CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Joaquín Cosío (Tepic, Nayarit), actor y poeta, trabajó varias veces con Ernesto Gómez Cruz, intérprete clave del cine mexicano fallecido este sábado a los 90 años.

Cosío señala a Proceso que laborar con el egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral fue “un gran regalo”. Y añade:

“Yo lo admiraba desde hace mucho tiempo, desde que yo era joven. Desde que lo vi en ‘Auandar Anapu’ (1974), de Rafael Corkidi, y luego en posteriores filmes. Bueno, no pensaba contar con la oportunidad de estar con él. Sin escatimar, y con toda la sinceridad del mundo, él era uno de mis actores más admirados y respetados, porque poseía la magia y el poder de la representación, la verosimilitud.

“Recuerdo una escena, creo que era ‘El imperio de la fortuna’, donde él está enterrando a su madre y solamente se veían sus manos envolviéndola, enojado, si más no recuerdo, pero las manos eran suficientes para expresar, en fin. Tal vez pensaría yo mismo que exagero, ¡pero no! Siempre ejerció sobre mí una fascinación muy profunda, muy, muy profunda”.

De la carrera del intérprete de Farabundo Martí en “Sandino” (1990), de Miguel Littin, y Lázaro en “Lo que importa es vivir”, de Luis Alcoriza, manifiesta:

“La carrera de Gómez Cruz está llena de matices. Inundada de personajes. Lo recuerdo en un cortometraje, ‘Paty chula’, creo que es con Vanessa Ciangherotti, donde hace a un burócrata, ¡pero genial!... Creo que se trataba de acoso de él hacia ella, cosas así, y él hace de pronto un baile un poco gorilesco, estaba borracho, y después tuve la ocasión de preguntarle: ‘¿Maestro cómo le hizo ahí para hacer ese baile del gorila, del simio que correspondía con lo que usted estaba narrando en esa historia?’, y me dijo: ‘Simplemente lo hice porque así era, así salió, así se hizo…’”.

“El Cochiloco”, conocido así por su papel en ‘El infierno’, acentúa: 

“Fue un actor que siempre sorprendió con personajes, como el que hizo en ‘El callejón de los milagros’, Don Rutilio; en ‘El imperio de la fortuna’, Dionisio Pinzón, magistral, siempre magistral, y como compañero muy generoso. Como suelen ser los grandes actores, los actores tan dotados. Son generosos, amistosos. Dan mucho, dan mucho. Ese es el recuerdo que tengo del gran maestro Gómez Cruz , y por lo cual es sumamente lamentable su muerte”.