Jazz
El Jazz Latino y su resistencia cultural en CDMX
Ante la crisis del Jazz en México, que refleja una desconexión social con la cultura, así como la falta espacios de difusión y de apoyo institucional, Barreto y Funtanet llevan más de un año realizando listening parties en el club Parker & Lenox, con el apoyo del equipo de Jazz en las Rocas.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Jazz Latino, un sonido que alguna vez fue vanguardia, comienza a recuperar protagonismo en las listening parties de la Ciudad de México, una propuesta íntima y de escucha colectiva para conocer la historia del género que revolucionó la industria musical.
A través de melodías, datos y anécdotas, el selector Adrián Barreto y el cineasta Jordi Funtanet, crean un viaje sonoro para que los asistentes al evento conozcan, entiendan, vean y disfruten el Jazz de una forma distinta, con el contexto histórico de cada pieza.
“En estas listenings, el objetivo es hablar de Jazz principalmente y de distintas figuras, artistas o discos que creemos que tienen una historia importante que contar, una historia detrás (...) Es muy interesante que la gente conozca, entienda, que pueda disfrutar y escuchar de otra manera”, dijo Barreto en conversación con Proceso.
Barreto, originario de Chilpancingo, Guerrero, es un selector de vinilos, DJ, investigador, museólogo y coleccionista de música, lo que lo ha llevado no solamente a mezclar y tocar melodías, sino a compartir sus conocimientos con la comunidad.
Ante la crisis del Jazz en México, que refleja una desconexión social con la cultura, así como la falta espacios de difusión y de apoyo institucional, Barreto y Funtanet llevan más de un año realizando listening parties en el club Parker & Lenox, con el apoyo del equipo de Jazz en las Rocas, un podcast que difunde el conocimiento de músicos del género, no solo mexicanos, sino internacionales.
“Jordi les hace diversas entrevistas para conocer su música, su concepción. Y esto parte de toda una atmósfera que es Parker & Lenox, un club de Jazz que está en la Colonia Juárez, un escenario importantísimo aquí en la ciudad, y bueno, es una salida para poder contar todas estas historias”, explicó el selector.
Durante la Noche de Museos del pasado 24 de septiembre, Barreto y Funtanet llevaron a cabo el evento musical fuera de Parker & Lenox. Por primera vez cambiaron su lugar habitual para presentarse en el Museo del Estanquillo, fundado en 2006 por el deseo del escritor Carlos Monsiváis de compartir su colección cultural con el pueblo mexicano, integrada por más de 20 mil piezas, entre documentos históricos, pinturas, fotografías, audios, dibujos, partituras, entre otros.
Monsiváis era una persona ambiciosa en gustos musicales, que aprovechaba cada oportunidad para hacer referencia a géneros como el bolero, el mambo y, sobre todo, el Jazz.
“Para esta noche tratamos, principalmente, hablar del Jazz mexicano. Obviamente, para llegar al mismo, fuimos un poco a las raíces del género que después se conoció como Jazz Latino”.
“Al platicar con el Museo del Estanquillo y enterarnos de que tenía una colección de Carlos Monsiváis, específicamente de Jazz (...) tanto por su gusto musical, pero también como una forma de reflejar su pensamiento literario e intelectual, pues empezamos a planear esto (...) sobre todo con este interés de conocer su colección fonográfica”, explicó Barreto.
La Noche de Museos es un evento que se lleva a cabo los últimos miércoles de cada mes, donde decenas de recintos, centros e instituciones culturales extienden su horario regular para ofrecer talleres, recorridos guiados, expresiones artísticas y espectáculos como la reciente listening party, para hacer del arte una experiencia cotidiana y accesible.
Más que un simple encuentro para oír Jazz
La iniciativa de Barreto y Funtanet para la escucha colectiva, va más allá de un encuentro para el deleite musical. También se busca abrir un nuevo panorama de lo que se concibe como Jazz:
“El Jazz puede ser una forma de vida, un estilo musical que se basa en improvisación y en muchos otros elementos (...) Es un poco contar estas historias para ver que son muy cercanas a nosotros y que son una forma de contar nuestra cultura, nuestra relación con la música, con el Jazz, y conocer sobre todo lo que hay detrás, que muchas veces es complejo encontrar en redes o en distintos medios”, señaló Barreto.
Aunque el Jazz Latino es una de las variantes más atractivas gracias a la mezcla cubana, del Caribe y Latinoamérica en general, para el coleccionista de vinilos no deberían existir divisiones de terminología, porque al final todo es música:
"Hay muchas terminologías que a veces sirven para poder catalogar ciertas cosas. Pero en la música en sí, no sucede de esa forma. Siempre hay influencias de todo, se mezcla el Jazz con la música clásica, pero también se el soul, y éste con el R&B, después con el funk, y luego con la música disco. Igual pasa con la cumbia, la salsa”.
“Hay una influencia de todo, que al final para mí es música, y que esa concepción creo que es una forma de quitarnos nuestras divisiones y clichés sobre si es Jazz Latino o Space Jazz, porque el Jazz es una maraña muy difícil de definir, entonces nunca sabemos, es meterlo en algo indefinible”.
Barreto, quien comenzó a interesarse en la melodía afrocubana por parte de su abuelo músico, explicó que la música latina estuvo presente desde el inicio del Jazz, cuyo origen se remonta a la década de 1910 o incluso antes:
“Ya había una relación de Cuba, de México, del Caribe, de Haití, etcétera, que tenía que ver con el Jazz, y había músicos caribeños, cubanos, mexicanos, viviendo en New Orleans. Entonces, desde siempre, la música latina ha sido parte”.
En 2011, la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco), declaró el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz, para concientizar sobre el impacto cultural y social de este género musical, que, pese a su riqueza e influencia, enfrenta obstáculos que tienden a minimizar su repercusión frente a otras categorías más comerciales.
Aunque Barreto considera que hay muchos retos para el Jazz en México, uno de los más grandes “es contar estas historias”:
“Muchas veces pensamos que el Jazz empieza de determinado artista (...) pero es justo llevar a la gente a conocer toda la historia que hay detrás, es lo que le da valor a lo que viene”.
“Hay personas que dicen que el Jazz mexicano no existe o no evolucionó. Yo creo que más bien hay que hacer que conozcan el contexto (...) es importante irlo rescatando, dar esta información a la gente para que ellos mismos tengan otro panorama y empiecen a escuchar las cosas de otra forma”, concluyó el coleccionista.
De acuerdo con la Unesco, el Jazz es un “motor para la paz, la unidad, el diálogo y una mayor cooperación entre los pueblos”, que ha generado impactos musicales, sociales, culturales, políticos y educativos de gran alcance.
Pese a las críticas que tuvo, fungió como una revolución sonora y simbólica, una forma de lucha y una estética de libertad artística, principalmente entre la comunidad afroamericana del siglo XIX en Nueva Orleans.
En la sociedad actual, el Jazz enfrenta retos profundos que van más allá de la industria musical, pero su vigencia no se mide por un público masivo, sino por su persistencia como expresión artística de resistencia e identidad.