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Lila Downs, emotiva ofrenda musical en honor al Día de Muertos en el Auditorio Nacional
El recital fue nombrado “La Curación” para honrar las tradiciones mexicanas del Día de Muertos y recordar especialmente la partida de su esposo, el saxofonista estadunidense Paul R. Cohen.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Emotiva ofrenda musical rindió la cantautora mixteca y activista Lila Downs la velada de este jueves en el Auditorio Nacional, recital nombrado “La Curación” para honrar las tradiciones mexicanas del Día de Muertos y recordar especialmente la partida de su esposo, el saxofonista estadunidense Paul R. Cohen (1953-2022).
La artista conocida como “La Reina Mixteca” emergió de un colosal altar de muertos erigido a un costado del escenario, cubierto de luminosas veladoras y coloridas calaveras. Conmovió desde los primeros acordes de “Tirineni Tsïtsïki” y “Mandimbo”.
Emotiva ofrenda musical rindió Lila Downs en el @AuditorioMx, recital nombrado “La Curación” para honrar las tradiciones mexicanas del Día de Muertos y recordar especialmente la partida de su esposo, el saxofonista Paul R. Cohen (1953-2022). #LilaDowns @liladowns ?? pic.twitter.com/yCUzK8ruOl
— Proceso Cultura (@ProcesoCultura) November 1, 2024
Al centro de la tarima le aguardaba un manto florido de hojas de totomoxtle y cempasúchiles alcanzando el pedestal del micrófono. La cantautora, nacida el 9 de septiembre de 1968 en Tlaxiaco, Oaxaca, tomó palabra:
“Con la tristeza, un poco de recordar a los difuntos, también nos encanta celebrar la vida y la muerte, porque así ellos quedan dentro de nosotros para siempre. Por eso también en México para celebrar a los difuntos se baila”.
Dio nota a “La campanera” para avanzar en “Conjuro”, alegrando a las almas reunidas en un pletórico Auditorio Nacional. El ambiente fue festivo, congregando un público multigeneracional, observándose algunos ataviados y maquillados como catrines y catrinas. Ante la candente recepción en honor a los fieles difuntos, expresó:
“Creemos en el poder de las culturas de México y que no nos da pena ser orgullosas y orgullosos”.
Constantes cambios de vestuarios engalanaron a Lila Downs, elegantemente ataviada en trajes tejidos con motivos folclóricos. A su vez, el espectáculo fue aderezado en bailables enalteciendo artísticamente las raíces populares mexicanas. Al interpretar “La Martiniana”, apuntó dedicatoria:
“Para esas mujeres fuertes del Istmo que siempre me dieron una fuerza de orgullo.”
La fiesta incluyó en el repertorio “Son de difuntos”, “Urge” y “Fuiste feliz”. En constates gratitudes, comentó que el motivo especial de la presentación fue el compartir “la música con nuestros fieles difuntos y con los recuerdos en su familia de sus seres queridos”.
Además, señaló:
“Por eso le pusimos a este concierto ‘La curación’. ¡Ustedes son mi curación! Yo les agradezco y le agradezco a la música tenerla, para poder darme la fuerza en esta vida en la que me encuentro orgullosamente contenta con mi familia y con ustedes que son mi familia de la música”.
Entonó el tema “La curación”, convidando al cantautor sinaloense Joss Favela a escena para dueto en “Te hubieras ido antes”. Downs hizo latir a las multitudes en “Dos corazones” y “La cigarra”. Nuevamente compartió con Favela “En el último trago” dando tributo a José Alfredo Jiménez (1926-1973). Fastuosas catrinas danzaban cadavéricas en el tablado, en una producción incluyendo mosaicos conceptuales al Día de Muertos proyectados en la pantalla a telón de fondo, al tiempo que resonaba “Viene la muerte echando rasero”.
Amable y en diálogos incesantes, aprovechó el corte “Zapata se queda” lanzando mensaje especial haciendo alusión a la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo:
“¡Ponemos la ofrenda para Benito Juárez y ponemos la ofrenda para Emiliano Zapata! ¡Ofrendamos a un nuevo tiempo! ¡Y tenemos señora presidenta!”.
Se dibujaba el ocaso al son de “Cumbia del mole” y “Cariñito”, en ficticio adiós. El retorno fue veloz, en profundo dueto se acompañó del cantante español Rodrigo Cuevas para “La llorona”. El inexorable final enfiló “Naila” y “Mezcalito”. Lila Downs brindaba gratitudes custodiada por su ensamble de músicos. El cobijo ensordecedor de aplausos y griteríos caló hasta el último rincón.
Sorprendió acto extra al finiquito del espectáculo, entregándose un tributo especial a “El rebelde del acordeón” Celso Piña (1953-2019). Se invitó al escenario al proyecto musical Ronda Machetera, encabezado por la agrupación Ronda Bogotá (en su tiempo ensamble de músicos de acompañamiento de Celso) y Pato Machete, quien perteneció al grupo Control Machete. El festín adicionó “Cumbia sobre el rio (Suena)”, “Reina de cumbias”, “Cumbia poder” y “¿Comprendes Mendes?”