Cultura

“Cuauhtémoc, el máximo héroe de la resistencia en México”: Pablo Moctezuma Barragán

Descendiente de la monarquía mexica, el investigador de la UAM reivindica la figura de “el único héroe a la altura del arte”, a 200 años del asesinato perpetrado por Hernán Cortes, de acuerdo a su libro "Cuauhtémoc. Águila que retoma el vuelo".
sábado, 1 de marzo de 2025 · 08:13

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Ha recorrido distintos estados y foros desde finales del año pasado buscando reivindicar la figura de Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, del que este 28 de febrero se conmemoraron 500 años de su deceso a manos de Hernán Cortés. Así, Pablo Moctezuma Barragán, doctor en Estudios Urbanos por la UAM, investigador y autor del volumen Cuauhtémoc. Águila que retoma el vuelo, advierte que el asesinato “no fue una ejecución común como ahora advierte el gobierno de manera ‘política’, fue un crimen, un magnicidio”.

Con ese volumen el también autor de Aspectos del desarrollo político y social de México (1984), México: dependencia y autoritarismo (1994), Moctezuma y el Anáhuac (1996), entre otros, descendiente de Cuauhtémoc e invitado de honor en el acto que el gobierno mexicano rinde la mañana de este viernes en Palacio Nacional, busca elevar la figura del “joven abuelo” -como lo llamara el poeta Ramón López Velarde- recorriendo desde finales del año pasado distintos puntos del país para presentar el libro.

Resultado de casi tres décadas de investigación, Moctezuma Barragán consideró como fuentes de estudio los escritos de Eulalia Guzmán (1890-1985), feminista, historiadora, “una mujer de primera”, quien investigó y aseveró que los restos de Cuauhtémoc se encontraron en Ixcateopan de Cuauhtémoc (Guerrero).

Sobre la muerte de Cuauhtémoc, tema de debate de múltiples historiadores, recordó:

“Hernán Cortés se lo llevó a la selva de Tabasco, cerca de Campeche, para matarlo con pocos testigos presenciales que incluyen a Bernal Díaz del Castillo y Ecatzin, quien fue un guerrero mexica, un indígena vendido a Hernán Cortés, quien a su vez lo impuso como tlatoani de Tlatelolco.

Cortés inventa una conspiración contra Cuauhtémoc, lo juzga y lo mata. Se habla de un ‘enjuiciamiento’ y muerte de Cuauhtémoc cuando fue un vil y artero asesinato, y no sólo lo mató a él, mató al tlatoani de Tacuba y Texcoco, y a sus familiares. Se habla de que mató hasta a nueve tlatoanis ahorcándolos de una ceiba, al igual que a Juan Fray de Tecto, confesor de Carlos V, pues al regresar iba a contar todo lo que vio.

Moctezuma Barragán hace énfasis en que Cortés y su gente eran personas del siglo XV con una mentalidad cerrada que no podían ni les interesaba entender una civilización distinta a la de ellos, una mentalidad atrasada que no comprendía más allá:

“En España había gente de todo, gente de bien, de trabajo, pero también gente de mal, los que vinieron con Cortés eran personas con problemas, asesinos, violadores, ladrones de lo peor que llagaron luego de un decreto de la reina Isabel del 21 de mayo de 1499 que liberó los presos para el mar.    Así, Cortés llega a Veracruz huyendo del virrey, desde Cuba”.

–¿Cómo conmemorar los 500 años de Cuauhtémoc?

–Antes que nada es importante que lo reconozcamos como un crimen, no hubo juicio, no sólo le quemaron los pies con aceite hirviendo, también le quemaron las manos porque era un guerrero formidable, así estaba totalmente sujeto y no podía organizar nada.

“A 500 años sigue muy fuerte la corriente hispanista de las versiones de Cortés calumniando a Cuauhtémoc de matar a los descendientes de Moctezuma para tener el ‘trono’, cosa falsa porque los dirigentes se elegían por méritos, era una sociedad que estaba organizada en calpullis (unidades de tipo social y cultural), y había uno específico para elegir a gobernantes, no había reyes, los tlatoanis eran electos por méritos en el Tlactocan, y a Cuauhtémoc lo eligen cuando tenía veinte años por ser un hombre valiente, inteligente y hábil”.

Editado en Sísifo Ediciones, el volumen de 237 páginas se puede adquirir en presentaciones físicas o a través de plataformas de compra en línea como Mercado Libre, y en cuya contraportada se lee:

“Un joven de 24 años fue asesinado el 28 de febrero de 1525, hace 500 años. Ese joven era un dirigente comunitario en el Anáhuac que buscaba la alianza de los pueblos para enfrentar al invasor extranjero. El tlahtoani Cuauhtémoc es el máximo héroe de la resistencia en México, su llamado a la unidad contra el colonialismo fue la primera piedra para la construcción de México y fortalecer la resistencia y defensa de las naciones originarias. Hoy que enfrentamos el neocolonialismo y el neoliberalismo, su ejemplo nos acompaña a través de nuestras luchas, el águila que descendió y atacó a los españoles retoma el vuelo.

“Este libro busca rescatar la verdad sobre Cuauhtémoc y la gran civilización que él defendió con su vida a la cabeza de su pueblo. Asimismo exhibe los móviles de los imperialistas españoles en nuestras tierras, las mentiras de Hernán Cortés y su bárbara soldadesca. Explica la lógica de las alíanos y su utilización por los españoles invasores para sus fines de apoderarse de nuestras tierras y someter a los pueblos”.

Moctezuma Barragán. El asesinato. Foto: Niza Rivera

Su lucha, la de México hoy

Se le recuerda a Moctezuma Barragán el significado en náhuatl de Cuauhtémoc:

águila que cae, pero que baja o desciende para atacar, una idea que a su vez fue la inspiración para el título de su libro:

“Sí, es el ‘águila que desciende’, pero con el título lo que quiero decir es que a 500 años su ejemplo sigue vivo, es el máximo héroe de la resistencia mexica, y así como resistió contra el imperialismo español, la invasión de nuestras tierras por parte de España, ahora tenemos el peligro del neocolonialismo de Estados Unidos con Donald Trump, de las corporaciones extranjeras, como las canadienses que se apoderan de nuestros minerales. Antes eran los españoles, hoy son las corporaciones norteamericanas.

“El pueblo de México tiene que dar una lucha contra el neocolonialismo para ser plenamente soberano e independiente. Digo ‘Águila que retoma el vuelo’ porque habrá que dar nuevas luchas por una verdadera independencia de México”.

A la par de la conmemoración de Cuauhtémoc se evoca este año también las siete centurias de la fundación de México-Tenochtitlán, este 13 de marzo, lo que a su decir es un momento de reflexión:

“No hay mejor manera de conmemorar que rescatando nuestra memoria histórica, no siguiendo la narrativa euro-centrista, recuperando el orgullo de la gran civilización del Anáhuac. En el mundo ha habido cinco civilizaciones originarias, la china, la mesopotámica, la del valle de la India, la inca, y la nuestra.

Apoteosis de Cuauhtémoc”, de Siqueiros, en Bellas Artes. Foto: INBAL

Es una cultura originaria que resolvió problemas, en cada calpulli se sembraban sus propios alimentos, sus propios abonos; actualmente se importa la mitad de los alimentos, y si hay una guerra como la de Rusia-Ucrania, pues nos afecta porque importamos fertilizantes de Rusia. En ese entonces había soberanía alimentaria, lo que hoy se llama agro-ecología, y lo aztecas eran grandes arquitectos e ingenieros, se tenían jardines botánicos y zoológicos doscientos años antes que en Europa, había armonía con la naturaleza y un manejo del agua importante. Teníamos una gran cultura.

El escritor, que dedica el volumen “al espíritu de Cuauhtémoc que anima cada lucha de resistencia…”, insiste en rescatar a Cuauhtémoc como el gran héroe de la resistencia, el que puso la primera piedra en la construcción de Mexico al llamar a todos los pueblos indígenas contra los españoles.

Y remata con el último mensaje de Cuauhtémoc, la noche del 12 de agosto de 1521, cuando se vio orillado a rendir a México-Tenochtitlan:

Nuestro sol se ocultó.

Nuestro sol se perdió de vista.

Y en completa obscuridad nos ha dejado.

Pero sabemos que otra vez volverá.

Y nuevamente nos alumbrará.

        

Muy pronto reunámonos, estrechémonos,

Y en el centro de nuestro ser ocultemos

Todo lo que nuestro corazón ama

Y dan esos que es gran tesoro…

No olviden informar a sus hijos

Cuan buena será

Cómo se levantará y alcanzará fuerza

Y cuán bien realizará su gran destino

Esta nuestra amada madre tierra Anáhuac.

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