CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Por fin, por primera vez en 23 años, el Cruz Azul se coronó campeón de la Liga MX al empatar 1-1 en la final de vuelta (2-1 en el global) al Santos Laguna, en la cancha del estadio Azteca.

La Máquina Celeste, que dirige Juan Reynoso, rompió al final la maldición de no poder alzar el título de liga tras haberlo buscado en los torneos Invierno 99, Clausura 2008, Apertura 2008, Apertura 2009, Clausura 2013 y Apertura 2018.

El Cruz Azul conquistó así su novena corona de liga con lo que se acercó a uno del Toluca, que es el tercer equipo más ganador en México detrás de las Chivas con 12 y el América con 13.

El cuadro celeste llegó a la final de vuelta con la ventaja 1-0 que le daba cierta tranquilidad, pero sin algo seguro dados sus antecedentes de dejar escapar los títulos en los últimos segundos y de manera inesperada.

El primer tiempo fue trabado, sin que ambos equipos se hicieran daño hasta que al 36 llegó un gol que le borró la sonrisa a los cruzazulinos.

El Santos se puso al frente 1-0 (global 1-1) con un golazo del mediocampista chileno Diego Valdés que arrastrando la marca de los celestes disparó desde fuera del área para mandar el balón al fondo de las redes.

Pero Cruz Azul no se amilanó. Amanecía en la segunda mitad del encuentro cuando Jonathan “Cabecita” Rodríguez hizo estallar a la tribuna cuando apareció completamente solo en medio de la defensa santista para definir de derecha el 1-1 (2-1 global) que los hizo acariciar el título.

Santos cerró el encuentro presionando y al 83 un desvió defensivo de “Cabecita” Rodríguez salvó la cabaña de Jesús Corona.

El partido terminó caliente cuando las bancas se vaciaron y le peruano Juan Reynoso se lio a empujones con los jugadores del Santos porque a pesar de que ya habían corrido los cinco minutos que añadió el árbitro central, pero que alargó el encuentro de manera innecesaria.