WASHINGTON (apro) – Los efectos negativos en materia macroeconómica por el covid-19 y su variante Delta, influyeron para que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos tuviera un nivel de crecimiento anualizado de 2% durante el tercer trimestre de este año.

El Buró de Análisis Económico del Departamento de Comercio, dio a conocer que el nivel porcentual de crecimiento del tercer trimestre de 2021 fue apenas 2%, lo que en comparación con los tres meses anteriores representó una reducción del 4.7% en el desarrollo del PIB.

Las nuevas estadísticas macroeconómicas dadas a conocer por el gobierno del presidente Joe Biden, exponen que aún con la campaña nacional de vacunación contra covid-19 y sus variantes, los efectos de la pandemia en pequeños y medianos negocios sigue siendo devastadora.

La propagación de la variante Delta durante el verano de este año causó el cierre de pequeños negocios, sobre todo en la industria restaurantera y de tiendas comerciales, lo que a su vez implicó retroceso en la productividad con golpes negativos para el mercado laboral.

La exigencia federal de que negocios y empresas con más de 100 empleados exijan a estos estar vacunados contra covid-19 como requisito para poder laboral, de acuerdo con el Buró de Análisis Económico, influyó negativamente en el desarrollo del PIB.

No obstante, el retroceso de 4.7% en el desarrollo macroeconómico de los últimos tres meses en Estados Unidos, el gobierno de Biden por medio del Departamento de Comercio sostuvo que la proyección del PIB al concluir el 2021 será de 6% en promedio anualizado.

El vaticinio positivo que hace el Buro de Análisis Económico para el PIB anualizado de 2021 se da por los reportes que se tiene sobre la productividad en lo que va de este mes de octubre que indica un aumento del 3.6% en el consumo nacional de bienes y servicios.

El presidente Biden sostiene que el empuje al proceso macroeconómico por encima de los efectos de la pandemia, ocurrirá cuando el Congreso federal apruebe su proyecto de ley presupuestal y de inversión en infraestructura que implica poco más de tres billones de dólares.