Ucrania
El viajero ucraniano que encontró refugio en México
Lázaro L. Torra, posteriormente convertido a la nacionalidad española tras el matrimonio con su esposa, acabó huyendo de la Segunda Guerra Mundial y de la dictadura Franquista y encontró un nuevo hogar en México donde abrió un restaurante en Santa María la Ribera.CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Lázaro L. Torra fue un obsesionado con la educación, cuando llegó a México huyendo de la guerra en Europa, encontró en ella un instrumento para agradecer de alguna manera al país que lo había recibido.
Dedicó su vida a una idea a la que llamó “La escuela del libro abierto”, a cual tenía como iniciativa hacer de los muros de la ciudad, un pizarrón para que los niños pudieran aprender a leer y a escribir. Idea que incluso propuso al histórico secretario de Educación, José Vasconcelos.
El inmigrante ucraniano, posteriormente convertido a la nacionalidad española tras el matrimonio con su esposa, acabó huyendo de la Segunda Guerra Mundial y de la dictadura Franquista y encontró un nuevo hogar en México donde abrió un restaurante en Santa María la Ribera.
Coincidentemente con su historia, el restaurante que fundó y que este año, celebra el 80 aniversario de su fundación, tiene resonancia con la guerra en Ucrania debido a que rememora la importancia de los desplazamientos como consecuencia de la guerra.
Basta recordar que el conflicto en Ucrania ha provocado el desplazamiento más rápido y extenso de personas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. La escala de destrucción y el impacto de los ataques a infraestructuras civiles, hospitales y escuelas son absolutamente catastróficas. De acuerdo con los datos de ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados), en julio de 2024 había más de 6 millones de refugiados ucranianos en Europa.
Durante la pandemia, el restaurante que se ubica en Circuito Interior 241, Col. Santa María La Ribera cobró notoriedad por el chile en nogada de un kilo que prepaparan, y que lleva 30 ingredientes, la granada, la elaboración de su relleno hecho de carne de puerco que se fusiona con los ingredientes que son parte de la receta secreta.
Fundado en 1944 bajo el lema “Si NO es exquisito NO paga”, aún se observan en el lugar las tablas que usó Torra, durante sus jornadas de alfabetización.
Esa vocación le valió que en 1962 la Legión de Honor Mexicana reconociera su misión de alfabetización para los niños de la Santa María La Ribera.
"Labor que lo coca por su perseverante idealismo ciudadano, entre lo más nobles en pro de un México progresista".
Don Lázaro alimentó de forma gratuita a los alumnos del Instituto Politécnico Nacional que sobresalían en la carrera de Medicina, y cuuyas instalaciones se encuentran al otro lado del Circuito Interior, hasta el día de su muerte. Cada vez que uno de ellos entraba al lugar, se tocaba una campana para reconocer su esfuerzo y dedicación.
""Cuando suene esta campana el futuro de México está en el comedor".
La campana ahí sigue, al igual que los instrumentos que usó para alfabetizar a los niños de la colonia, y ahí continúan los sazones, y también los ecos de la migración y la guerra.