LUSAIL, Qatar (AP). — De entrenar niños en Mallorca a dirigir a Lionel Messi en la final de un Mundial.

Lionel Scaloni hizo volar por los aires los prejuicios por su falta de experiencia cuando tomó las riendas de la selección albiceleste tras la debacle de Rusia 2018, sin más antecedentes que dirigir un equipo infantil en su ciudad de residencia y a los juveniles argentinos en un torneo.

Nunca había pasado en la historia moderna de la selección argentina que un entrenador sin experiencia previa en un club se sentara en la banca. Y ahora tras el triunfo 3-0 ante el último subcampeón Croacia en la semifinal de Qatar, Scaloni será parte del selecto grupo de entrenadores argentinos que dirigieron una final en el máximo escenario del futbol: Francisco Olazar, César Luis Menotti, Carlos Bilardo y Alejandro Sabella.

"Intento no emocionarme. Estoy en el lugar soñado para cualquier argentino. Cuando representás a tu país es imposible no hacer lo que hacen estos chicos, es emocionante", dijo Scaloni tras el triunfo. "Tenemos un cuerpo técnico que vive para la selección y que sufre como los jugadores y los hinchas".

Con 44 años, Scaloni es el entrenador más joven de la actual Copa del Mundo.

Menotti fue campeón en 1978 con 40 años, pero previamente había dirigido a Newell's y Huracán. A la misma edad, Bilardo guió a Diego Maradona al título en 1986. Previamente, estuvo al mando de Estudiantes, Deportivo Cali y San Lorenzo.

En tanto que Sabella había sido entrenador de Estudiantes ante de dirigir a sus 60 años a la Argentina en la final de Brasil 2014, en la que cayó derrotado ante Alemania.

"No puedo ponerme a la altura de gente que ha hecho historia en el mundo del futbol, no sólo de la Argentina. Jugar la final ya es un privilegio", dijo el estratega.

Scaloni era parte del cuerpo técnico de Jorge Sampaoli en Argentina durante el Mundial de 2018. Tiempo después participaba del torneo juvenil de la Alcudia con la selección Sub20 cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) le solicitó que asumiera provisoriamente al mando de la mayor, acéfala tras el despido de Sampaoli, para una serie de amistosos a fines de 2018.

Fue ratificado en el cargo tras el tercer puesto en la Copa América de 2019 y dos años después, se consagró campeón del mismo certamen tras vencer al clásico rival Brasil en una final en el estadio Maracaná. Fue el primer título que levantó el capitán Messi con la selección mayor de su país, que a su vez cortó una racha de casi 30 años sin vueltas olímpicas en grandes competiciones.

"Tenemos un cuerpo técnico muy bueno, que no deja nada al azar. La lectura que hacen de cada partido después sucede", lo destacó Messi. "Este grupo es muy inteligente, sabe leer los momentos de cada partido. Lo dijo Scaloni: sabe sufrir cuando tiene que sufrir y tener la pelota cuando hay que tenerla".

Exjugador de la selección desde juveniles a la mayor, Scaloni dio forma a un equipo integrado por los sobrevivientes de la camada que se había quedado a las puertas de la gloria en el Mundial de 2014 y en las Copas Américas de 2015 y 2016 — Messi, Ángel Di María, Nicolás Otamendi — y nuevos talentos, como el arquero Emiliano Martínez, Cristian Romero, Leandro Paredes y Rodrigo De Paul.

Se ha definido a su selección como "camaleónica", capaz de adaptarse a distintos esquemas con intérpretes distintos de un partido a otro. Nunca repitió el mismo equipo en el Mundial.

El secreto de su éxito, según el estratega, es la experiencia previa como jugador de selección, al igual que sus asistentes Roberto Ayala, Walter Samuel y Pablo Aimar.

"Hemos vivido cosas muy fuertes en selección tanto positivas como negativas...Es positivo que estén los exjugadores que han vivido una generación no tan buena para compartirle a los jugadores los momentos que se vivieron", resaltó.

Y por supuesto, los jugadores.

"Si te equivocás, lo arreglan ellos. Es un orgullo poder dirigirlos", elogió Scaloni sobre sus dirigidos. "Son los mejores del país. Es todo más fácil y cuando puede haber un error corrigen y te dan la mano".