MADRID (EUROPA PRESS).– El Senado de Estados Unidos confirmó este martes el nombramiento de Antony Blinken como nuevo secretario de Estado.

El nombramiento de Blinken salió adelante con 78 votos a favor y 22 en contra. Con la confirmación de Blinken, el presidente Joe Biden ya cuenta con varios miembros clave de su equipo de seguridad nacional.

Su directora de Inteligencia, Avril Haines, ya obtuvo su confirmación el pasado miércoles, el día de la investidura del mandatario, mientras que su secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue confirmado el viernes.

La comisión de Seguridad Nacional del Senado dio luz verde a Alejandro Mayorkas como nuevo secretario de Seguridad Nacional, por lo que se espera que el Senado vote su confirmación esta semana, según informó la cadena de televisión CNN.

Durante su audiencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, Blinken aseguró que la nueva administración contará con los republicanos para mejorar la situación del país en el extranjero y trasladó su intención de tener en cuenta la opinión de los republicanos en materia de política internacional, una clara alusión a la postura unidireccional del extitular del cargo, Mike Pompeo.

Blinken también se refirió a los "desafíos" que plantea Rusia, reafirmó su intención de volver a incluir a Estados Unidos en el pacto nuclear con Irán, que el expresidente Donald Trump abandonó en 2015 y apuntó a "revisar" todos los movimientos y políticas que se han llevado a cabo hasta ahora con respecto a Corea del Norte.

En cuanto a China, el nuevo secretario de Estado elogió algunas de las políticas de la administración Trump, llegando incluso a aplaudir “el enfoque más rígido” que el exmandatario mostró hacia el país asiático.

Por último, afirmó que tanto él como Biden coinciden en que “la mejor vía” y “quizás la única” para lograr una salida pacífica al conflicto entre Israel y Palestina es la solución de “dos estados”.

Blinken, de 58 años, trabajó como asesor de seguridad nacional de Biden entre 2009 y 2013, y comenzó su carrera en el Departamento de Estado en la década de los 90, durante la administración de Bill Clinton.