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Categoría 1 en seguridad aérea beneficia a aerolíneas, pero no a aeropuertos: Moody’s
La recuperación de la Categoría 1 de México en seguridad aérea beneficiará los planes de negocios de las aerolíneas, pero el efecto será “neutro” para los grupos aeroportuarios, estimó Moody’s Investors Service.CIUDAD DE MÉXICO (apro).— La recuperación de la Categoría 1 de México en seguridad aérea, por parte de la Administración de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), beneficiará los planes de negocios de las aerolíneas, sin embargo, el efecto será “neutro” para los grupos aeroportuarios, previó Moody’s Investors Service.
En un reporte, la agencia calificadora aseguró que el anuncio es positivo para el crédito de las aerolíneas mexicanas con sólidos negocios internacionales, particularmente Aeroméxico y Volaris.
Explicó que Aeroméxico tiene una sólida cartera de nuevos aviones pedidos y un periodo más largo bajo el estatus de Categoría 2 le habría impedido lograr su plan de negocios.
En 2022, Aeroméxico sumó 19 Boeing MAX y un B787-9, conocido comercialmente como Dreamliner y firmó acuerdos para recibir 24 MAX adicionales y cuatro nuevos Dreamliners.
Por su parte, Volaris dijo a principios de 2023 que se estaba preparando para redesplegar alrededor de 5% de su capacidad total desde el mercado interno mexicano al mercado transfronterizo de Estados Unidos en el cuarto trimestre de 2023, un esfuerzo que el cambio de estatus ayudará a posibilitar.
Eso no es todo, la firma espera que las aerolíneas estadunidenses reactiven sus asociaciones con las mexicanas, para potenciar la presencia internacional de estos últimos.
De hecho, la americana Delta Airlines tiene una asociación con Aeroméxico y Frontier Airlines con Volaris.
Efecto neutro en aeropuertos
El panorama para los grupos aeroportuario es diferente al de las aerolíneas con la recuperación de la Categoría 1.
Según la calificadora, el restablecimiento de la calificación de seguridad aérea de México Categoría 1 es “neutral” desde el punto de vista crediticio para los aeropuertos del país, ya que el cambio de estatus no aumentará significativamente el tráfico de pasajeros.
“El sector se ha beneficiado de una fuerte demanda de viajes que ha sido atendida por ya sea líneas aéreas locales o internacionales. La mayoría de los aeropuertos mexicanos se han recuperado completamente e incluso superó los niveles de tráfico anuales prepandemia en 2022”, explicó.
Por ejemplo, en el caso del Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) continúa una recuperación gradual con 17.8 millones de pasajeros atendidos de enero a agosto de 2023, equivalente al 97% del mismo periodo de 2019.
Sin embargo, apuntó Moody’s, el aeropuerto ya enfrenta una alta congestión y carece de capital plan de inversión para abordar estas cuestiones, lo que limita su capacidad para dar cabida al crecimiento orgánico de pasajeros a largo plazo.
En cambio, las autoridades mexicanas de aviación anunciaron en septiembre de 2023 un nuevo conjunto de restricciones de vuelo, reduciendo su límite de operaciones de vuelo por hora a 43 de 53, a partir de 2024.
“Si bien esta reducción por sí sola no reducirá los índices de cobertura del AICM por debajo de 2.0 veces, una intervención pondría a prueba su calidad crediticia y aumentaría sus riesgos de refinanciación”, advirtió el reporte.