Literatura

Murió Paul Auster, autor de “La Trilogía de Nueva York”, “Sunset Park” y “El libro de las ilusiones”

El destacado escritor estadunidense murió este martes por la noche en Brooklyn a los 77 años de edad como consecuencia de un cáncer de pulmón.
martes, 30 de abril de 2024 · 23:48

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El escritor, guionista y director de cine  estadounidense Paul Auster falleció  la noche del martes 30 de abril por complicaciones de un cáncer de pulmón en su casa de Brooklyn, Nueva York. Su muerte fue confirmada por su amiga Jacki Lyden.

Contaba con 77 años y sus textos han sido traducidos a más de cuarenta lenguas. Y hace un año fue su esposa, la también escritora Siri Hustvedt, quien dio a conocer su padecimiento. Hace pocos meses publicó “Baumgarther”, novela en la que repasó cinco décadas de escritura. No sólo fue conocido por su literatura, también por sus participaciones en el cine, como la cinta “Smoke” (Estador Unidos, 1995), de Wayne Wang.

Auster (Newark, Nueva Jersey,  3 de febreo de 1947) se graduó en la Universidad de Columbia en 1970, donde estudió literatura francesa, italiana e inglesa. Tras un breve período en el que fue marino en un petrolero, viajó a Francia (1970-1974), donde vivió de la traducción de autores franceses como Stéphane Mallarmé, Jean-Paul Sartre y Georges Simenon.

Regresó a Nueva York y publicó artículos de crítica literaria y recopilaciones de sus poemas. En 1976 apareció “Squeeze Play” (Jugada de presión), publicada bajo el seudónimo de Paul Benjamin. Era una novela negra que tuvo escasa repercusión. La muerte de su padre (ocurrida en 1979, al poco de haberse divorciado) cambió su vida en el aspecto material, ya que la herencia que recibió le ayudó para dedicarse totalmente a la novela.

En 1980 publicó “Espacios blancos”, y siguieron en 1982, “The Random House book of twentieth century french poetry”, antología de la poesía francesa contemporánea; “El arte del hambre”, recopilación de ensayos, y su primera novela “La invención de la soledad”, en la que aparecen los temas del abandono, la miseria y la búsqueda del padre, que serían luego frecuentes en otros de sus títulos.

Auster escribió “La trilogía de Nueva York”, formada por “Ciudad de cristal” (1985), “Fantasmas” (1986) y “La habitación cerrada” (1986), donde  consiguió amalgamar sus diversas influencias literarias (Franz Kafka, Samuel Beckett y Miguel de Cervantes) en un juego de espejos en el que se incluye a sí mismo, haciendo una relectura posmoderna de la novela negra; la trilogía fue un éxito, especialmente en Francia.

“El palacio de la luna” (1989) le valió la consagración internacional. “La música del azar” (1990) fue llevada al cine en 1993 por el director Philip Haas. En “Tombuctú” (1999), protagonizada por un perro llamado Mr. Bones, se encuentran motivos recurrentes de sus creaciones: el hijo sin padre, la fuerza de los recuerdos y el poder de la casualidad.

“Brooklyn follies” (2006) relata la historia de un hombre que sobrevive a un cáncer de pulmón y decide volver al Brooklyn de su infancia, para buscar “un lugar tranquilo donde morir”.

“Leviatán” (1992), “Mr. Vértigo” (1994), “El libro de las ilusiones” (2003), “La noche del oráculo” (2004), y “Viajes por el Scriptorium” (2007) son otros de sus volúmenes.

 En 1998 publicó un libro de memorias, “A salto de mata”, que describe sus años de aprendizaje, justo antes de que el éxito entrara en su vida. En 2006 recibió el premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Junto a la mezcla de fantasía y realidad, el uso de los elementos policíacos y la fusión entre modernidad y tradición, otra de las características de la narrativa de Auster es su combinación de elementos propios de la literatura con los del cine.

Su relación con el séptimo arte fue fuerte. En 1998 se estrenó como director con la película “Lulú on the bridge”. Auster afrontó el reto de rodarla después de su experiencia como guionista en “Smoke” (1994) y de codirigir “Blue in the face” (1995).

En el Festival de Cine de San Sebastián de 2007 fue presidente del certamen y como director presentó fuera de concurso su largometraje “La vida interior de Martin Frost” (2007).

Hacia 2010 publicó  “4 3 2 1”.

Igual hizo poesía y obras teatrales, como “Escondite” (2000) y “Laurel y Hardy van al cielo” (2000).

Cabe destacar que evitó las computadoras. Casi siempre escribiía con pluma estilográfica en cuadernos. Hacia 2003 dijo a “The Paris Review”:

“Los teclados siempre me han intimidado”.

Pero si recurría a su antigua máquina de escribir Olympia.

 

 

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