GUANAJUATO, Gto., (apro).- La estrategia de la candidata de izquierda Xiomara Castro, ganadora de las elecciones presidenciales de Honduras el 28 de noviembre, estuvo basada “en una campaña democrática, constructiva, cercana y afectiva”, dijo el consultor político Luis Costa Bonino, quien fue partícipe en este proceso con la primera mujer que ocupará la presidencia de ese país.

Castro, representante del partido Libertad y Refundación (Libre) y esposa del expresidente Manuel Zelaya (quien fue derrocado en un acto golpista en el 2009) triunfó sobre el actual mandatario Juan Orlando Hernández, quien durante 12 años gobernó desde el conservadurismo ese país.

Yo creo en la efectividad de las campañas constructivas y democráticas, de "hacer el amor y no la guerra". El triunfo de Xiomara Castro y mi consejo estratégico, probaron otra vez la efectividad de mi opción por las campañas electorales "democráticas" y no por las negativas que, sin embargo, siguen teniendo amplia fama”, señaló Costa Bonino, consultor uruguayo que en 2012 asesoró al presidente Andrés Manuel López Obrador en la campaña presidencial.

En una entrevista desde París, Costa Bonino resaltó las alianzas políticas tejidas en torno a la candidatura de Xiomara Castro como factores que contribuyeron a su triunfo, en primer lugar la que logró con el otro candidato presidencial de la izquierda, Salvador Nasralla, así como con otros candidatos de varios partidos para las alcaldías de las dos ciudades más grandes, Tegucigalpa y San Pedro Sula.

“En segundo término -explicó Costa- (fue) una campaña democrática, cercana y afectiva, que desarmó los temores de que Xiomara Castro trajera un gobierno de izquierda antidemocrática”.

Como tercer elemento, cita el desprestigio e ilegitimidad del gobierno saliente, del presidente Juan Orlando Hernández.

El día de la elección, cuando ya se avizoraba su triunfo, Xiomara Castro habló de formar un gobierno “de reconciliación, de paz y de justicia”, así como de que iniciaría un proceso para garantizar una democracia participativa.

Esto corresponde al tono de la campaña, en cuya estrategia colaboró Luis Costa, quien se mantuvo en contacto con el coordinador general de la campaña, Mel Zelaya y con Héctor Zelaya, hijo de la candidata y jefe de la campaña.

En las directrices para el último mes de la campaña de la ahora presidenta electa, se explican las directrices seguidas en lo que Costa define como “un momento histórico muy peculiar latinoamericano”: además de dirigirse específicamente al electorado indeciso, sin militancia o desinteresado en la política -sobre el que podría influirse en vísperas de la votación- se perfiló que el triunfo de Castro resultaría de la unión del pueblo hondureño para desalojar del poder a un gobierno ilegítimo.

“En esta campaña el objetivo era construir una gran coalición para sacar del poder al gobierno ilegítimo de Juan Orlando Hernández, y había que ser inclusivos y centrarse en valores como el de unión y no de confrontación. Y tener una actitud positiva hacia la diversidad política”, explicó Costa Bonino.

El asesor se refirió a los mensajes positivos emocionales desplegados en la campaña de la presidenta electa, similares a la estrategia que diseñó para el presidente Andrés Manuel López Obrador en el 2012, en la que habló ampliamente en entrevista publicada en el número de Proceso actualmente en circulación.

Con estos mensajes, se presentó a Xiomara Castro como una candidata que construía “una gran victoria y un gran futuro para Honduras; abrazo por abrazo, sonrisa por sonrisa, afecto por afecto”, así como la esperanza de un futuro con seguridad, tranquilidad y más oportunidades.

Esta estrategia, concluyó Luis Costa, “le haría mucho bien a la democracia de América Latina”.