Copa Mundial femenil

Campeonas frente a la testosterona del futbol español

Este título mundialista se sumó al Campeonato del Mundo Sub 17 y al Campeonato del Mundo Sub 20, con lo que España es hoy triple campeona mundialista.
lunes, 21 de agosto de 2023 · 10:38

MADRID (apro).– España se ha volcado a celebrar el triunfo de las 23 jugadoras de su selección que este domingo 20 ganaron el Mundial Femenil de Futbol. No solo se está reconociendo que es la primera estrella mundialista para La Roja femenil, sino que carga con el simbolismo de abrir los ojos a la lucha de años de estas y anteriores deportistas que han padecido ese ambiente cargado de testosterona que es habitual en el futbol español.

El sueño de las jugadoras se hizo realidad en Sidney, venciendo a Inglaterra, que era la campeona de Europa y gran favorita, con un gol de Olga Carmona.

Este título mundialista se sumó al campeonato del mundo sub 17 y al campeonato del mundo sub 20. Es decir, España es hoy triple campeona mundialista.

Ha sido una historia de pura garra de las jugadoras de la selección, que apenas hace ocho años, en el Mundial de Canadá, acudían casi como un club amateur, sin apoyo institucional, sin respaldos privados y sin que les dieran la mínima credibilidad. Incluso, se colaba un dejo de burla hacia ellas en el ambiente del futbol.

Desde las instituciones del futbol, personalidades y la prensa deportiva, todo el protagonismo lo ha tenido el futbol varonil y sus multimillonarias contrataciones, que a la prensa especializada tanto le gusta resaltar. La vida de ultra lujo y excentricidades de los astros del balompié y los excesos de estos futbolistas hombres. (Hoy, por ejemplo, los medios publican la foto del Boeing 747 propiedad de un príncipe de la familia real saudí, que recogió en Francia a Neymar para llevarlo a Riad, donde fue fichado por el Al-Hilal Saudi Football Club.)

Pero las jugadoras se fueron ganando su espacio a base de perseverancia, después de soportar por años los clásicos comentarios de "las chicas no deberían jugar al futbol"; "no son competitivas para el rey de los deportes", o "nunca podrán tener la misma atención en la televisión que el juego de los hombres", eran algunos de esos comentarios.

En noviembre de 2021, las jugadoras de Primera División de la liga de femenil española tuvieron que recurrir a convocar una huelga y detener los juegos, para que las directivas de los clubes tomaran en serio sus exigencias de contar con un contrato colectivo que regulara las mínimas condiciones laborales, que les diera la misma seriedad que a cualquier club varonil.

Las deportistas exigieron en el popularmente conocido como “contrato colectivo de la igualdad” que regulara el pago de un sueldo base de 16 mil euros anuales, una jornada laboral digna, el pago del 100% del salario cuando se esté de baja.

Además, medidas para la conciliación familiar y la maternidad, vacaciones reguladas o limitaciones de la parcialidad, explicaron en ese momento con el apoyo de la Asociación de Futbolistas Españolas (AFE).

Habían tenido 13 meses de negociaciones, pero el convenio colectivo se había bloqueado, porque para los clubes el gran problema residía en el conflicto por los derechos audiovisuales, que no querían soltar, pero que resultaba clave para acordar unos estatutos.

La AFE exigió una respuesta porque es “una reivindicación histórica de igualdad por unas mínimas condiciones laborales”. Y denunció en aquel momento el bloqueo de la Asociación de Clubes de Futbol Femenino.

Las jugadoras se quejaban de la poca seriedad con que era tratado el futbol femenil, en cosas mínimas como el césped artificial para sus canchas o la ausencia de los servicios de ambulancias en los estadios. Finalmente, lo consiguieron, aunque eso supuso también que los clubes dejaran en el camino a varias de las demandantes.

Desde entonces, los partidos del futbol femenil van llenando los estadios de toda España.

Mundial incierto

Ante todos los obstáculos, esta selección consiguió ir paso a paso, incluso, superar baches en este Mundial en Australia. Primero consiguieron un triunfo ante Costa Rica por 3-0, que les dio una cierta tranquilidad.

Esa sensación de que iban en forma se confirmó en el segundo juego al vencer 5-0 a Zambia.

Pero después vino un revés contra Japón, que les dio un batacazo de 0-4 ante la escuadra nipona, que las colocó en una prueba de fuego que definiría el éxito o el fracaso de las españolas para el resto del campeonato.

La escuadra española afinó su estrategia y venció después a Suiza por 5-1; luego superaron 2-1 a Holanda y repitieron el mismo marcador frente a Suecia, partido que les dio el pase a la final, ante Inglaterra.

Una de las grandes expectativas del mundial fue el regreso de Alexia Putellas al terreno de juego después de la grave lesión en la rodilla que la mantuvo alejada prácticamente una temporada.

Las distintas jornadas del mundial permitieron que destacaran algunas jugadoras, como la mediocampista Tere Abelleira y la extremo Salma Paralluelo. Ésta última de hecho marcó dos goles claves en el torneo, lo que le permitió, a sus 19 años y con solo una temporada en el futbol profesional, ser premiada como la mejor jugadora joven de este Mundial.

Irene Paredes declaró en algún momento de la competencia, “muchas hemos crecido pensando que este no era nuestro lugar”, lo que define el mundo de la testosterona que ha marcado el ambiente del futbol español y de muchos otros países.

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