Arte/Ver para creer
Arte / Ver para creer Boda en el Munal: Responsabilidad de la SC y el INBAL
¿Qué protocolos y normativas se necesitan para inhibir el uso y abuso discrecional de los espacios musísticos que a su vez son Monumentos Artísticos y bienes nacionales? ¿Qué necesitan los directores de estos recintos para rebasar su vergonzosa rendición ante el poder?CIUDAD DE MÉXICO (apro).-¿De qué sirven las declaraciones como Monumento Artístico para bienes que constituyen el patrimonio de la nación, si los funcionarios de la Secretaría de Cultura (SC) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBAL) encargados de conservarlos y protegerlos, no tienen la capacidad profesional de administrarlos con la eficacia y autoridad necesaria?
La boda que celebró el ahora exfuncionario Martín Alonso Borrego Llorente en el Museo Nacional de Arte (Munal) el pasado 4 de octubre, confirma la urgencia de diseñar protocolos que reglamenten el uso de los museos gubernamentales. Protocolos particulares para cada recinto, en los que se tome en cuenta el valor simbólico -artístico, histórico, arquitectónico- tanto del inmueble como de los espacios que lo constituyen.
A diferencia de otros museos del INBAL, eunal ocupa las instalaciones de un edificio declarado Monumento Artístico en 1987: el antiguo Palacio de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Mandado a construir por Porfirio Díaz en 1904, materializa el progreso, modernidad e internacionalismo de su gestión. Ostentosa en sus elementos arquitectónicos y ornamentales, la construcción cuenta con un espacio especialmente lujoso conocido como Salón de Recepciones. Exageradamente dorado y con el techo
intervenido pictóricamente, fue el elegido por Borrego Llorente para celebrar el banquete de su boda.
¿Con qué argumentos puede el director del Munal, Héctor Palhares, justificar el uso de este espacio como un vulgar salón de fiestas? Con base en lo que señala la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos: La protección de los Monumentos Artísticos es de utilidad pública. Pero también, con base en las leyes, tanto la SC como el INBAL deben realizar campañas para fomentar el respeto a los Monumentos Artísticos. La inacción de Palhares ante el uso del Salón de Recepciones como un salón de fiestas para celebrar una boda privada, evidencia no sólo la debilidad profesional del director sino, también, un problema gubernamental e institucional respecto a la administración de los inmuebles museísticos.
Con base en lo publicado por el periodista Claudio Ochoa Huerta el pasado 10 de diciembre (El Universal), Borrego Llorente, a través de su correo institucional todavía como funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores, solicitó el Salón para realizar un evento con motivo del aniversario 89 de relaciones diplomáticas entre Rumania y México. Evento que posteriormente se evidenció como una simulación, ya que en realidad fue una celebración de boda entre Borrego Llorente y el diplomático rumano Ionut Marian Valcu.
¿Qué protocolos y normativas se necesitan para inhibir el uso y abuso discrecional de los espacios musísticos que a su vez son Monumentos Artísticos y bienes nacionales? ¿Qué necesitan los directores de estos recintos para rebasar su vergonzosa rendición ante el poder y empoderarse sirviendo a la sociedad?
La rendición de cuentas con sanciones severas podría ser un recurso eficiente. Por ejemplo, ¿qué resultados de la gestión de Lucina Jiménez como diretora del INBAL han derivado en la pertinencia de integrarla a la Secretaríade Cultura bajo la gestión de Claudia Curiel de Icaza? Responsable del uso del Palacio de Bellas Artes -que también es Monumento Artístico- para realizar un homenaje en 2019 a Naasón Joaquín García (líder de la Iglesia La luz del Mundo que se encuentra detenido en Estados Unidos por delitos sexuales), Lucina Jiménez es un riesgo en el contexto de la gestión gubernamental del sector cultural.
Centrada, por la ignorancia mediática, en la simulación de Martín Alonso Borrego Llorente, su boda, realizada en el suntuoso y aspiracional Salón de Recepciones, confirma la urgencia de diseñar protocolos que regulen el uso de los espacios museísticos que son reponsabiliadad del gobierno federal.