LIBROS
La memoria de la Casa Lamm
En el número 99 de la calle Álvaro Obregón, antes avenida Jalisco, se encuentra hoy el Centro Cultural Casa Lamm, una de las muestras más representativas de la corriente arquitectónica de la primera década del siglo xx.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Si las piedras hablaran, la inmensidad de historias que podrían contar... al menos esa es la tesis del libro escrito por Edgar Suárez Vera, que detalla la historia de uno de los lugares emblemáticos de la Ciudad de México, la Casa Lamm.
Como apunta el autor, "la colonia Roma se distingue de sus contemporáneas por tres características fundamentales: su aspecto urbano, social y arquitectónico".
El libro publicado por Gato tuerto ediciones, da un recorrido exploratorio a partir de imágenes, diseños, fotografías centradas en la "historia oculta" de este lugar.
"En tus paredes guardas secretos de mil voces...
que en el tiempo parecer renacer... en otros labios en otras voces...
anhelo de unos, presencia de otros
y como desenlace fatal, vuelves a ser"...
Este inmueble fue realizado en 1911 por el ingeniero estadunidense Lewis Lamm, uno de los fundadores de la colonia Roma, con la fallida intención de que la habitara su familia. Poco después de que se terminó, la residencia se transformó en el Colegio Francés para señoritas, y para 1939 fue vendida a la familia García Collantes por la viuda de Lamm, Elena Martínez Meoqui. Permaneció habitada hasta 1990, cuando fue adquirida para convertirla en el Centro de Cultura Casa Lamm.
A raíz de la muerte de Lewis Lamm, en 1939, Elena Martínez Meoqui, viuda de Lamm vende la casa a los García Collantes, quienes la habitaron hasta 1990. En este año, la Casa es adquirida para el proyecto del Centro Cultural Casa Lamm, A. C. La restauración del inmueble comenzó en 1993 a cargo del arquitecto José Luis Espinosa y Balcells y el Centro Cultural Casa Lamm fue inaugurada en 1994.
Este proyecto nació mientras un grupo de compañeras cursaba la carrera de historia del arte, teniendo como propósito realizar un Centro Cultural privado y completamente autónomo.
A lo largo de la investigación, el lector encontrará los detalles que explican cómo los techos, las escalinatas, los marcos y hasta la distribución de habitaciones hablan del afán que se tenía por replicar cualquier cosa que remitiera a lo aristocrático, el París del expresidente Porfirio Díaz en su esencia.
Y como refiere el autor, "es un ícono dentro de la colonia Roma, convertida en un punto de encuentro para el desarrollo de los amantes de la cultura, el arte y al mismo tiempo es un lugar donde se puede disfrutar desde la plena algarabía de sus visitantes, hasta la más apacible quietud que en los inicios de su época se respiraba".
Suárez Vera es licenciado en derecho por la UVM y actualmente labora para la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México.