Futbol americano en México
Hace agua el futbol americano profesional en México
Jugar en una liga profesional comenzó como un sueño y terminó en pesadilla, la mayoría de los equipos de la LFA arrastran adeudos que prometen pagar cuando los patrocinadores inyecten dinero. La inconformidad por los incumplimientos crece día con día.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– A ocho años de haber sido creada, la liga profesional mexicana de futbol americano, conocida como LFA, enfrenta una de sus peores crisis, pues arrastra una serie de adeudos a jugadores, proveedores y comentaristas deportivos que, supuestamente, serán solventados cuando los patrocinadores cumplan con sus compromisos con los equipos y con la propia liga.
Los problemas económicos se agudizaron durante las temporadas 2023 y 2024, sin embargo, el presidente de la LFA, Francisco Orozco, niega los adeudos, mientras que el comisionado, Alejandro Jaimes, sí los reconoce, pero adelanta que tratarán de cubrirlos lo antes posible y asegura que de ninguna manera está en riesgo la realización de la temporada 2025.
Proceso entrevistó a varios jugadores que participaron en las temporadas 2023 y 2024. Todos se dicen maltratados por los directivos de los equipos, especialmente por los Jefes de Ciudad Juárez quienes tienen adeudos hasta por dos años. La historia es la misma: los contratan, les informan que no hay dinero para pagarles, pero que al final de la temporada recibirán el pago completo, incluidos los bonos por rendimiento deportivo, mismos que muchas veces no llegan.
La misma situación viven los integrantes de los cuerpos técnicos, médicos, árbitros y hasta la productora de televisión AyM Sports de Benjamín Hinojosa que se encarga de generar la señal y de transmitir algunos de los juegos. A la mitad de la temporada 2024 esta empresa dejó de realizar la producción y de transmitir por los adeudos y retrasos en los pagos. Durante 2023, amenazó a la Liga con no generar la señal internacional del Tazón México, celebrado en Chihuahua, si no les pagaban los pendientes que tenían en ese entonces.
Los afectados exigen justicia y un compromiso real por parte de los directivos porque ya ni siquiera les responden las llamadas ni los mensajes de texto.
Emanuel Serna Miranda, back defensivo de los Galgos de Tijuana –equipo que pertenece a Grupo Caliente, la casa de apuestas más importante del país y patrocinador de la LFA desde este año– explica que al terminar la reciente temporada decidió romper el vínculo laboral con su equipo para priorizar su salud mental.
Serna llegó a los Galgos para disputar los últimos tres partidos de la temporada 2023, los cuales jugó sin recibir su pago, además el director deportivo del equipo, Ricardo Licona, le pidió que absorbiera los gastos de los boletos de avión y hospedaje con la promesa de que en breve le reembolsaría todo el dinero, lo cual no ocurrió.
Antes del inicio de la temporada 2024, Galgos intentó contratar nuevamente a Emanuel Serna. El jugador aceptó regresar con la condición de que primero se pusieran al corriente con el dinero que le debían y les pidió que no volvieran a pagarle hasta el final de la campaña. Hoy día, cuatro meses después de que terminó la temporada, a Emanuel Serna todavía le deben 69 mil 335 pesos, el equivalente a cinco juegos con un salario de 700 dólares por cada uno.
“Los directivos se aprovechan del ímpetu y la pasión de los jugadores, de nuestras ganas de competir. Creo que por eso los futbolistas no se quejan tanto, porque no quieren perder ni manchar este proyecto que es un sueño, pero ya basta. Los directivos ensucian la liga, yo creo que ya les dimos muchas oportunidades de pagarnos, se les han dado meses desde que terminó la temporada y hasta hoy no hay respuesta”, explica Emanuel Serna.
Serna ha jugado futbol americano durante 23 años. Durante su época de estudiante perteneció a los Aztecas de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) de la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA) y fue considerado uno de los mejores de la liga. A sus 31 años decidió retirarse, pues asegura que en México este deporte a nivel profesional es un proyecto fallido que atenta contra la integridad de los jugadores.
Explica el deportista:
Galgos no me dejó nada positivo en la vida y eso es triste porque el futbol americano es lo más positivo que he tenido en mi vida, por culpa del trato que me dieron terminé con un mal sabor de boca. He hablado con mis compañeros y puedo decir que en la temporada 2024 a más de 30 jugadores aún se les deben sus salarios. Queríamos hacer una demanda colectiva, pero al final decidimos no meternos con Grupo Caliente.
Malagradecidos
Otro jugador que estuvo con los Galgos de Tijuana en 2023 destaca que Ricardo Licona, director deportivo del equipo, es una de las razones por la cual los integrantes del equipo llegaron al hartazgo, pues ha sido el principal violentador.
Por temor a represalias, este deportista pidió no hacer público su nombre y apellido, pero a cambio compartió evidencias para demostrar cómo es que Licona le decía a los futbolistas que dejaran de quejarse por la falta de pago, que eran “muy malos” y deberían estar agradecidos por la oportunidad de jugar este deporte a nivel profesional.
Proceso tiene capturas de pantalla de un chat de WhatsApp del equipo donde hay muchos mensajes de Licona pidiéndoles paciencia por los adeudos: “El dinero se les va a pagar, si quieren seguir haciendo su desmadre en redes, háganlo. Señores, entiendo que hay frustración, enojo, y muchas emociones, más por la situación de la falta de pago por parte de los dueños del equipo. Pero es un problema interno, que, por ética y profesionalismo, se debe de quedar como un asunto interno. Lo que es de casa, no sale de casa”, se lee.
En la conversación los jugadores amenazaron con no salir a disputar un partido ante la falta de pago y de manera burlona escribieron que están jugando por “amor al arte” y que dudan de que recibirán su dinero. Se hacen llamar así mismos “esclavos” que están en “una dictadura”.
“México no está listo para tener una liga profesional y, seré honesto, con lo que pagan en la LFA nadie puede vivir. Son máximo 10 juegos (por temporada) y todo el año estás sin cobrar. Nadie puede vivir del futbol americano en el país.
“Si fueran honestos desde el principio y dijeran que no nos van a pagar nunca, seguramente yo y muchos más hubiéramos jugado por amor al deporte. Lo que enoja es que nos mienten, se burlan, nos ven la cara y todavía cuando cuestionamos la respuesta es grosera y prepotente. La LFA de profesional no tiene nada”, se queja el deportista.
“No debemos nada”: presidente de la LFA
Francisco Orozco, presidente de la LFA, sostiene que no hay adeudos en la liga y que los jugadores han cobrado puntualmente, que, en todo caso, cualquier adeudo obedece a “decisiones administrativas” de los equipos, no de la liga en su conjunto. Según este directivo si hubiera deudas los jugadores no se presentarían a los partidos.
Por otro lado, Alejandro Jaimes, el comisionado de la LFA, admite que sí hay retrasos generalizados en los pagos de varios equipos, pero asegura que la liga no rehuye el compromiso de pagar todas las deudas. Jaimes también menciona que los adeudos derivan del no cumplimiento por parte de algunos de los patrocinadores de la liga, lo que ha afectado el flujo de dinero.
“Como en todas las empresas hay atrasos en los pagos, pero los empresarios de la LFA están comprometidos y siempre han respondido. Hoy efectivamente tenemos un atraso generalizado, pero históricamente siempre hemos cumplido con esos adeudos y quizá a veces nos hemos retrasado un poquito más, como es el caso de esta temporada, pero está el compromiso de que se va a pagar todo”, asegura Alejandro Jaimes.
El comisionado añade que como representante de la LFA ha mantenido contacto directo con los afectados para evitar que se sientan maltratados e ignorados, pues es por todos conocida la situación económica de la liga. De igual manera, niega que existan adeudos de salarios y que si acaso se deben bonos por rendimiento deportivo. Si fuera de otra manera, dice, él mismo mediaría con los equipos quienes son los responsables de pagar los sueldos.
Por su parte, los narradores y comentaristas deportivos también se dicen abandonados e ignorados por los directivos de los equipos y de la LFA. En la temporada regular y playoffs 2024 participaron Javier Trejo Garay, Gabriel Pacheco, Alejandro Correa y Eduardo Hernández, entre otros. Ninguno firmó un contrato, todos llegaron a un acuerdo de palabra con el jefe de prensa de la LFA, Óscar Clériga, quien tampoco ha recibido su sueldo.
Los salarios los acordaron dependiendo de la jerarquía de cada uno, así podrían ganar desde dos mil hasta ocho mil pesos por narración. A diferencia de los jugadores a ellos les adeudan el total de partidos en los que participaron.
A uno de los narradores le deben alrededor de 50 mil pesos. Para no entrar en conflicto pidió que no se incluyera su nombre en este reportaje. A cambio contó que aceptó participar en la LFA porque creyó en el proyecto y no le importó ganar menos de lo que está acostumbrado a cobrar. La Liga le endulzó el oído diciéndole que es un gran producto tanto para los jugadores que encontrarían un espacio para ser profesionales como para el público mexicano que está ávido de ver futbol americano más allá de la liga estudiantil.
El narrador intentó contactar en varias ocasiones a Alejandro Jaimes. Hasta la publicación de este reportaje el comisionado no le había respondido llamadas ni mensajes de texto.
“He hablado con otros narradores y todos estamos igual. No es que nos llevemos o seamos amigos, pero nos hemos encontrado y todos estamos en la misma situación, no nos pagan. Me siento engañado, abusado y timado porque obviamente ya di parte de mi tiempo, de mi trabajo, de mi dinero para poder cumplir y no pagan.
“Yo quedé muy decepcionado y me parece que la Liga está tronada. Creo que la LFA fue un buen sueño, pero México no está preparado para una Liga profesional de futbol americano de este tamaño. Hay una gran afición en México, pero los directivos están por debajo de lo que la afición merece. Dudo mucho que haya Liga la próxima temporada y no me sorprendería”, refiere.
Sí hay dinero para otros proyectos
En medio de estos problemas financieros, la LFA ya planea la incorporación de un nuevo equipo en la ciudad de Puebla. Esta decisión ha sido recibida con escepticismo por parte de los jugadores y narradores que sienten que la Liga está más preocupada por expandirse que por resolver los problemas existentes. Asimismo, el domingo 6 de octubre, tuvo lugar el primer Torneo Nacional de Flag Football Femenil en el estadio Reyes del Consejo Municipal del Deporte de Guadalajara. Allí el equipo Raptors se proclamó campeón. El torneo contó con la participación de 10 equipos: Raptors, Caudillos, Osos, Mexicas, Dinos, Reyes, Galgos, Jefes, Fundidores y Gallos Negros.
El evento causó indignación entre algunos de los afectados porque consideran que la realización del torneo significó una gran inversión económica de los equipos, incluidas las franquicias con más adeudos: los Jefes de Ciudad Juárez, Reyes de Jalisco, Galgos de Tijuana, Mexicas de la Ciudad de México, Fundidores de Monterrey y los Gallos Negros.
Alejandro Jaimes explica que la realización del torneo obedece a que en un futuro cercano el flag football femenil será un proyecto redituable para la Liga, sin embargo, no negó que, efectivamente, con el dinero invertido pudieron haber solventado algunos de los adeudos.
Francisco Orozco insiste en que los equipos de la LFA son los responsables de pagarles a sus jugadores y al personal que labora con ellos, por lo cual la Liga no tiene control sobre sus finanzas. Para poder participar en la temporada cada uno de los equipos debe pagar una cuota de un millón de pesos que la LFA utiliza para costear los boletos de avión, hospedaje y alimentos de los jugadores para que todos viajen y compitan en las mismas condiciones.
En la LFA sólo tres equipos operaron sin complicaciones durante 2024: Dinos de Saltillo, Caudillos de Chihuahua y Raptors del Estado de México. Los seis restantes incumplieron a cabalidad con sus obligaciones.
Para ingresar a la LFA, las franquicias requieren de una inversión inicial de 15 a 25 millones de pesos, por lo cual Francisco Orozco desestima los adeudos y llama mentirosos a los jugadores.
“¿Tú crees que empresarios que pueden tener un equipo de 25 millones de pesos no tienen 10 mil para pagarle el salario a un jugador? Y si los hay (adeudos) es por temas administrativos porque quizá el jugador no fue a entrenar, no regresó al equipo, no jugó, estaba lesionado. Son contratos específicos por cada jugador, pero no se deben salarios, están mintiendo”, asevera el presidente de la LFA, quien también es el dueño de los Dinos de Saltillo e inversionista en Galgos de Tijuana y Reyes de Jalisco.
“Sí nos deben”: jugadores
A principios de 2024, el jugador Salvador Cabrera Minutti, quien fue el capitán de los Reyes en la temporada 2023, denunció en la red social X la falta de pagos “Qué terrible saber que en Reyes no somos los únicos con falta de pago. Eso sólo empeora todo. No te pagan, no te liberan y no te responden. Triste. O sea, la directiva y encargados de Reyes sí ven mis historias, pero no me contestan ni (en el) WhatsApp ni (las) llamadas”.
El quarterback Trevone Boykin publicó en Instagram: “Grupo Caliente: ¿Puedo tener mi dinero? Los Galgos me deben mucho dinero”. El corredor Joshua Mack, a quien Galgos anunció como una bomba de fichaje, se llamó “esclavo moderno” haciendo alusión a que trabajó durante toda la temporada sin cobrar. “Esclavitud moderna. Los galgos aún tienen que pagar a los jugadores con contrato. Tres meses de trabajo sin sueldo”.
Alejandro Jaimes asegura que la próxima temporada no está en riesgo y que han valorado la posibilidad de solicitar un préstamo para solventar los adeudos antes de que 2025 los alcance. La próxima campaña comenzará en marzo, pero a partir de octubre y noviembre los equipos comienzan a armarse.
Para la realización de este reportaje se contactó al dueño de los Jefes de Ciudad Juárez, César Durán; al exdirector deportivo del mismo equipo, Antonio Suárez; a Gontra Lizárraga, gerente de los Mexicas de la Ciudad de México; a Carlos Lankenau, propietario de los Fundidores de Monterrey; a Benjamín Hinojosa, propietario de AYM Sports; a los cronistas afectados y a un sin número de jugadores y exjugadores.
Ninguno de los directivos respondió a la solicitud de entrevista. Por su parte, los jugadores y los exjugadores compartieron información y capturas de pantalla de los grupos de WhatsApp para evidenciar los adeudos, sin embargo, para no cerrarse las puertas en la LFA o no confrontarse con los dirigentes deportivos no aceptaron dar sus testimonios con nombre y apellido.