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Eliminan el Efideporte, usado por Salinas Pliego y la Conade para burlar al SAT
El estímulo fiscal, creado para impulsar el deporte mexicano, fracasó y ya no está considerado en la Ley de Ingresos 2025. Pese a los abusos que fueron documentados nadie fue sancionado y cientos de millones de pesos dejaron de ingresar al erario en favor de unos cuantos particulares.El gobierno de la presidenta Claudia Scheinbaum propuso a la Cámara de Diputados la desaparición del Estímulo Fiscal al Deporte de Alto Rendimiento, mejor conocido como Efideporte, por considerar que no cumplió con el objetivo de generar más y mejores deportistas de alto rendimiento ni para construir y remodelar infraestructura deportiva.
En la Ley de Ingresos 2025 se propuso a los legisladores que para el próximo ejercicio fiscal se suspenda el Efideporte para permitir “una redistribución más eficiente de los recursos hacia programas que beneficien a un segmento más amplio de la población”.
En la exposición de motivos, el gobierno federal argumentó que se ha observado que los resultados alcanzados por el Efideporte no han generado la inversión esperada en infraestructura ni ha contribuido de manera significativa al desarrollo de atletas líderes a nivel internacional, “por lo que la baja participación del sector privado en proyectos deportivos de alto rendimiento sugiere que el incentivo fiscal no es el factor determinante para promover estas inversiones”.
El Efideporte es un estímulo fiscal previsto en el artículo 203 de la Ley del Impuesto sobre la Renta que comenzó a operar desde 2017 con la finalidad de que las personas físicas o morales (empresas) puedan aportar hasta 10% del ISR que les corresponde pagar cada año a programas dirigidos al deporte de alto rendimiento (PAA) o a proyectos de infraestructura e instalaciones deportivas (PII), cuyo costo no supere los 20 millones de pesos por proyecto.
De esa manera, los contribuyentes podrán acreditar en su declaración anual el monto de su aportación contra el pago del ISR que les corresponde supuestamente en beneficio del deporte nacional y de los atletas mexicanos.
No obstante esto no ha sido así. Proceso publicó dos reportajes en los que dio cuenta de la manera en la que el dinero del Efideporte fue desviado, en uno de los casos no se construyó una pista de salto ecuestre para los seleccionados mexicanos de pentatlón moderno y en el otro en lugar de edificar un centro de alto rendimiento para los deportistas de Mazatlán, el beneficiado fue el club Mazatlán FC, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, quien se autoconstruyó unas canchas de futbol en un terreno propiedad del gobierno del estado de Sinaloa.
Además, el Efideporte adolece de dos severos problemas: 1) no es un programa auditable y nadie vigila el cumplimiento del mismo 2) los montos de dinero que se autorizan para los PII y los PAA deben gastarse por completo de tal suerte que si una obra cuesta menos del presupuesto con el cual fue autorizado el dinero no puede ser pagado al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Estos candados fueron impuestos por los servidores públicos que rodeaban a Alfredo Castillo, director de la Conade, quienes crearon las reglas con las que opera el Efideporte. Por ello, un estímulo fiscal que en el papel parecía que sí beneficiaría al deporte mexicano se convirtió en una oportunidad para que empresarios y funcionarios de distintas dependencias gubernamentales lucraran y desviaran ese dinero a sus propios bolsillos.
Para el siguiente ejercicio fiscal el Comité Interinstitucional que autoriza los proyectos a realizarse ya tiene consideradas cinco propuestas que en su conjunto suman 73.1 millones de pesos que el gobierno federal dejaría de recaudar. La próxima sesión donde se tendría que tomar la decisión final tendrá lugar el 28 de noviembre, sin embargo una vez que se apruebe la Ley de Ingresos todo dará marcha atrás.
Los bajan del caballo
Los proyectos para 2025 que están a punto de ser autorizados no son muy diferentes a los que se ejecutaron en años anteriores ni tampoco las empresas contribuyentes ni quienes los realizarán. Uno de ellos beneficia otra vez al ecuestre con 19.9 millones de pesos que la empresa Máquinas Diesel SA de CV dejará de tributar para crear una academia de talentos de jinetes en México, Estados Unidos y Bélgica.
El dinero se usará para financiar la transportación aérea y terrestre de los caballos de los jinetes a las distintas competencias ecuestres, así como para cubrir el oneroso salario del entrenador en jefe (más de 300 mil pesos mensuales), de un veterinario, de un sicólogo del deporte y la impartición de clínicas especializadas para un deporte elitista que está al alcance de una minoría de mexicanos.
La propuesta del proyecto denominado Academia de nuevos talentos fue impulsada por la Federación Mexicana de Ecuestre (FEM) cuyo presidente es Juan Manuel Cossío quien ha estado durante 14 años al frente de este deporte y quien en marzo último modificó los estatutos de dicho organismo a su conveniencia para poder reelegirse por tercera ocasión.
El estatuto de la FEM indica que los miembros del consejo directivo serán elegidos después de que termine el ciclo olímpico, es decir, tenía que haber realizado la asamblea correspondiente después del 11 de agosto cuando concluyeron los juegos de París 2024, pero el federativo sin avisar a las asociaciones afiliadas modificó el estatuto y los madrugó presentando únicamente cartas poder mediante las cuales supuestamente se emitieron los votos.
Cuando la reportera Karla Cabral intentó entrevistar al federativo para plantearle el tema se rehusó y su única respuesta fue: “Si me quiero reelegir, ¿qué?”.
Durante el periodo de Ana Guevara al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), el ecuestre fue uno de los deportes consentidos por la funcionaria y uno de los que recibió más apoyo económico a pesar de no tener resultados importantes. Desde los Juegos Olímpicos de Moscú 80 el ecuestre no ha ganado una medalla olímpica.
Durante el pasado ciclo olímpico, la FME recibió 85.3 millones de pesos de la Conade. En París 2024 México tuvo una discreta participación, pues a pesar de que el equipo accedió por primera vez después de 44 años a la final de salto, minutos antes de comenzar la competencia el conjunto se retiró debido a que el caballo Porthos Maestro WH Z del jinete Carlos Hank Guerreiro amaneció resentido de una mano.
En la prueba individual el mejor resultado fue dado por el binomio de Andrés Azcárraga Rivera Torres y Contendros que calificaron a la final de salto, donde por penalizaciones fue descalificado. Por su parte, Eugenio Garza fue eliminado en la ronda clasificatoria tras ubicarse en el sitio 40, mientras Federico Fernández concluyó en la posición 49.
Pese a estos resultados y a los millones de pesos recibidos a través del Efideporte, un segundo proyecto de ecuestre está siendo considerado para el ejercicio fiscal de 2025 y también fue impulsado por Juan Manuel Cossío. Se trata del denominado Ecuestre a Los Ángeles 2028 para “darle continuidad” a los resultados que han tenido los jinetes mexicanos gracias a “programas anteriores del Efideporte”.
La justificación para implementar este proyecto es la misma que para la Academia de nuevos talentos y el monto también es idéntico: 19.9 millones de pesos que Seguros Banorte y Grupo Financiero Banorte dejarían de pagarle al SAT para apostar por el ecuestre. Incluso la misma empresa será le ejecutora: CANOHA Administradora Hípica Especializada.
Los otros tres proyectos que están en revisión, pero que ya no se llevarán a cabo porque la presidenta Claudia Scheibaum pidió la suspensión del Efideporte son la construcción de una pista de atletismo en el Centro de Alto Rendimiento Parque Niños Héroes de Monterrey que ejecutaría la empresa SIN PRO servicios integrales, profesionales y empresarias, mientras que quien dejaría de tributar al SAT para supuestamente apostar por el deporte es Canadian Pacific y Kansas City Southern de México, otras viejas conocidas en este programa de estímulos fiscales. Dicho proyecto costaría 19.5 millones de pesos que ahora el gobierno federal podrá utilizar en otros rubros.
Asimismo está considerada la remodelación de una cancha de tenis en la Unidad Deportiva Acapulco, en Guerrero, que costaría 2 millones 150 mil pesos donde estarían de la mano VCT & DG México SA de CV como empresa contribuyente y Oris Jorth desarrollo y construcción SA de CV como empresa ejecutora.
Finalmente, también se está evaluando la remodelación de las villas del Centro de Alto Rendimientode Cancún cuya ejecución asciende a 11.5 millones de pesos. En este caso la empresa contribuyente es Promociones Turísticas Mahahual, SA de CV, y la responsable de realizar la obra Carulli construcciones, SC.
Antecedes de corrupción
La pista de salto ecuestre arriba mencionada que no se construyó es un proyecto PII que fue autorizado en 2021 para realizarse en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (Cnar), una instalación del gobierno federal que administra la Conade en la alcaldía Iztacalco, al oriente de la Ciudad de México.
En lugar de esa pista de salto ecuestre –por la cual la institución bancaria Banorte aportó 15 millones de pesos a la empresa Arquitectura Ecuestre, en lugar de tributarlos al fisco mexicano– lo que existe en ese terreno federal es una pequeña pista para ciclismo BMX.
En lugar de cancelar el proyecto o informar que la pista de salto ecuestre ya no se realizaría para que entonces Banorte pagara esos 15 millones de pesos al SAT, la Conade, durante la gestión de Ana Guevara, simuló que sí fue construida y que la supuesta obra terminada se entregó el 30 de septiembre de 2022, publicó Proceso el 7 febrero de este año.
El artículo 28 de las Reglas Generales para la aplicación del Efideporte indica que el contribuyente aportante, en este caso Banorte, es el responsable de cumplir con la normatividad para garantizar la conclusión de los proyectos autorizados (los PII o los PAR), “para lo cual dará seguimiento puntual a los proyectos y programas”. En lugar de eso, los representantes legales de Banorte participaron en la farsa.
El artículo 36 de las reglas señala que el contribuyente aportante deberá presentar un reporte sobre los impactos y beneficios obtenidos por le proyecto autorizado y el 28 dice que también es el responsable de garantizar la conclusión de los proyectos para lo cual deberá dar seguimiento puntual.
De no hacerlo y si se detecta que “se presentó información falsa y que no coincide con sus registros contables, bases de datos, aplicativos, archivos o cualquier otro medio de concentración de información o documentación, se iniciará el procedimiento de revocación”.
Pese a la evidencia la revocación del recurso no se realizó, por lo cual Banorte no le pagó al SAT los mencionados 15 millones de pesos causando así un daño al erario.
Proceso también publicó que Banorte es uno de los contribuyentes aportantes más activos en el Efideporte. Además de los 15 millones de pesos para la supuesta construcción de la pista ecuestre, desde 2018 ha aportado distintos montos que suman 111.4 millones de pesos.
En 2018 Arrendadora y Factor Banorte aportaron 15 millones de pesos para el Proyecto de Alto Rendimiento (PAA) denominado Ecuestre Tokyo II. Por su parte, Casa de Bolsa Banorte hizo cinco aportaciones entre 2018 y 2023 por montos de 18 millones de pesos, 19.9, 18.4, 19.9 y 19.9 millones de pesos para los PAA denominados Ecuestre Tokyo 2020, Ecuestre a Tokyo 2020 III, Ecuestre a Tokyo Final, Ecuestre a París 2024-I y Ecuestre a París 2024-II.
Según la información reportada al Efideporte todo ese dinero se ha usado supuestamente para beneficiar a 25 jinetes mexicanos, entre ellos Nicolás Pizarro, Eugenio Garza Pérez, Carlos Hank Guerreiro, Andrés y Jaime Azcárraga, José Antonio Chedraui Eguía y José Antonio Chedraui Prom, quienes se cuentan entre los hombres más ricos de México, así como al entrenador nacional de salto, el canadiense Mark David Laskin, quien recibe un sueldo mensual de 310 mil pesos.
Tanto en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 como de París 2024 los resultados de los jinetes mexicanos fue decepcionante.
Los abusos de Salinas Pliego
El caso de las canchas de futbol aledañas el estadio Encanto, casa del Mazatlán FC, uno de los peores clubes de al Liga MX, es aun más escandaloso toda vez que cinco empresas del Grupo Salinas dejaron de pagar 76.3 millones de pesos al SAT para supuestamente construir un Centro de Alto Rendimiento que beneficiaría a 500 atletas locales, pero en lugar de eso se construyeron tres canchas para que entrene el equipo de Ricardo Salinas Pliego.
Proceso publicó en su edición impresa del mes de septiembre que las empresas Afore Azteca, Arrendadora Internacional Azteca, Seguros Azteca Daños, Seguros Azteca y la petrolera Typhoon Offshore aportaron distintos montos y simularon la construcción del citado Centro de Alto Rendimiento con la ayuda de la empresa Construcción y Arrendamiento de Maquinaria SA de CV (Camsi).
Las tres canchas fueron construidas en un terreno de 50 mil metros por el cual el gobierno del estado de Sinaloa que encabeza el morenista Rubén Rocha Moya compró en noviembre de 2022 por 50 millones de pesos. Siete meses después lo entregó en comodato al Instituto Sinaloense del Deporte.
Estos hechos también violan la normatividad del Efideporte porque el dinero fue desviado de su objetivo, razón por la cual las cinco empresas de Grupo Salinas tenían la obligación de vigilar que el dinero se aplicara correctamente.
Como no ocurrió así la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) debió haber revocado de manera inmediata el estímulo fiscal y las empresas de Salinas Pliego pagado los montos correspondientes al SAT.
“En este sentido, y considerando las actuales prioridades del gasto público, así como la necesidad de optimizar el uso de los recursos fiscales en programas con mayor potencial de desarrollo social y económico, se propone a esa soberanía (la Cámara de Diputados) establecer en la fracción V del artículo 22 de la iniciativa de ley que nos ocupa suspender para el ejercicio fiscal de 2025 el Estímulo Fiscal al Deporte de Alto Rendimiento”, se lee en la Ley de Ingresos que la presidenta Sheinbaum envió el 15 de noviembre último.