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“Bird. Emprender el vuelo”, la nueva película de la directora británica Andrea Arnold, en México

La cinta, presentada por primera vez en Cannes, se ocupa de la marginación, el abandono, los sueños, la búsqueda de la felicidad y la fuerza para seguir adelante, pero sin caer en lo cursi o basarse en el dolor.
jueves, 17 de julio de 2025 · 22:35

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La película “Bird. Emprender el vuelo”, de la británica Andrea Arnold, es una ficción con realismo social y mágico, que muestra la difícil vida de Bailey, una niña de 12 años, quien vive en los suburbios de Kent, Inglaterra.

La ganadora del Oscar por su cortometraje “Wasp” y también realizadora de los largometrajes “Red road”, “Fish tank” y “Dulzura americana”, todos ganadores del Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes, escogió a Nykiya Adams, una actriz infantil inglesa, quien no había trabajado en cine, para “Bird…” (Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Alemania, 2024) y recreó a Bailey, y su trabajo ha sido aclamado por la crítica, y es que su interpretación es colosal y conmueve.

En el filme, que forma parte de la cartelera mexicana bajo la distribución de Tulip Pictures, Bailey vive con su negligente padre y su medio hermano. Su mamá vive en otro domicilio y padece violencia doméstica. Mientras su papá está a punto de casarse, ella trata de salvar a su mamá.

En ese instante conoce al misterioso joven Bird, interpretado por Franz Rogowski, a quien recordamos en filmes como “Great freedom” y “Passages”. Él acompaña a la chica en los momentos más complicados. Su amistad es única y respetuosa, además se divierten.

El padre es Barry Keoghan, nominado al Oscar y dos veces al Golden Globe y ganador de un BAFTA. También actúan Jason Buda, Jasmine Jobson, Frankie Box y James Nelson-Joyce.

Arnold, quien también escribió el guión, ha contado que la idea de “Bird…” surgió de una imagen recurrente en su mente: Un hombre desnudo en un tejado envuelto en niebla. Así que dicha visión dio origen a una narrativa que combina lo cotidiano con lo fantástico.

La cinta, presentada por primera vez en Cannes, se ocupa de la marginación, el abandono, el cambio de niñez a la adolescencia, los sueños, la búsqueda de la felicidad y la fuerza para seguir adelante, pero sin caer en lo cursi o basarse en el dolor, ya que la directora mantiene una balanza para que ningún personaje sea culpable, víctima o un héroe, pero Bailey posee una sensibilidad para lograr abrir puertas para la esperanza.

El drama de 119 minutos no es moralista ni tampoco educativo, únicamente se enfoca en el día al día de una niña afrodescendiente que vive en un barrio pobre, pero intenta ocupar un lugar en la sociedad sin pedir nada a cambio ni dañar a nadie.

 

 

 

 

 

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