Música
María Elena Ríos, invitada en el concierto de Alejandro Sanz en el Auditorio Nacional (Videos)
La saxofonista oaxaqueña atacada con ácido cosechó aplausos la noche del jueves en el concierto del cantautor español.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El cantautor español Alejandro Sanz ofreció un emotivo e intenso concierto la noche de este jueves en el Auditorio Nacional, el primero de una extensa gira por México en el que destacan localidades agotadas para reencontrarse con sus fieles mexicanos.
El show que destacó por su buena producción, con pantallas colocadas como biombos que se desplegaban en el escenario para proyectar viajes íntimos como telón de fondo, se realizó con buena vibra en el aire. A los primeros pasos de Sanz en el coloso de Reforma estallaron los griteríos ensordecedores, para emprender una velada con “No es lo mismo” y “Lo que fui es lo que soy”.
Al artista nacido en Madrid el 18 de diciembre de 1968 se le vio ataviado de un traje de tonalidades azul claro, por momentos se colocaba unas gafas oscuras, además de vérsele con su cabello teñido en rubio. Destacó el acompañamiento de su ensamble de músicos, resonando las rolas “Deja que te bese”, “El alma al aire”, “Regálame la silla donde te esperé”, “Hoy llueve, hoy duele” y “Desde cuándo”.
Las energías vibraban al máximo y en palabras de bienvenida dijo: “¡Qué increíble estar aquí otra vez! No se sientan mal, pero voy a disfrutar un poquito de ustedes. ¡Qué maravilla!, es el concierto número 49 que hacemos aquí en el Auditorio. ¡Disfrútenlo, va por ustedes, viva México, los quiero un chingo, gracias!”.
El recital avanzó en “Looking for Paradise”, “Mi marciana”, “Mares de miel” y “La fuerza del corazón”. Alejandro configuró una noche de ensueño, de constante conexión con su gente, se acercaba a los filos del escenario a estrechar suavemente sus manos, especialmente del sector femenino que lo idolatran desde sus orígenes.
Ante el inagotable cariño expresó sonriente: “Cuando llegué a México me recibieron en la puerta del avión, y a partir de ahí lo nuestro fue amor a primera vista. Lo que yo sentí por este país en ese momento todavía hoy después de unos cuantos años me lo hacen sentir de nuevo, eso no lo voy a olvidar jamás”.
Convidó al bajista mexicano Alonso Arreola para tocar “Cuando nadie me ve”, tema en el que a su vez apareció como invitada especial la saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos (artista atacada cobardemente con ácido), recibiendo caluroso aplauso de los presentes.
Continuó el paseo sonoro escuchándose la clásica “Amiga mía” y “Hay un universo de pequeñas cosas”. Consideró “Contigo” y “Labana”, divisando despedida en “Corazón partío” y “Hoy que no estás”.
Rápidamente entregó “Viviendo de prisa” y “¿Lo ves?”. En adiós decisivo obsequió “Mi soledad y yo”, “Y, ¿Si fuera ella?”, finiquitando en “Ese último momento”, salpicando una lluvia de papelillos multicolores. Alejandro Sanz caminó en reverencias al centro de la tarima siendo custodiado por sus músicos. Huyó cobijado por una respuesta enloquecedora de sus fieles, en aplausos y aullidos de satisfacción que retumbaron hasta el último rincón con el agasajo de alrededor de dos horas de espectáculo.
Este viernes 10 de febrero tendrá una fecha más en el Auditorio Nacional. El recorrido por la República arranca en Torreón (14 de febrero), para continuar en Monterrey (16, 17 y 19 de febrero), Guadalajara (21 de febrero), Puebla (23 de febrero), Mérida (25 de febrero), Querétaro (1 de marzo), Guadalajara (3 y 4 de marzo) y nuevamente el Auditorio Nacional (7, 9 y 10 marzo). Todas las presentaciones alcanzaron localidades agotadas.