CIUDAD DE MÉXICO. – El conflicto geopolítico entre Ucrania y Rusia elevaron los precios del petróleo y el oro y provocaron que el aluminio subiera al nivel intra diario más alto en más de 13 años.

Esto sucedió después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk en Ucrania y que enviaría a fuerzas de mantenimiento de la paz en la región, tras una escalada dramática del conflicto.

De inmediato, el crudo West Texas Intermediate subió alrededor de 3% el viernes 18 de febrero, después de no cerrar el lunes por una caída en Estados Unidos, mientras que el oro tocó un máximo de ocho meses.

“El mercado del petróleo seguirá estando al filo de la navaja en los próximos meses. Podríamos ver que los precios superan la marca de los 100 mil dólares por barril muy rápidamente e incluso tiene una ventaja de los 10 dólares por barril, si comenzamos a ver que la mayoría de las sanciones se imponen a las exportaciones de petróleo rusas”, señaló el líder petrolero de Asia, en FGE, Sri Paravaikkarasu, en entrevista con Bloomberg TV.

El oro al contado subió a mil 908.70 dólares la onza, después de haber tocado previamente mil 914.25 dólares, el nivel más alto desde junio.

“Las tensiones entre Rusia y Ucrania podrían generar una mayor presión inflacionista y una desaceleración del crecimiento como resultado”, indicó la directora de análisis en renta fija de WisdomTree, Lidia Treiber.

El precio del oro ha cerrado con subidas en 12 de las últimas 15 sesiones bursátiles y cotizó en mil 900 dólares tras haber aumentado más de un 6% en estas tres semanas, lo que lleva al metal precioso a marcar su precio más alto en ocho meses, desde junio del 2021.

Para los analistas de Julius Baer, se trata de “un pico a corto plazo”, pues históricamente estas situaciones no han provocado un aumento duradero de los precios del oro. Es decir que, a medida que aumentan los riesgos geopolíticos, el precio del oro cotiza al alza, pero luego registra un pico a corto plazo cuando el riesgo se materializa o diluye.

Los amagos de Occidente de cortar las importaciones de energía a Rusia son, en su opinión, un escenario de alto impacto, pero de baja probabilidad, pues las consecuencias económicas serán demasiado graves, no solo para los países involucrados sino para el mundo por los vínculos entre sus mercados energéticos.

“Mucho más probable, en nuestra opinión, sería una fase de tensiones elevadas continuas, a pesar de todos los esfuerzos diplomáticos, caracterizada por una demostración de fuerza de ambos lados”, indicó.