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Diego Villalobos, el futuro de la natación artística masculina en México

Sus cualidades naturales y haber practicado gimnasia a temprana edad lo convirtieron en un nadador excepcional en un deporte considerado sólo para mujeres. En apenas cinco años ya ha subido a podios internacionales y ahora busca calificar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
domingo, 29 de septiembre de 2024 · 07:00

Diego Villalobos está transformando la percepción de la natación artística en México. Con apenas cinco años inmerso en esta disciplina ha logrado lo que muchos deportistas sueñan: destacar a nivel mundial. El nadador de 19 años presume ocho medallas en campeonatos mundiales y está marcando la pauta para que los hombres practiquen un deporte que hasta hace poco se consideraba exclusivamente de mujeres.

En su reciente participación en el Campeonato Mundial Juvenil de Natación Artística Perú 2024, Villalobos hizo historia en esta disciplina acuática al conseguir cuatro preseas, tres de ellas de oro.

Su compañera en el dueto mixto, Camila Argumedo, le ayudó a ganar un oro y una plata, mientras que, en la prueba individual, el nadador jaliscience se adjudicó el primer lugar en dos ocasiones. En la rutina técnica consiguió una calificación de 258.55 puntos, con la que superó a Muye Guo, de China, y a Nicolás Campos, de Chile, quienes obtuvieron 257.87 y 251.16 unidades, respectivamente, para colgarse la plata y el bronce. El oro en la rutina libre lo consiguió con una puntuación de 255.0521, donde también venció a Campos y Guo.

Diego Villalobos nació el 25 de marzo de 2005 en Guadalajara, Jalisco. Desde muy pequeño siempre fue inquieto, lleno de energía e hiperactivo; no podía quedarse quieto ni un segundo y le encantaba echar maromas por toda su casa. Por esa razón sus padres tomaron la decisión de llevarlo a practicar gimnasia. Al poco tiempo se aburrió y decidió cambiar de deporte. Ahora seguiría los pasos de su hermano, que nadaba todos los días. Así fue su primer acercamiento con el agua.

Cuando Diego cumplió 10 años, sus papás lo inscribieron a un curso de verano que organizó el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo del estado de Jalisco, donde probaría todos los deportes que ahí imparten y así podría identificar sus habilidades y gustos.

Apenas vio una pequeña demostración de los clavados y el niño quedó hipnotizado. Les dijo a sus padres que ése era el deporte que quería practicar. Entrenó durante cinco años bajo el mando de Salvador Chávez y Teresa Vallejo, con quienes asistió a competencias nacionales y aprendió una base sólida en habilidades acuáticas. El destino tenía otros planes para él.

En 2020, durante la pandemia del covid-19, la nadadora Ximena Ortiz lo invitó a unirse al equipo de natación artística bajo el argumento de que estaban buscando hombres y había muchas posibilidades de ir a competencias.

Algunas de las medallas que ha ganado. Foto: Cortesía de Athlete Booster.

Diego no lo dudó, al día siguiente acudió a un entrenamiento y quedó impresionado por la exigencia física y aeróbica de esta disciplina acuática y sintió una conexión inmediata. Desde ese momento abandonó los clavados y se incorporó al equipo de natación artística, donde los éxitos no tardaron en llegar.

Medallas al por mayor

En su primer Mundial Junior en Canadá 2022 Diego Villalobos quedó a sólo una décima de la medalla, lo que lo motivó a trabajar aún más duro. Un año después, con apenas 17 años, ingresó a la selección de Primera Fuerza e hizo historia al ganar una plata al lado de Itzamary González en el Campeonato Mundial de Natación en Fukuoka 2023, la primera en la historia de México para la disciplina.

Un año más tarde repitió podio en Doha 2024, al lado de Miranda Barrera, al conseguir medalla de bronce en la rutina técnica del dueto mixto. Y una más al lado de Trini Meza, con quien ganó bronce en la rutima libre del dueto mixto.

“Cuando llegué a la natación artística me pusieron a hacer el dueto con Ximena, ella era seleccionada nacional junior, entonces tuve que agarrar la onda muy rápido para estar a su nivel. Yo tenía que aprender como pudiera. Siento que eso me sirvió muchísimo porque me exigí demasiado a mí mismo para poder alcanzarla”, cuenta el deportista.

Diego Villalobos ha logrado en pocos años lo que a otros deportistas les toma casi una década; asegura que nació para la natación artística.

“Sí, creo que de verdad yo tenía que estar en este deporte. El hecho de que crecí tan rápido, que se me diera tan fácil tener todas las cualidades que tienen normalmente sólo las niñas. Yo creo que eran las señales”, relata.

El nadador presume que, a diferencia de otros hombres, tiene el don de flotar en el agua incluso mejor que sus compañeras, que cuenta con una flexibilidad impresionante y que hoy agradece los años que estuvo en la gimnasia. Estas cualidades, que suelen ser más comunes en las mujeres, le permitieron adaptarse rápidamente a los requerimientos técnicos de la natación artística y comenzó a destacar.

Soy muy flexible, mi línea de piernas es casi idéntica a la de una niña. Eso no suele verse en los niños, normalmente se les ven las rodillas más dobladas, casi no tienen punta, no hay tanta flexibilidad. Eso les llamó la atención de mí a las entrenadoras; ahora trato de explotarlo y es una ventaja que tengo.

—¿Qué es lo que más se le complica al practicar la natación artística? —se le pregunta.

—Nada. Quizá puedo decir que es un deporte nuevo para nosotros y que las niñas llevan toda su vida haciéndolo, ellas saben cómo trabajar en equipo.

“No quiero que me hijo practique un deporte de niñas”

Para la entrenadora Ofelia Pedrero lo que distingue a Diego como un nadador exitoso es su excepcional capacidad para corregir errores en las rutinas. Villalobos puede realizar ajustes con una precisión asombrosa durante las competencias.

Pedrero afirma que mientras otros nadadores necesitan años para perfeccionar ciertos movimientos Diego lo hace en meses, lo que le ha permitido alcanzar rápidamente el nivel de competencia internacional y siempre asegurar un lugar en el podio.

Esto tiene una repercusión profunda no sólo en la carrera deportiva de Villalobos sino en el futuro de la natación artística masculina en México. Las entrenadoras han buscado niños hasta debajo de las piedras para que aumente el número de practicantes a nivel nacional.

Actualmente, en México si acaso 15 hombres practican este deporte, pues uno de los grandes retos para que se integren a la natación artística es cambiar la percepción que tienen de él los padres, especialmente los hombres.

La tarea más difícil que han tenido que hacer las entrenadoras nacionales es convencer a los papás de que la natación artística tiene tanto valor como cualquier otro deporte acuático. Explica la entrenadora:

Cuando ven a más niños practicarlo, lo empiezan a normalizar. No ha sido nada fácil. En la Alberca Olímpica hemos tenido varios niños que no terminan la temporada, a la mitad del camino se van a despedir. La mamá nos dice: ‘Su papá ya no quiere que venga porque dice que este deporte es para niñas, no es para hombres’. Los padres deben entender que este deporte no es diferente de los clavados o de cualquier otra disciplina acuática.

La importancia de comenzar a reclutar niños a temprana edad es porque adquieren las habilidades necesarias para destacar en el deporte. En términos técnicos uno de los principales retos para los hombres en la natación artística es la flexibilidad, especialmente en las caderas.

A diferencia de las mujeres, los hombres tienden a tener menor rango de movimiento en esa zona, lo que dificulta la realización de las rutinas. La expresión es otro aspecto que se debe dominar con soltura. Al ser un deporte donde la presentación es crucial algunos niños que han reclutado lo encuentran difícil de realizar.

El caso de Diego Villalobos y de su contemporáneo Joel Benavides —quien al lado de Maya Velázquez integraron la primera pareja de mexicanos en ganar una medalla en la prueba de dueto mixto durante el Campeonato Panamericano de la Unión Americana de Natación (UANA) en 202— es una sorpresa, pues comenzaron a los 15 años y no significó ninguna desventaja tener años de retraso, pero según Pedrero debe quedar claro que no es algo que pase con frecuencia. En la natación artística la disciplina y los años de entrenamiento marcan la diferencia.

Las niñas, por ejemplo, comienzan a entrenar desde los cinco años y además aprenden a trabajar en equipo, por lo tanto, a la hora de incluirlas en rutinas es fácil la adaptación, mientras que a los hombres, como Diego y Joel, les cuesta más trabajo realizar rutinas que no sean individuales o en dueto.

Villalobos reconoce que la rutina que más le gusta hacer es la individual, pues se siente confiado. Sabe de su capacidad en la alberca y es más expresivo que en un dueto.

El sueño olímpico

Desde su llegada a este deporte, Villalobos ha tenido la meta de ser el mejor del mundo, lo cual significa asistir a unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, para que el sueño se cumpla, el Comité Olímpico Internacional deberá incorporar al programa olímpico la prueba de dueto mixto, o bien, Villalobos deberá ganarse un lugar en el equipo mexicano que buscará la clasificación a Los Ángeles 2028, que hasta ahora está conformado sólo por mujeres.

En diciembre de 2022, la Federación Internacional de Natación (World Aquatics) informó que en los Juegos Olímpicos de París 2024 podrían participar un máximo de dos hombres por equipo nacional. No obstante, no hubo presencia varonil en la justa parisina.

La primera incorporación de los hombres en la natación artística ocurrió en el Mundial de Kazán 2015, con exponentes como Bill May y Cristina Jones, de Estados Unidos; Benoit Beaufils y Virginie Dedieu, de Francia; Pau Ribes y Gemma Mengual, de España; Giorgio Minisini y Manila Flamini, de Italia; Goekce Akguen y Yagmur Demircan, de Turquía, y Abe Atsushi y Adachi Yumi, de Japón.

Diego Villalobos es parte de la selección mexicana y ha entrenado al lado de Regina Alférez, Fernanda Arellano, Nuria Diosdado, Itzamary González, Joana Jiménez, Luisa Rodríguez, Jessica Sobrino, Pamela Toscano y Glenda Inzunza, el conjunto que después de una ausencia de 28 años consiguió su boleto a París 2024. Sin embargo, en su corta carrera de cinco años no ha participado en una rutina en la prueba por equipo.

Pese a los históricos resultados que ha conseguido Villalobos de manera individual, Ofelia Pedrero detalla que aún no está al nivel de las nadadoras olímpicas, que su crecimiento es potencial y que tiene las puertas abiertas en el equipo.

“Algo que tenemos muy claro Adriana Loftus (la entrenadora nacional) y yo es que en el momento en el que entre un chico es porque va a estar a la par técnicamente de las mujeres no sólo para ocuparlo y que sea inclusivo o una cuota de género. Dice Pedrero:

Diego nada como si hubiera estado en 10 finales mundiales, su habilidad para corregir errores y su flote natural son impresionantes. Pero lo que realmente lo distingue es su confianza y su capacidad para manejar la presión en competencias. Él está cada vez más cerca de alcanzar el nivel y poco a poco comenzaremos a trabajarlo dentro de los equipos.

En su travesía en la natación artística Diego Villalobos destaca que nunca ha sentido la presión social que muchos otros hombres enfrentan al dedicarse a un deporte tradicionalmente asociado con mujeres. Afirma que no ha recibido comentarios negativos ni violentos, pero tampoco le es ajena la realidad que se vive en México.

“Quiero decirles a todos los niños que deseen practicar este deporte que no le tomen importancia a lo que la gente diga o piense sobre ustedes, porque finalmente son ustedes los que harán lo que aman y serán felices. Sólo debe importar lo que a ti te gusta”, sentencia Villalobos.

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