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Jessica García, pelear con un solo brazo en la vida y en el tatami
Primera mexicana campeona mundial de parataekwondo, Jessica García comparte cómo de ser tímida ahora atesora sus moretones de combate. La paratleta ganó la plata en los Parapanamericanos 2023 y es la segunda mejor rankeada en la categoría K44 de menos de 52 kilos a nivel mundial.CIUDAD DE MÉXICO) (Proceso).- Jessica García nació con dismelia, un proceso anormal congénito que se caracteriza por la ausencia o graves malformaciones de las extremidades del cuerpo. En su caso, su brazo izquierdo está acortado. Desde niña tuvo que aprender que es una persona con discapacidad -o con una diversidad motriz o funcional, como la nombran quienes pugnan por cambiar la convención internacional-, así que su vida diaria era ir a la escuela y llegar a casa en su natal y calurosa Mérida para ver caricaturas en la televisión. Le costaba trabajo socializar, se sentía señalada.
“En la primaria era bastante tímida. No me gustaba que me vieran y ocultaba mi brazo izquierdo con la chamarra o el suéter del uniforme. Además los niños podían ser muy crueles con los comentarios que me hacían, aunque ahora comprendo que eso sucedía porque sus padres no los educaban. Fue una etapa muy complicada para mí”, dice.
Todo cambió cuando cumplió ochos años. Su papá la animó a practicar algún deporte con la intención de que se sintiera más segura y entendiera que su condición no es un limitante. Por casualidad el señor García encontró un volante en la calle en el que anunciaban una escuela nueva de taekwondo, la Academia del Grupo Halcones, dirigida por la taekwondista y entrenadora Mónica Ferráez. Ahí corrió a inscribir a su hija.
“Después del primer día que Jessica llegó a la escuela, recuerdo que llamé por teléfono a mi maestro para contarle que había ido una niña de 8 años que no tenía un brazo, no sabía cómo trabajar con ella. Nadie me había preparado para entrenar a una persona con discapacidad. ´Tú da tu clase igual, no le pongas límites, que sea ella quien se los ponga y trabajen entre las dos para vencer cualquier obstáculo´, me dijo. Jessica formó parte de la primera generación que entrené, ella abrió mi panorama, no sólo profesional, sino también personal”, dice Ferráez.
La intuición e iniciativa de la entrenadora fueron sus primeras armas para enfrentar ese nuevo reto. No se achicó. Confiesa que la falta de información acerca del paradeporte en México no facilitó las cosas, sin embargo, la comunicación con los padres de Jessica resultó fundamental para brindar mayo confianza en la niña, quien de por sí no desistía ante lo que se proponía. A eso se sumó el trato de sus compañeros en el tatami, pues nunca la vieron distinto.
Después, Ferraéz comenzó a instruirse no sólo de manera empírica en el deporte adaptado, sino también de manera técnica y teórica. Parte fundamental de la enseñanza a su pupila fue el movimiento con sus piernas para bloquear los golpes de las rivales y aprovechar la distancia para evitar que le conectaran puntos.
Un bálsamo llamado taekwondo
El taekwondo pronto impactó positivamente en la vida de la niña Jessica García. Comenzó a realizar tareas simples que antes no se atrevía, como vestirse sola, amarrarse las agujetas de sus tenis o peinarse. “Me costaba tiempo y esfuerzo hacer ese tipo de cosas, pero al final lo logré. También me di cuenta que no tenía por qué ocultar mi muñón porque no es algo que se pueda arreglar. Mi solución fue aceptarme”, recuerda.
Además, descubrió que al pisar el tatami, la superficie donde se llevan a cabo los combates de esta disciplina deportiva, su timidez desaparece y el deseo por pelear se apodera de ella, se convierte en otra persona. También se dio cuenta de que le gusta recibir golpes en su muñón. Los moretones que le dejan las rivales son trofeos que atesora.
Cuando era una novata del taewkondo y se preparaba para los exámenes en los que se otorgan las cintas de colores, que en este deporte se entregan a los practicantes principiantes e intermedios, Jessica García se cuestionaba cómo los jueces entenderían lo que ella hace, ya que hay movimientos de defensa que se ejecutan con el brazo izquierdo.
Ella lo hizo como se lo permitió su cuerpo y así ganó. Quienes la veían se quedaban anonadados de ver a una niña sin un brazo completo practicar taekwondo. A diferencia de la vida, en el deporte jamás se sintió discriminada, incluso compitió con personas convencionales. Intentó ganarse un lugar en la selección nacional, pero no pudo porque no podía cubrirse adecuadamente de las patadas. Era común que por su lado izquierdo le conectaran muchos golpes.
Los resultados que obtenía siempre la hacían llorar. Jessica no se conformaba con competir, quería ganar y no desistió. No rendirse era sinónimo de que las personas con discapacidad también pueden ser exitosas en el deporte.
“Jessica siempre ha sido muy aguerrida, tanto en los entrenamientos como en combates. Sin embargo, en las peleas oficial le ganaban muy fácil porque no podía cubrir su flanco izquierdo. Era muy frustrante para ella. Incluso, en algún momento, sus papás y yo platicamos acerca de utilizar una prótesis y la respuesta de Jessica fue: ´No, si voy a ganar lo conseguiré así, no voy a usar ninguna prótesis, no quiero, ésta soy yo y trabajaré hasta lograrlo´. Y así lo hicimos”, recuerda Ferráez.
El oro después de 20 años
A los 18 años se retiró temporalmente del taekwondo para dedicarse a sus estudios. Se matriculó en la Escuela Normal Superior de Yucatán, donde se graduó para ser profesora de secundaria. Tres años después recibió una llamada de Mónica Ferráez que le cambiaría la vida. La entrenadora le dijo que tendría la oportunidad de entrar a la Selección Nacional de Parataekwondo. García no conocía esta disciplina del deporte adaptado, que en 2009 celebró su primer Campeonato Mundial en Bakú, Azerbaiyán, cuatro años después de que la Federación Mundial comenzó a promoverlo.
La mexicana fue asignada en la categoría K44 que es la más alta de las cuatro que existen. A ella pertenecen los deportistas que tienen pérdida de una mano o acortamiento de un brazo. En esta clase también compiten los participantes con falta de coordinación en un brazo. Son capaces de moverse, golpear y utilizar las mismas estrategias que los deportistas convencionales. La K viene de la palabra kyorugi que significa combate.
En 2016 Jannet Alegría, medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, se convirtió en la entrenadora nacional de para taekwondo. Un año después guió a García a ganar un bronce en el Abierto de Estados Unidos, en Las Vegas. En 2018 llegó su victoria internacional más importante hasta ese momento, el tercer lugar en el Campeonato Mundial de Londres.
En marzo de 2023 la fortuna volvió para Jessica García: la máxima gloria del deporte mexicano, la sinaloense María del Rosario Espinoza, comenzó a trabajar en la selección nacional con Janet Alegría. Espinoza, triple medallista olímpica y mundial, compartió todos sus conocimientos. De la mano de ambas la yucateca conquistó el oro mundial, resultado histórico para México.
“Tener a las profesoras Jannet y María del Rosario me ha dado un gran impulso deportivo y emocional. No sólo son dos entrenadoras preparadas a escala táctica y técnica, sino además cuentan con una amplia experiencia que me ha permitido crecer como para-atleta. Tenemos una sinergia muy fuerte. A ambas quiero darles la satisfacción de llegar a los Juegos Olímpicos y ganar una medalla”, comenta.
Dos décadas después Jessica García se convirtió en la primera campeona mundial mexicana de parataekwondo: conquistó la medalla de oro en la categoría de menos de 52 kilos tras vencer 3-1 a la egipcia Salma Ali Abd, en la modalidad de combate en el campeonato de 2023, realizado en Veracruz. La seleccionada nacional ya había ganado anteriormente dos preseas mundiales de bronce. Y en Santiago 2023, debutó en los Juegos Parapanamericanos, justa continental donde se colgó la medalla de plata
“El parataekwondo ha sido la mejor oportunidad de mi vida porque me permitió darme cuenta que no importa cuánto tiempo tardes en realizar algo, llegará el momento en que consigas eso por lo que has trabajado. A mí me llevó 20 años ganar mi medalla de oro mundial”.
En diciembre de 2023, García logró su clasificación a los Juegos Paralímpicos de París 2024 por la vía del ranking. Dentro del top 20 del ranking mundial sólo hay tres latinoamericanas, García (2) y las brasileñas Maria Machado (lugar 3) y Cristhiane Nascimento (6). Nacimiento fue superada por la mexicana en las semifinales del Grand Prix de París 2022.