Carlos Monsiváis

Carlos Monsiváis estaría hoy haciendo la crítica del poder: Jorge Carrasco

El periodista y director de Proceso dialogó con el sociólogo, escritor y especialista Jezreel Salazar como parte de las actividades por el 85 aniversario del natalicio del cronista.
jueves, 11 de mayo de 2023 · 22:50

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el marco del programa “La ciudad y Monsiváis” por el 85 natalicio del escritor (1938-2010), se recordó la labor del autor de ‘Los rituales del caos’ ante el periodismo, como colaborador de Proceso, su interés en la libertad de expresión, la violencia, los feminicidios y el narcotráfico.

Esto en la mesa “Terremoto 85-En colaboración con Proceso”, en la que el periodista y director del semanario, Jorge Carrasco, dialogó con el sociólogo, escritor y especialista en la obra de Monsiváis, Jezreel Salazar.

La actividad, que forma parte de una jornada que se realiza este mes convocada por el Espacio Cultural Infonavit, tuvo un centenar de asistentes en lo presencial, entre jóvenes y adultos interesados en los distintos diálogos que se ofrecieron este día, cuatro en total en el transcurso de la mañana y tarde.

Al abrir la plática, Carrasco recordó la labor de Monsiváis como colaborador en Proceso, partiendo de dos textos consecutivos que daban cuenta de la tragedia del sismo del 19 de septiembre de 1985 (Proceso, #464 “Collage de voces, impresiones, sensaciones de un largo día; y #465, ‘Tras el sismo, manipulación, autoritarismo, minimización. Los poderes contratacan ante una sociedad civil que rechaza’). Dijo:

“Monsiváis fue parte de nuestra casa editorial durante años, no solo nuestro colaborador, escritor permanente, sino una voz importante en las decisiones de la revista Proceso, parte de un diálogo que iluminaba y ampliaba visiones, no me tocó estar ahí pero sin duda fue un pulso constante, sus ojos y su pluma… Hay mucho que descubrir aún de Carlos Monsiváis”.

Salazar, tras leer unas líneas del texto de Monsiváis en Proceso del número 464, apuntó que el sismo de 1985 quizá fue una de las últimas veces en las que el cronista recorrió las calles de la ciudad, pues aún podía pasar desapercibido, además de que le interesó y buscó dejar huella de la respuesta de la sociedad civil ante el hecho.

“La visión de Monsiváis fue importante para quienes habitamos esta ciudad, gracias a su visión podemos apreciarla y encontrar en medio del horror mucha vitalidad y perspectiva crítica… Una de las cosas que comenta en sus textos es lo que viene después de la catástrofe, tenía la capacidad de transmitirnos la voluntad de cambio y perspectiva en medio de la situación, construye una forma de pensar ese suceso en términos optimistas. Y la lectura que hace a partir del terremoto es la manera en que responde la entidad civil”.

Libertad de expresión

En un diálogo que se vivió en parte como pregunta-respuesta de Carrasco hacia Salazar, y desde ahí abriéndose a otros temas, los exponentes tocaron la crónica, la libertad de expresión, su papel ante sucesos como el Movimiento Estudiantil de 1968, la violencia, el narcotráfico, y hasta responder al público la gran duda: ¿Qué estaría haciendo Monsiváis hoy si viviera?

"¿Estamos ante el cronista del siglo XX mexicano?" preguntó Carrasco.

Salazar respondió: 

Diría que es el padre de la crónica moderna en México, el segundo auge de la crónica, el primero fue en el XIX con el Modernismo, y lo que hace es darle una serie de características que no tenía, lo vinculado con la política, la crónica como espacio donde es posible ejercer denuncia al tiempo de escuchar las voces de los que se encuentran al margen, silenciados.

“En la crónica no puede haber múltiples miradas en torno a un fenómeno, sino el cronista debe tener su punto de vista también para registrar su realidad, se proponen otras sociedades posibles y proyecta hacia el futuro, entre la utopía y la memoria”.

Carrasco secundó:

"Entre las propuestas de transformación de realidad no solo esta su papel de observador, sino de promotor activo en la libertad de expresión. ¿Cómo es la participación de Monsiváis en esa época? Hablamos de 1985, entonces La Jornada tenía un año de vida, Proceso tenía nueve años, la sociedad vive momentos cruciales en la búsqueda de la libertad de expresión. ¿Cuál es su papel en esa lucha?

Salazar refirió que acompañó las publicaciones periódicas en México que permitían espacios de libertad cada vez mayor. Desde que colaboraba con Fernando Benítez, dijo, ya estaba vinculado a la idea del "espacio periodístico" como el lugar donde se dirimían las ideas en torno a proyectos nacionales, pensar la cultura no solo como un espacio para la ficción, sino en donde se pueden configurar formas de vida sociales distintas. 

Concibió los suplementos como espacio de autonomía frente al presupuesto estatal, de ahí la cercanía con suplementos como "Siempre", que configuró un lugar de cultura crítica y alternativa a otras publicaciones como "Vuelta".

"El proyecto de Monsiváis estaba más hacia el ‘no elitismo cultural’, la ‘alta y baja cultura’, por eso fue leído de una manera poco comprensiva durante muchos años, como si pareciera que perdiera el tiempo en ciertas cuestiones.

“Cuando es el golpe a Excélsior acompaña a Proceso como fundador, colaborador, crítico, a medios como Unomasuno, La Jornada, es significativo que su proyecto se desarrolla al tiempo de publicaciones de corte liberal, con perspectiva crítica, de información y reflexión que antes no había y era fundamental”, subrayó Salazar.

Carrasco también recordó el papel de Monsiváis y la participación de Julio Scherer en la publicación de “Parte de guerra” ante el papel del Estado Mayor en la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968, sobre lo cual Salazar respondió pidiendo al público ubicar al escritor como un hombre cercano a la realidad, participante de distintas organizaciones y de la Comisión de Verdad en torno a 1968.

Sobre la violencia y narcotráfico, Salazar explicó que era un tema que le preocupaba mucho.

“Tenía que ver con la pérdida del valor de la vida a partir de una mercantilización de cuerpos y violencias, sobre todo en torno a mujeres, los feminicidios, y estos temas que vivimos hoy en día; vive ese horror, cuando le preguntaban qué tan optimista era, decía: ‘uno tiene que pensar que estamos en el mejor momento posible del país porque al día siguiente será peor”.

Ante lo cual Carrasco respondió: “y cómo no pensar así si hablamos de un momento que recordamos como ‘guerra contra el narcotráfico’ constante, las imágenes de violencia circulaban por doquier… hemos hecho una traslación del tema principal sobre el sismo de 1985 a todos estos otros temas, pero era necesario”.

Crítica del poder

Al final, en una breve ronda de preguntas y respuestas, ante la duda e interés del público por conocer “¿qué estaría haciendo Monsiváis hoy en día?”, Salazar respondió que lo que hacía usualmente: "leer periódicos, escribir, burlarse de la declaración política del momento, publicar textos, asistir a mesas redondas, eventos sociales, sucesos políticos…”.

Mientras que Carrasco afirmó que se trata de una pregunta tentadora, una inquietud:

“Una mente tan crítica, que buscó los espacios democráticos, que reivindicó a la sociedad civil, ¿qué estaría diciendo? Incluso desde la perspectiva de la crónica del siglo XIX, ¿cómo respondería a los actos de poder? Esa es una pregunta válida. Coincido con Jazreel en ‘cuánta falta nos hace…”

Remató:

“Sin duda, estaría haciendo crítica del poder, de eso no tengo duda”.

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