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Falta de infraestructura y de agua limitan beneficios del “nearshoring” en México: Moody’s
Los mayores niveles de restricción no favorecen la conectividad interregional entre capacidad instalada renovable y la actividad manufacturera concentrada en las regiones del norte.CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La agencia calificadora Moody’s Investors Service advirtió que las limitaciones de infraestructura, los obstáculos de política pública y los riesgos climáticos físicos plantean las principales deficiencias que restringen los beneficios del "nearshoring" en México.
De acuerdo con un reporte de la firma, la política energética actual del país ha dañado la confianza de los inversionistas y ha creado incertidumbres regulatorias.
“La política energética insolidaria de México que se esfuerza por favorecer a la estatal Comisión Federal de Electricidad ha obstaculizado el desarrollo de nuevos proyectos privados de generación renovable”, aseguró.
Recalcó que el acceso a nuevas energías renovables sigue siendo limitado, ya que México se ha desviado de sus objetivos sostenibles a largo plazo, mientras que las empresas multinacionales continúan sus esfuerzos para cumplir los niveles de producción y los objetivos de descarbonización, que son consideraciones críticas al decidir cómo reasignar la fabricación y actividades.
Durante 2022, detalló la firma con sede en Nueva York, México generó solo alrededor de 22% de su electricidad total a partir de fuentes renovables, muy por debajo de su compromiso de generar 35% de electricidad renovable para 2024, considerablemente por detrás de la mayoría de países de mercados emergentes similares más cercanos.
La falta de apoyo político para la generación renovable y la participación privada en proyectos de generación, agregó, se debe principalmente al objetivo del gobierno de mantener el papel clave de CFE en el sector con un ambicioso programa de capital de 30 mil millones planificado para 2023-2027.
Eso no es todo, Moody’s reveló que la infraestructura de transmisión nacional muestra mayores niveles de congestión que limitan la conectividad interregional, mientras que la escasez de agua en los centros industriales de México más cercanos a los Estados Unidos desalienta una mayor inversión en operaciones cercanas.
Según el reporte, el potencial de inversión en "nearshoring" de México aumentaría con una política pública que priorice la generación renovable y fomente la participación privada. Una mayor demanda de electricidad y menores cargas de gastos de capital beneficiarían la calidad crediticia independiente de CFE.
Una mejora en la percepción de previsibilidad y estabilidad del marco regulatorio de México también apoyaría la calidad crediticia de emisores de generación de energía nuevos y existentes en el país, tales como Cometa Energía, Electricidad Firme de Mex Hold, Fel Energy VI y México Generadora de Energía.
Además, los mayores niveles de restricción no favorecen la conectividad interregional entre capacidad instalada renovable y la actividad manufacturera concentrada en las regiones del norte, que sin mantenimiento adicional y la inversión en expansión, plantearán más riesgos y problemas de confiabilidad.
Otro de los obstáculos para que México se beneficie de la relocalización de las cadenas de valor, según la calificadora estadunidense es la escasez de agua y la exposición a las sequías pueden obstaculizar la manufactura, que se concentra en el centro-norte y norte de México.
Moody’s precisó que los suministros de agua están disminuyendo en las zonas áridas y en los estados fuertemente industriales de Nuevo León, San Luis Potosí y Chihuahua, y aumentará la competencia por el suministro de agua.
“Las empresas de producción y fabricación que dependen en gran medida del agua como componente crítico de las operaciones corren el riesgo de una disponibilidad sustancial y limitaciones reglamentarias sobre el agua. Este riesgo solo puede mitigarse parcialmente mediante el uso de agua reciclada y mediante un agua más eficiente”, consideró.