Cine

Schyfter se despide del cine con “El águila y el gusano”

La realizadora de origen costarricense cierra su carrera fílmica con una novela de Hugo Hiriart, su esposo, sobre la realidad político-social del México actual. Se trata de una comedia, de una sátira sobre la corrupción.
sábado, 30 de noviembre de 2024 · 07:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La reconocida directora de documentales y cintas de ficción costarricense-mexicana Guita Schyfter declara que El águila y el gusano es su última película, si bien le gustaría crear una serie de televisión.

El largometraje es una adaptación de la novela homónima de su esposo, el además dramaturgo Hugo Hiriart. Y para ella “es la oportunidad de saldar una vieja deuda con él, quien siempre ha colaborado conmigo al contar mis historias, y ahora soy yo la que aprovecha la ocasión de contar un relato suyo”.

Schyfer (San José, Costa Rica, 1947), en entrevista junto con el actor colombiano Germán Jaramillo, cuenta por qué escogió esta novela de Hiriart (D. F., 1942), cuyo guion escribieron juntos:

“Ya quería incursionar en la comedia. Entonces cuando leí el libro me di cuenta que el arte de la comedia, dicen los que saben, es estar enojado. Es el arte del enojo. Cuando leí eso, dije: ‘¡Qué enojado está Hugo con México!...’. Estonces tuve la primera idea de rodar el libro. Además era como una deuda que yo tenía con Hugo, porque en los últimos los cuarenta años él me ha escrito todos mis trabajos, todos los guiones, de ideas que yo quería contar, y entonces expresé que debía realizar algo para Hugo. Que fuera de él.

“Así que decidí adaptar esta novela. Es muy difícil pasar una novela de Hugo porque el cuento no es lineal. Lo que traté de hacer fue darle un eje a la historia. Y deseaba que fueran muchos personajes. Me gusta contar cuentos donde hay mucha gente diferente y cómo se van entrelazando. Y pensé: ‘Yo voy a adaptar esto’, y el actor Germán Jaramillo fue un testigo, porque tardó bastante en adaptarse la novela, y cada vez que nos veíamos, leíamos las versiones.

Sheyfter. Deuda con Hiriart. Foto: Cortesía de la producción

Se dirige entonces a él:

“¿Verdad Germán?”.

Jaramillo (Manizales, Colombia, 1952) le contesta:

Tuve el privilegio de participar en todo ese proceso y conocer muy bien las distintas versiones del guion que hiciste con Hugo, y fue un paso muy enriquecedor, porque es una novela exquisita, donde el lenguaje, la estructura misma de la novela, el humor, son extremadamente suculentos. Preservar eso fue la tarea principal de Guita y Hugo, eso lo lograron con creces.

Protagonizado además por Dolores Heredia, Angélica Aragón, Marcelo Alonso, Horacio Castelo, Claudette Maillé, Álvaro Guerrero, Gilberto Barraza, Laura Almela, Fabiana Perzabal, Gerado Trejoluna y José Antonio Guerrero, el filme trata sobre un político elocuente, así como de su asesor, un periodista desencantado, y la guapa dueña de un salón de belleza cuyas paredes guardan un secreto. Un mural artístico hace que las vidas de estos personajes se entrecrucen.

La sátira retrata la esencia del presente político-social de un México surreal y contradictorio. Los papeles no están referidos a ninguna persona en particular, pero en su conjunto captan el espíritu de la época, y podrá verse en cines a partir del 28 de noviembre a través de Alebrije Distribución.

El águila y el gusano se filmó en la Ciudad de México y la selva lacandona de Chiapas, y estuvo nominado al Ariel 2024 en la categoria de Mejor Guion Adaptado. Se ha presentado en festivales como el Internacional Film Festival de Rotterdam y el Internacional de Cine de Morelia.

Schyfter tiene en su filmografía películas como Novia que te vea, Sucesos distantes, Las caras de la luna, Laberintos de la memoria y Huerfános, y es considerada una de las pioneras en la dirección cinematográfica en México, ampliando su experiencia en el teatro y la televisión.

Jaramillo, a su vez, es reconocido por interpretar múltiples producciones teatrales nacionales e internacionales y por algunas apariciones en series y películas de Colombia. Participó en los largometrajes La virgen de los sicarios, Sin amparo, Paraíso travel, El soborno del cielo, Amigo de nadie y Juanpis: El presidente de la gente.

Hiriart es egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde impartió clases, y de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Ha escrito las novelas Galaor, Cuadernos de Gofa, La destrucción de todas las cosas, El agua grande, El actor se prepara y Capitán Nemo. Una introducción a la política. El libro El águila y el gusano lo publicó en 2014.

El actor Jaramillo, en escena. Foto: Cortesía de la producción

La aventura 

–¿Se perdió algo de la novela al pasarla al cine? -se le pregunta a Schyfter.

–Sí, cambió. Se perdieron muchísimos personajes y muchísima de la locura con la que escribe Hugo. Para mí es muy difícil porque no tengo la imaginación que posee Hugo.

Jaramillo interviene nuevamente:

“La palabra más afortunada en este caso es concentrar. Es que se concentró la historia, porque en la estructura de la novela el lenguaje es el elemento fundamental, no solamente la narración que es muy interesante y muy crítica, muy ácida y muy determinada, sino porque con el lenguaje están construidas todas las acciones y toda la estructura de la novela. No es sólo altamente poético, sino igual altamente novelístico, preservar esto fue lo que lograron.

“Siempre que se adapta una novela al cine hay que concentrar. Hay unas que se pueden verter al cine, otras que no. En este caso se concentró todo el material alrededor de un guion que al final quedó muy bien, porque son historias paralelas que suceden simultáneamente, y que en el punto crucial dramático y cómico de la película se juntan. Es una técnica que está inventada desde Miguel Cervantes y todos los novelistas modernos, como el chileno Roberto Bolaño. Todas esas historias que cuentan paralelamente al final siempre tienen un punto de contacto, y eso es la película, lo lograron y mantiene un ritmo y un interés permanente, y sobre todo se preservó el humor que para mí era lo esencial. El humor corrosivo. Esta basada más o menos en hechos reales de México”.

–También se refleja Colombia, ¿verdad?

–En realidad eso fue un atributo que también se logró, porque a pesar de ser una película muy mexicana, alcanzó la universalidad por el tema de la corrupción en las esferas políticas, el tópico de lo mágico, digamos de lo esotérico, para usar elementos como el que usa la señora de la peluquería en la cinta, todo elemento del periodismo, de entender cómo el periodista está determinado por los valores económicos y muchas veces tiene que someterse a lo que le dicta el que le paga. Entonces todos esos elementos son muy universales y eso le da a la película una particularidad muy especial.

Se le señala a Guita Schyfter que en la cinta introdujo a un empresario que además es un gánster; además, la situación de los periodistas en México (que igual pasa en Colombia), y se le interroga:

–¿Cómo le fue dando forma a los personajes?, ¿cómo invitó al actor Jaramillo y al resto del elenco?

–Tanto Hugo como yo hemos trabajando desde hace tiempo con Germán. Laboró conmigo en Huérfanos, es el español que secuestra a Melchor Ocampo. Con muchos de los actores que están en la película ya he trabajado. Novia que te vea, que fue mi primera película de ficción, quería que todos esos actores tuvieran un papelito chiquito en ésta, algunos pudieron, otros no. Ahí está Ernesto Laguardia, que hace un cameo precisamente con Germán.

Creo que los diálogos son los que forman al personaje, pero eso yo siempre les digo a mis actores: ‘¡No me cambien una palabra que ha escrito mi esposo!.

Jaramillo la interrumpe entre risas:

“Ahora lo dijo con extrema suavidad, normalmente lo hace con un énfasis y una determinación que en realidad produce, en muchos casos, terror, en otros momentos el deseo de huir lo más pronto posible, pero siempre con mucho tino. Es un placer trabajar con Guita como directora”.

La realizadora continúa:

“A Horacio Castelo, que hace al empresario, me lo sugirió Angélica Aragón, y así se va creando el equipo actoral. El secreto es darle buenos diálogos a un actor”.

En torno a que una obra pictórica desata todo en El águila y el gusano, Schyfter menciona:

“Es un pretexto para hablar del arte moderno. Me interesaba mucho abordarlo. El emperesario en la cinta es un gran coleccionista de arte contemporáneo”.

El actor agrega:

“Esta novela es de un escritor ya muy refinado y con madurez. Hugo es un gran conocedor y es de una bastísima cultura. Se da la posibilidad de apretar, en una historia contemporánea, a una sociedad muy excepcional, tan diversa como es la mexicana, que evidentemente es como la más importante de toda hispanoamérica, porque fue la única que preservó toda la herencia prehispánica. Eso está muy bien expresado en la novela”.

–¿Qué opina de su personaje?, un funcionario poco visto en las historias. Es una burla a los políticos.

–Yo fui el primer sorprendido cuando Guita me ofreció ese papel. Al personaje le sucede algo en unas escaleras cuando cae frente a una mujer que las limpia, una señora muy humilde economicamente. Él escucha la voz de Dios. Es una cosa muy graciosa porque, fíjese, una gran parte muy importante de los votantes del señor Troump en Estados Unidos fue en las iglesias cristianas. Lo consideran un enviado de la Divina Providencia. Son los que suponen que sobrevivió a los atentados porque lo protegió la mano de Dios. Es un misticismo ridículo y fuera de lo real, y eso está totalmente expresado en este personaje, que no cae en lo pintoresco ni lo folclórico. La corrupción y la maldad eran sus atributos al principio, y al final es otra persona. La curva del personaje es absolutamente exquisita para un actor.

“Pasa por todos los periodos de la conciencia humana a partir del elemento más pútrido que es el adulterio, la corrupción, favorecer a todas sus parientes, abusar de su poder, todo eso al principio, y al final se convierte en un orate. Me divertí muchísimo haciéndolo”.

Se le pregunta a finalmente a Schyfter:

–¿Por qué ha dicho que es su última película?

Antes de dar la explicación, Jaramillo participa:

“¡No hay que creerle! Es como muchos escritores que dicen que es su última novela. Eso fue lo que dijo Fernando Vallejo cuando escribió la quinta novela, después ha publicado cinco más. Yo estoy seguro que Guita posee la energía y las historias para rodar más películas. ¡No hay que creerle!”.

Entonces Guita explica:

“La gente no va al cine. Entonces es muy difícil conseguir dinero para hacer una película, y es agotador ya para mí estar tocando todas las puertas y que digan no, no, no.  Ojalá que la gente vaya a ver esta película. Si pudiera decirles ‘van a estar condenados si no la van a aver’, lo haría. Si la ven, se van a divertir, y eso quizá permita que entonces sea más fácil conseguir dinero para crear otro proyecto. Se distribuirá a escala nacional. Me gustaría hacer una serie de televisión sobre Plutarco Elías Calles, pero vamos a ver cómo le va a El águila y el gusano en las salas. Estoy entusiasmada y nerviosa”.

Jaramillo se siente feliz porque la película se estrenará en México el día de su cumpleaños. La fotografía es de Sebastián Hiriart.

El águila y el gusano se estrena en la Ciudad de México, Monterrey, Tijuana, Hermosillo, Saltillo, San Luis Potosí, Guadalajara, León, Mérida y  Puebla, en las cadenas Cineme, y Cinépolis, Cineteca Mexiquense, Cineteca Ciudad de México, Cineforo UDG y La Casa del Cine MX. 

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