Justicia
María Elena Ríos: “Siento mi proceso como una moneda en el aire”
En entrevista con Proceso, la saxofonista e impulsora de la Ley Malena advierte sobre su caso que no conseguirá una “justicia completa”, y pide al gobierno una mejor protección, pues es víctima, dice, de amedrentamientos de parte de sus agresores.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Hace cinco años, exactamente el 9 de septiembre de 2019, la saxofonista, activista y comunicóloga mixteca María Elena Ríos Ortiz fue atacada con ácido sulfúrico por tres hombres. Sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en 80% de su cuerpo y rostro. Y su lucha por justicia y para que no haya más víctimas ha sido ardua.
En entrevista, su primera expresión es directa y abrumadora:
“La verdad, me siento muy cansada”.
Mas su actitud es inmutable.
“No ha sido una batalla, ni una pelea, sino una guerra constante. Socialmente se sigue pensando que defenderte es sinónimo de ser peleonera y que nada te gusta. El hecho de denunciar no significa que eres una amargada, simboliza que la lucha de las mujeres ha valido mucho la pena, hasta para tomar ese respiro y decir: ‘Me pasó esto y ahora tal persona me está haciendo esto’. Quizá no se avanza a pasos agigantados, pero para mí es una gran ganancia y una satisfacción que por lo menos no me caiga”.
Estuvo hospitalizada más de tres meses. Se ha sometido a varias cirugías, injertos de piel y múltiples tratamientos dermatológicos. Esos hombres la agredieron por orden, presuntamente, de su expareja sentimental, el exdiputado priista y empresario gasolinero Juan Antonio Vera Carrizal (quien se encuentra en la cárcel) y su hijo Juan Antonio Vera Hernández (se halla prófugo).
Ríos Ortiz (Santo Domingo Tonalá, Oaxaca, 1993) continúa con la charla:
“Siento mi proceso como una moneda en el aire, donde se ha jugado y violentado mucho, y a las víctimas nos obligan a pasar por momentos de incertidumbre. No es como lo ha querido hacer ver la defensa en medios de comunicación pagados, los cuales se dedican a decir ‘¡es una mentirosa!’, y señalan que no aporté las pruebas suficientes. Y no fueron una o dos pruebas, sino más de veinte las que dejan en evidencia no solamente la vinculación de Vera Carrizal, sino la planeación, la ejecución y la verificación del ataque con ácido, y además se comprueba, a través de otros dictámenes periciales, que es un feminicida en potencia”.
El pasado 14 de agosto el juez del Tribunal de Enjuiciamiento del Circuito Judicial de la Mixteca, José Gabriel Ramírez Montaño, emitió una resolución en la cual absolvía a Vera Carrizal, así como a dos presuntos cómplices, de intento de feminicidio tras arrojar una cubeta de ácido a Ríos Ortiz, y ordenaba la liberación inmediata de la prisión a sus agresores.
Horas después, ese fallo fue invalidado por la jueza sustituta del Tribunal de Enjuiciamiento del Circuito Judicial de la Mixteca, María Antonia Esteva Domínguez, por presuntos actos de corrupción por parte del juez que dictó la resolución; además, se ordenó una investigación y se le desconoció del caso.
16 días después, la instrumentista informó en sus redes que el juez Ramírez Montaño fue suspendido del Tribunal de Enjuiciamiento. Ante Proceso, ella manifiesta que tuvo malos tratos de ese juez y misoginia:
“Él, desde sus cuentas personales, manifestó que la ministerio público es una mentirosa y una corrupta, pero eso se demuestra. Él varias veces manifestó al fiscal general que no sabe qué tanto interés tiene la ministerio público en defenderme. La ministerio público debe defender a la víctima. Incluso en una mesa se atrevió a decirme mentirosa.
“Además me coartaba del derecho a estar revisando mi causa digital, a ver las actualizaciones de oficios. No me daba acceso, ni a la asesora particular de ese entonces, ni a la ministerio público. Cada día que empezaba una audiencia, había una campaña digital de odio, ya que páginas de Facebook, como Noticiasheyoaxaca y Zonaroja, en fin, se dedicaban a revictimizarme sacando documentos que se encontraban en la causa digital, donde yo no tenía acceso. En una ocasión le dije al juez: ‘Que quede constancia de que ni las abogadas ni yo tuvimos acceso a esos escritos y el único que publicó eso fue el juez José Ramírez Montaño’, y él automáticamente me contestó: ‘Que quede constancia de que la víctima solamente viene a decir mentiras’. ¿Cómo un servidor público le va a decir eso a una víctima?”.
A decir suyo, Ramírez Montaño “favoreció a su agresor aparentemente por la cantidad de 25 millones de pesos”. La audiencia con este juez duró alrededor de dos meses, informa.
En cuanto a lo procesal, enfatiza que le fue concedida la reposición del juicio:
“Es volver a desahogar la carga probatoria para ahora sí condenar a Vera Carrizal. Primero se había fijado la fecha del 21 de agosto, y luego se cambió al 29 del mismo mes. Y recibí una notificación que siempre no sería la jueza que había publicado el tribunal, sino que sería un juez el que llevaría a cabo la reposición.
“El viernes 30 de agosto se suponía que era mi audiencia para volver a desahogar la carga probatoria, es decir, reponer nuevamente la audiencia al juicio oral, pero la suspendieron porque antes me notificaron dos amparos, uno por Vera Carrizal y el otro por Rubén Loaiza Chávez. Parece que se le da la oportunidad a los agresores de tramitar diez amparos, de los cuales les aceptaron dos”.
–¿De qué trata su amparo?
–Que se deje sin efecto el hecho de que se reponga el proceso y se continúe a darle lectura a ese veredicto de liberación de los imputados para que puedan salir. Mientras, me siguen postergando el proceso en busca de justicia. En Oaxaca se prioriza más al victimario que a la víctima. Espero que se pueda dictar de nuevo una fecha para el desahogo de mi juicio. A mí me parece un infortunio”.
Una protección débil
El 3 de abril de 2023, Ríos Ortiz comunicó que su familia y ella ya estaban dentro del Mecanismo de Protección Federal para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
–Si liberan a sus agresores, ¿qué peligro corre?
–El peligro es latente. He manifestado al Mecanismo de Protección Federal toda mi situación y han sido muy negligentes. Es selectivo e incluso un poco clasista. A mí me ha tocado ver a otros beneficiarios que no corren el peligro que yo y traen, por ejemplo, una camioneta blindada y cuentan con más escoltas, y a mí no. Por ejemplo, les dije que me apoyaran, por favor, con la Guardia Nacional en las audiencias, porque mi agresor lleva a su familia y dirigentes de asociaciones, como CATEM (Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México); es que hay grupos en Oaxaca, no todos, como de choque.
La resguardan cuatro policías, dos por turno, y ha solicitado ampliación y la camioneta blindada, “porque yo he tenido dos ataques de armas largas, y cuando he ido al tribunal la familia de mi agresor graba la camioneta y sabe qué placa es”. Sigue:
“He denunciado en todo este tiempo que Vera Carrizal no solamente era amigo del gobernador Alejandro Murat Hinojosa, que ya es senador (de Morena), sino que posee poder adquisitivo también de medios de comunicación. No es gratuito que no haya denuncias del hijo prófugo (Vera Hernández), que dicen que anda en Oaxaca, porque ellos tienen comprada a la policía estatal, y me consta, porque la policía estatal llegaba a la sala de audiencia a amedrentarme. No les cuesta corromper a alguien de la caseta o que pongan a alguien esperando en la caseta de salida rumbo a México y les digan ‘ya pasó la camioneta, con tales placas, ¡quiébratelos!’ Por eso recurro a la denuncia, solamente así siento que mi vida está a salvo, pero el Mecanismo de Protección Federal ha hecho caso omiso a mis solicitudes”.
Cuenta que lleva también el botón de pánico:
“Pero no es eficiente cuando han surgido emergencias. Por ejemplo, en el último atentado que padecí el 15 de septiembre de 2023, le avisé a la señorita que atiende: ‘Me vienen persiguiendo, me quieren matar, detonaron un arma larga’. Y la chica me dijo: ‘Me podría decir el número de placas del auto que la va siguiendo’. Le contesté: ‘Señorita, ¿cómo?, si yo voy huyendo’. Dios es grande, por eso estoy viva, pero es una situación de mucho riesgo.
“Yo no hago una demanda, sino una solicitud abierta al gobierno para que me proteja. ¡Necesito ser ministra, magistrada o una periodista de renombre para que de verdad merezca! A eso me refiero cuando el Mecanismo de Protección Federal es elitista”.
–¿Cómo trabaja usted la parte emocional?
–Llevo terapia, contención psicológica. La verdad, tanta violencia te hace reaccionar, y yo he reaccionado varias veces porque uno tiene un límite. Tú y cualquier ser humano poseemos un límite y explotas. Creo que un factor importante que me ha mantenido de pie, además del impresionante apoyo social y familiar, es la música.
Ríos Ortiz formó parte de la orquesta municipal de su pueblo a los nueve años. Estudió Comunicación en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y Música en el Benemérito Conservatorio de Música de Puebla.
En 2022 tocó el saxofón con la Banda Femenil Mujeres del Viento Florido de Oaxaca, también participó con el grupo de rock mexicano Maldita Vecindad en el Vive Latino, y ese mismo año acompañó a Lila Downs en una presentación en el marco de la Guelaguetza en Oaxaca.
Fue invitada el 9 de febrero de 2023 al concierto del cantante Alejandro Sanz en el Auditorio Nacional, con quien interpretó el tema “Cuando nadie me ve”. En ese añó retomó sus estudios de música en la Universidad Nacional Autónoma de México, por lo cual reside en la capital del país.
Sigo estudiando. Aunque muchas veces no lo manifiesto de manera pública, estas situaciones de estar corriendo, dejar un escrito, tramitar un amparo, físicamente asistir a varios lugares y reunirse con las abogadas, en fin, con el estudio y los momentos que tengo de ensayo, que son dos días a la semana durante tres horas seguidas en un ensamble, o practicar con otros compañeros, por lo menos me hacen calmarme de las emociones que tengo.
Agradece la posibilidad de acercarse a la música:
“Me atrevo a decir que ha sido terapéutico, eso no quiere decir que no me sienta mal. Hoy me sentía muy mal porque comentaba que de alguna manera están tomando posesión a ciertos cargos personas que obstaculizaron mi proceso. Me reservo todo eso, porque si lo digo van a expresar: ‘¡Ay!, con todo mundo pelea’”.
La Ley Malena
Ríos Ortiz, junto con otras activistas y sobrevivientes de ataques de ácido, y la diputada morenista Marcela Fuente Castillo, buscó impulsar la Ley Ácida, también conocida Ley Malena, en honor de la saxofonista. Participaron en el Congreso de la Ciudad de México el 6 de marzo de 2023 con el foro Ley Malena.
–La Ley Malena, ¿qué tanto le ha ayudado? Se aprobó primero en Puebla y se ha extendido a la Ciudad de México, Baja California, Quintana Roo, Nayarit y Guerrero.
–Yo siempre estuve consciente de que reformar el Código Penal para considerar la violencia ácida como tentativa de feminicidio y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Constitución no iba a ser una tarea fácil. Mas encontré a mujeres legisladoras con la intención de hacer un cambio, y cuando platicaba con ellas y les relataba de manera más específica qué conlleva un ataque de estos, su interés incrementó. Cuando me llaman para promover la ley, les recomiendo crear foros con sobrevivientes, especialistas, médicos y legales jurídicos.
Con vigor, la activista acentúa:
“Sé que no voy a conseguir una justicia completa, soy realista. ¿Por qué?, porque nada me va a devolver mi piel, ni cinco años de vida. Me ha tocado ver cómo transcurre el tiempo, pero sigo estando en mis 26 años. Creo que esta ley es muy importante y tampoco puedo decir que se van a frenar los ataques con ácido, porque estamos en una sociedad muy cruel, muy machista, muy violenta. Se sigue teniendo posesión de los cuerpos y las vidas de las mujeres, mas algo que me llena de satisfacción es que por lo menos los procesos de las compañeras que sean agredidas ya no van a ser tan engorrosos como el mío, donde he peleado una y otra vez, y le he ganado a mi agresor, o sea, han sido batallas jurídicas en donde le hemos ganado de que no son lesiones, es un feminicidio grado de tentativa.
“Yo espero que sea una ley nacional, que se cubran todos los estados de la República y que se siga trabajando, no con este análisis, porque no es lo mismo reformar en Puebla que en Oaxaca; este último estado fue el primero en reformarlo, no como feminicidio, sino como lesiones en razón de género. Se reformó de esa manera porque había poco conocimiento, no hay registro de casos, no saben de qué trata exactamente la agresión, sin embargo, a partir de mi tema se hizo el esfuerzo”.
Subraya:
“Es una ley democrática, porque ha participado la mayoría de las víctimas que conozco, dieron su punto de vista. Es una ley integral, se ve la característica de una mujer trans, que igual han sufrido este tipo de violencia y siguen invisibilizadas de una manera muy violenta cuando dicen que son hombres vestidos de mujer. En esta parte ganamos otra batalla entre la diversidad. Hay que seguir conociendo más casos para poder seguirla ampliando y que pueda ser todavía más integral de lo que ya se estipuló.
“Voy a seguir impulsando la ley con las compañeras, y mi tema legal espero se resuelva este mismo año y ya no se alargue, porque entonces ¿de qué sirve la frase de una justicia pronta y expedita? El hecho de que haya logrado entrar a la escuela para mí es un logro personal muy importante, lo cual me tiene contenta”.
Tenoch Huerta
En el año 2022, Ríos Ortiz, por ser activista, se relacionó con Poder Prieto, asociación que buscaba concientizar y erradicar el racismo. Ahí conoció al actor Tenoch Huerta, miembro de ese colectivo, con quien entabló una relación personal. Ella hizo público que el intérprete de Namor en la película estadounidense Pantera Negra: Wakanda por siempre, era un “violentador sexual”. Entonces aseguró que fue víctima de stealthing (“secretamente”, en inglés), que es cuando un hombre se quita el preservativo en el acto sexual sin consentimiento. De dicha situación Ríos Ortiz no quiso hablar, porque “no deseo desviar la atención de mi caso contra Vera Carrizal; la verdad, priorizo mucho mi proceso”.
Al preguntarle si va a denunciar al actor, sólo responde:
“¿Cómo vas a denunciar algo que no está penalizado? Yo lo que puedo decir es que no soy ninguna mentirosa”.
También se rehusó a comentar sobre su registro como diputada suplente por Morena.
Otras situaciones difíciles
El 5 de junio de 2012, Isabel Oliva Martínez Romero levantó una demanda (L.I 1007/HL/2012) en el Ministerio Público de la Agencia Local de Huajuapan de León, Oaxaca, contra Ríos Ortiz y su hermana Silvia, porque, a decir del documento, un día antes la golpearon e hirieron de gravedad.
Luego, el 7 de abril de 2013, se inició una investigación (L.I. 606/HL/2013) por “delito de lesiones con agravante de pandilla” cometido por miembros de su familia, donde está incluida la saxofonista, a Gonzalo Martínez Soriano y familiares.
Hacia 2015, la familia Ríos Ortiz salió de Santo Domingo Tonalá por presión de la comunidad, según varias publicaciones de Oaxaca, debido a los casos previos y a que el 9 de mayo de ese año su hermano Carlos apuñaló a muerte a Juan Carlos Durán Carrasco, un joven de 18 años. Entonces, testigos del suceso dan su testimonio al Ministerio Público (1411/HL/2015).
En torno a esos asuntos, Ríos Ortiz subraya tajante y tranquila:
“Todo eso es una campaña de desprestigio que empezó el día uno que me agredieron. En su propia radiodifusora, Juan Antonio Vera Carrizal dijo que fue muy lamentable lo que me pasó, eso es por el estilo de vida que llevo. Me inventan cosas, y claro que me duele. Es algo que se va a escuchar mal, pero ya me acostumbré. Mi rutina cuando me levanto es abrir Facebook y pongo ‘Elena Ríos saxofonista’. Abro el X (twitter): ‘Elena Ríos saxofonista’, y ubico ‘recientes’ en Google, y de ahí parte mi día de ¿qué voy a hacer? Ya me acostumbré a esa mala vida, pero yo estoy segura de que eso se tiene que acabar. Me ha costado mucho llegar a este momento, a un proceso penal, y no es sencillo. Ha sido muy cansado, pero algo que tenemos las oaxaqueñas es que no nos rendimos. Somos muy tercas. En algún momento el trombonista oaxaqueño Faustino Díaz me expresó. ‘Tú no eres mixteca, eres mixterca”.
Y así termina:
Somos un país culturalmente misógino y machista. Incluyéndonos las mujeres, que también nos estamos reconstruyendo. Cabe destacar que la lucha colectiva es muy valiosa, funciona, y lo mucho o poco que hemos logrado las mujeres, cada una desde nuestros espacios, ha sido gracias a muchas otras mujeres anónimas que han luchado en el camino.