CIUDAD DE MÉXICO (APRO).- Caifanes rindió ritual de rock la noche de este sábado 31 de agosto en el Estadio GNP Seguros ante 65 mil fans, dedicando consignas a la lucha feminista en contra de los feminicidios invitando a la cantante Vivir Quintana, y a los legendarios Guillermo Briseño y Sergio Arau.  

El espectáculo emprendió vuelo en sesión acústica a cargo del vocalista Saúl Hernández, el baterista Alfonso André, así como el tecladista y saxofonista Diego Herrera, tocando “Miedo”, “Viento” y “Antes de que nos olviden”.

La bandera de México se apreciaba en la colosal pantalla a telón de fondo para emprender el viaje rocker sumándose sus camaradas, el guitarrista Rodrigo Baills y el bajista Marco Rentería, haciendo temblar el recinto a los acordes de “Los dioses ocultos” y “Para que no digas que no pienso en ti”.

Efusiva bienvenida agasajó a la agrupación cuya primera tocada aconteció un 11 de abril de 1987 en el mítico escenario del desapareado Rockotitlán. Acudieron a la cita desde los coetáneos, familias con sus pequeños hijos, sin faltar jóvenes, al igual que los de antaño, corearon con todas sus energías de principio a fin.

@CAIFANESMEX rindió ritual de rock en pletórico Estadio GNP Seguros ante 65 mil fans, dedicando consignas a la lucha feminista convidando a Vivir Quintana, sumando en invitados especiales a Guillermo Briseño y Sergio Arau. #Caifanes ?????? pic.twitter.com/E4pH4CM6Vq

— Proceso Cultura (@ProcesoCultura) September 1, 2024

Visiblemente conmovido por la multitudinaria recepción, el espigado cantante de 60 años pronunció:

“¡Impresionante! ¡El espectáculo más grande de este concierto eres tú raza! ¡Gracias a ti suceden cosas mágicas, que Dios te bendiga siempre raza!”.

Las pasiones fulguraron a borbotones hasta el último rincón, los rostros de la emoción generalizada se observaban reflejados en filmaciones en vivo proyectándose en las plasmas del escenario, se percibía a los fans cantando fervientemente en conexión con los Caifanes, músicos a quienes también se les veía en las pantallas entregados a cada tema, considerándose “Nubes”, “Detrás de ti” y “María de mis alquimias”, convidando al legendario pianista Guillermo Briseño.

El espectáculo continuó en “Sombras en tiempos perdidos”. Hernández alzó la voz en consigna contra los feminicidios y violencia contra las mujeres:

“No podía pasar esta noche sin que comentemos lo que está pasando en este país con las mujeres, llevamos años denunciando los feminicidios. Estamos con un Estado de mucha promoción de muchas cosas, pero está muy lejos de nosotros, eso es lo triste”. 

Trazándose en la pantalla el mensaje “No más muertes”, concedió voz directa a la artista originaria de Coahuila, Vivir Quintana, a los cánticos del himno “Canción sin miedo”.

Cantamos sin miedo, pedimos justicia,

Gritamos por cada desaparecida,

Que resuene fuerte “¡nos queremos vivas!”

Que caiga con fuerza el feminicida…

Quintana hizo resonancia clamando:

“¡Ni una más, ni una menos, por todas las que están y por todas las que nos faltan!”.

Saúl continuó en proclamas, lamentó la problemática del suicidio en las juventudes:

“No hay un punto de enlace, comprensión, de consciencia, de amor, de empatía. En una sociedad como la nuestra tenemos que estar más unidos, más poderosos, hablar de estas cosas, porque hablando nos ayudamos, nos protegemos”.

En ese contexto dedicó “Inés” enlazándose con el video de la canción, cuya dirección, dibujo y fotografía corrió a cargo de Alejandro Magallanes, con animaciones de Manuel Báez. También reconoció a las infancias y agradeció a los pequeños asistentes afinando “Ayer me dijo un ave”.

En el ápice del espectáculo una llovizna pertinaz azotó sin menguar los ánimos de los reunidos. El ambiente de buena vibra avanzó invitando a escena al rocker Sergio Arau, recordando a la Botellita de Jerez al son de “Alármala de tos”.

Hilaron larga lista de éxitos en “El elefante”, “Cuéntame tu vida”, “Mátenme porque me muero”, “De noche todos los gatos son pardos” y “Aviéntame”. Ante el clima pluvioso, tomó palabra el líder vocalista:

“El agua los está purificando, fue generoso Tláloc, sabe que tú estás aquí, por eso te respeta”. 

Se rasgó “Perdí mi ojo de venado”, definiendo el ocaso en “Afuera”, dando ficticio adiós en despliegue escénico enalteciendo las raíces con danzantes prehispánicos. 

El retorno fue veloz ante los insaciables alaridos. La lluvia concedía tregua para dirigir la conclusión en “Nos vamos juntos”. Se rindió tributo a “El Divo de Juárez” Juan Gabriel (1950-2016) a través de “Te lo pido por favor”.

El final dorado fue concretado en “Aquí no es así”, “No dejes que...”, “La célula que explota” y “La Negra Tomasa”. Se unían a los filos de la tarima todos los Caifanes, incluyendo a sus invitados. Torrentes de halagos los cobijaron.