hacer la gente contra armas nucleares? ¿Qué puedes hacer para protegerte de una guerra química o biológica? Hay ciertas industrias, ciertos sectores contra los cuales no existen protecciones, y por ello tratamos de limitar la proliferación de estas tecnologías. No existe un mercado comercial para armas nucleares. No existe un mercado comercial para armas biológicas o químicas. Pero cuando toca a estos vectores de explotación virulentos, no estamos hacienda nada. Debemos parar la ventar de este tipo de tecnología de intrusión”, asevera.
“No son productos de seguridad. No proveen ningún tipo de protección, ningún tipo de profiláctico. No producen vacunas. La única cosa que venden es el virus. Y en mi opinión, decir que solo lo venden a gobiernos no lo hacen mejores, sobre todo cuando ves quiénes han sido los blancos”, insiste y abunda: “ya no son ingenieros, son infeccioneros, están creando las vías para causar una enfermedad en los aparatos, buscan debilidades, puntos de entrada sin vacuna”.
Snowden refrenda que Pegasus da una nueva dimensión a la idea según la cual un celular es un “espía en tu bolsillo”, pues si bien los gigantes tecnológicos como Facebook espían a sus usuarios para venderles productos, los spyware como Pegasus “toman el control total del teléfono, y lo usan en contra de la persona que lo compró, pagó por ello, pero ya no es su dueño real”.
“La cosa es que estos teléfonos son clones. Todos los iPhone del mundo usan el mismo sistema operativo; entonces si encuentran la forma de hackear un iPhone, encuentran la forma de hackearlos a todos. Y es que lo hacen, es lo que venden. Es un ataque consciente, intencional contra infraestructura crítica en la que todos dependemos”, sostiene.
Snowden subraya que no es ninguna novedad que empresas vendan tecnología de espionaje a gobiernos, pero la potencia intrusiva de sus herramientas ampliaron mucho la dimensión de los agravios, principalmente en los abusos. Así, si bien en el espionaje de décadas anteriores se podía colocar micrófonos o cámaras en una casa, se trataba de un proceso costoso en tiempo, recursos humanos y recursos financieros.
“Pero si pueden hacer lo mismo a distancia, a bajo costo y sin riesgo, empiezan a hacerlo todo el tiempo, contra todo el mundo e incluso contra quiénes solo son de escaso interés; y esta es la razón que exhibe la lista de 50 mil personas acechadas. No puedes poner micrófonos en 50 mil casas. Simplemente no hay especialistas suficientes para hacerlo. Pero cuando lo pueden hacer a través de lo que hay en tu bolsillo, lo van a hacer”.
Snowden afirma que, en caso de que estas empresas no existieran, los gobiernos estarían obligados en invertir para desarrollar sus propias herramientas, que serían costosas e ineficientes. “Pero es lo que queremos”, insiste.
En su opinión, empresas como NSO Group “no buscan vender algo; ponen personas a la cárcel, los hacen asesinar; a lo mejor no lo dicen directamente, pero dan las herramientas a los gobiernos que los usan para ese propósito, y lo saben”.
En el transcurso de la entrevista, realizada por Paul Lewis, el exagente denuncia la hipocresía de NSO Group, que argumenta que solo vende a gobiernos.
“Dicen que es para detener los crímenes, pero se usa todos los días, en muchos países diferentes, para espiar personas que no son objetivos legítimos”, dice Snowden, y critica que la empresa siempre se defiende afirmando que cualquier mal uso del programa culpa del cliente, pues ella no se entera sobre la identidad los objetivos de Pegasus.
Toma el ejemplo del asesinato del periodista y disidente saudita Jamal Kashoggi: “han dicho, ‘no, no tuvimos nada que ver con esto, hicimos una investigación y encontramos que nuestros productos no fueron usados’. ¿Cómo pudieron saberlo, si no saben quiénes son los objetivos de sus clientes usuarios de Pegasus?”.
“O saben quiénes son espiados por el software y entonces son responsables de los abusos, porque lo ven y no hacen nada (…) o no saben quiénes son acechados, y ello quiere decir que su negación en el asesinato de Kashoggi fue una mentira de la más cínica”, añade.