Cultura
Radio Educación busca su propia organización sindical
Años de disminución presupuestal (incluida la 4T), bajos salarios y contenidos de propaganda oficialista mantienen a la casi centenaria emisora en crisis, a decir de varios sindicalistas consultados. Aquí, un panorama de la composición gremial frente a los reclamos.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Trabajadores de Radio Educación (RE), la emisora pública que comenzará este septiembre a celebrar su aniversario cien con un año de actividades, va por la fundación de su primera organización sindical independiente.
Ello, luego de haber pertenecido por décadas al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y, tras la creación de la Secretaría de Cultura (SC) en 2015, a las agrupaciones gremiales de ésta.
No es un parto terso: Aunque la mayor parte de la plantilla laboral optó por agremiarse a este nuevo organismo, llamado Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de Radio Educación (Sintra), otros empleados prefirieron mantenerse en los de la SC como el Nacional Democrático (SNDTSC) y el Independiente (Sinitsec), y hay también abiertos oponentes a su fundación.
Aquí se recogen las voces de Lourdes Garzón, quien lleva décadas laborando en la emisora y llegó a ser secretaria de la Delegación del SNTE correspondiente a RE y es ahora secretaria de Trabajo y Conflictos del naciente sindicato, encabezado por Ángeles Medina. Asimismo, la de Fabiola González, analista de producción, con décadas de servicio y trabajo sindical en su haber, afiliada al Sinitsec.
Ambas coinciden en señalar que la radioemisora instituida por José Vasconcelos hace casi 99 años, atraviesa por una crisis en varios sentidos: la primera, económica, derivada de años de disminución presupuestal acentuada por las políticas de “austeridad republicana” del gobierno de la 4T, y que ha provocado rezagos en la renovación tecnológica y técnica, entre otras carencias; bajos salarios que en promedio rondan apenas los 8,200 u 8,500 pesos mensuales; y un contenido que la acerca más a una radio gubernamental u oficialista que pública.
Según datos publicados hace un año por el analista de medios Jorge Bravo (ahora colaborador de Proceso) de 2016 a 2018, RE mantuvo un ritmo de incrementos de 55.5 millones de pesos (mdp), a 76.2 y 85.6. Para 2019 disminuyó a 76.2, subió a 80.9 en 2020, luego bajó a 77.1 en 2021, se recuperó en 2022 con 79.2 y para este 2023 se solicitaron 82.4.
Información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público indica que se le autorizaron, finalmente, 86.41 mdp en 2023, y en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024 se está solicitando un incremento de 0.19%, con lo cual tendría 86.57 millones.
Viejo anhelo
Garzón relata que desde los años noventa, trabajadores de la radiodifusora deseaban constituir un sindicato enfocado a la especificidad de su trabajo. Con la creación de la SC regresó la inquietud porque el grueso de los trabajadores se sumó al Sindicato Democrático, pensando que podría tener un gran campo de acción, como cuando estuvieron en el SNTE, que además formaban parte de la disidencia y tuvieron varios logros.
Sólo que se sumaron también de otras áreas como Culturas Populares, Bibliotecas, Derechos de Autor, Centro Nacional de las Artes e incluso de los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH) y de Bellas Artes (INBA), que son desconcentrados, como RE.
El problema es la especificidad de las materias de trabajo de la radio (guionistas, productores, musicalizadores, locutores, técnicos y administrativos, entre otros), con respecto, por ejemplo, al INAH e INBA, cuyas Condiciones Generales de Trabajo son distintas y su modelo de tabulador salarial es el de la educación superior, como en la UNAM.
Comenzaron a avanzar en su proyecto, cuenta, pero la pandemia de covid-19 retrasó los planes. Sin embargo el pasado 31 de agosto, en asamblea realizada en las propias instalaciones de RE, constituyeron el Sintra. La secretaria de Trabajo dice que RE cuenta con 200 trabajadores, 20 son de confianza y hay 137 en activo, de los cuales 100 decidieron incorporarse a “esta nueva etapa en el sindicalismo de Radio Educación”.
--¿En esa asamblea les hicieron la Toma de Nota (documento que da fe de las elecciones de un comité directivo y la creación de un sindicato)?
--Bueno, la creación de un sindicato lleva varios pasos, el primero es la asamblea, en la cual los trabajadores declaran su afiliación renunciando, incluso de manera escrita, al sindicato anterior. Luego se deben entregar todos los documentos y solicitud de registro ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, lo cual ya hicimos, y de ahí empieza a correr el tiempo para que nos otorguen o no (porque puede ser) el registro. Nosotros estamos confiados en que cumplimos con todas las características que señala la ley para que esto pueda ocurrir.
--¿Hubo problemas con quienes no quisieron sumarse? ¿Hay luchas intestinas?
--En realidad la gente que se quedó en el Sindicato Democrático nos comentaba que tienen dudas, y si no pudiste convencerles con los argumentos, no tiene ningún sentido estarlos molestando o acosando, no creemos que debamos hacerlo, somos adultos, somos profesionales, somos gente de compromiso, entonces finalmente ahí está nuestra propuesta.
De mafias y vicios
Luego de considerar que RE atraviesa también por la crisis cultural, de desdén a la cultura, y por ello se está convirtiendo de una radio pública a una radio de gobierno, por no decir de Estado, en la cual el gobierno en turno impulsa sus programas y contenidos, Fabiola González evoca parte de la historia del sindicalismo de la emisora.
Recuerda cuando uno de los productores, el compositor Marcial Alejandro, se puso en huelga de hambre para lograr que fuera basificado el grueso de sus trabajadores. Ella considera un error haber dado base a trabajadores como locutores y productores, porque “se volvieron una mafia” que hasta la fecha no permite que nadie más entre a esa estructura.
Asimismo considera que las últimas direcciones de RE, a cargo de Gabriel Sosa Plata al inicio del gobierno de la 4T y en la actualidad Jesús Alejo Santiago, han sido erráticas. Asegura incluso que Alejo fue nombrado por su amistad con la titular de la SC, Alejandra Frausto.
A decir de la analista, el nuevo sindicato que --pone acento-- no cuenta con la Toma de Nota, logró constituirse porque el abogado laboral Arturo Alcalde (padre de la secretaria de Gobernación María Luisa Alcalde Luján), quien ha trabajado cercanamente con los trabajadores de RE, ha sido “un facilitador”, les ha dado “un espaldarazo”. Comparte un video donde el abogado celebra el nacimiento de la nueva organización gremial, porque se trata de tener “una entidad propia, un sindicato democrático, transparente, que elija a sus representantes por voto secreto, directo, que rinda cuentas y que, finalmente, defienda sus derechos”.
Pero González considera que de lo que se trata es de entregarles la emisora. A modo de ejemplo, dice que hay alrededor de 130 ó 140 trabajadores de base, y hay 22 bases libres debido a fallecimientos durante la pandemia de covid-19 que no han sido reasignadas porque la organización gremial quiere asignarla entre sus miembros, “están acostumbrados a dárselas entre ellos, por dedazo”.
Denuncia también que hay una suerte de nómina alterna, mediante la cual se paga de forma discrecional y sin tabulador reglamentado y trasparente, a los trabajadores que conformaron esa agrupación, y con ello logran un aproximado de 30 a 60 mil pesos mensuales extra a su nómina oficial.
Al respecto Garzón dice que esas compensaciones no son secretas, se llaman Servicios Adicionales Compensados, y se le dan a quienes, una vez que han cubierto sus tareas y horarios asignados por base, se quedan a realizar otros trabajos como guiones, musicalizaciones, opiniones en los noticiarios, entre otros; se crearon en la dirección de Antonio Tenorio como un paliativo ante los bajos salarios. Para realizar estos trabajos extra es necesario que sean invitados por los productores.
Derecho de réplica
Ciudad de México, a 5 de octubre de 2023.
C. Jorge Carrasco Araizaga
Director de Proceso
P r e s e n t e
Por este medio solicito a usted sean publicadas las siguientes precisiones a la nota del día 3 de octubre en el portal de Proceso “Radio Educación busca su propia organización sindical” basada en entrevista realizada conmigo el pasado 22 de septiembre de 2023
1.- Como señala la nota llevo décadas como trabajadora de base, más de tres, soy clasificadora de acervos sonoros, sindicalista activa, además de haber sido electa para desempeñar varios cargos sindicales a lo largo de mi vida laboral, entre ellos: Secretaria General de la D-III-57, integrante del Comité Ejecutivo de la Sección XI del SNTE, integrante del Comisión de Garantías y Transparencia del SNDTSC, actual secretaria de trabajo y conflictos del SINTRE, además de colaborar diversas series radiofónicas.
2.- El nombre de nuestra organización es Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de Radio Educación y sus siglas son SINTRE, el primer sindicato gremial de la radio pública en México.
3- No estoy de acuerdo con la afirmación “ambas coinciden… y un contenido que la acerca más a una radio gubernamental u oficialista que pública” ya que no es una declaración mía, no hay coincidencia. Sostengo que Radio Educación cumple con su función como una emisora de servicio público aún con todas las limitantes que se han señalado.
4.-Actualmente en Radio Educación conviven 5 organizaciones sindicales que, de acuerdo con el último cotejo de padrones, revisado el pasado 18 de septiembre en la Secretaría de Cultura aparecen de la siguiente forma:
- Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la SC: 27 afiliados
- Sindicato Nacional de Cultura: 14 afiliados
- Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura: 1 afiliado
- Sindicato Independiente de Trabajadores de la Secretaría de Cultura: 2 afiliados
Y el recién creado Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de Radio Educación que se conformó con 100 afiliados.
5.-En la nota se señala que la emisora se encuentra en crisis “a decir de varios sindicalistas consultados” y, aparte de mis declaraciones solo aparecen las opiniones de Fabiola González, afiliada a una organización sindical que en la emisora tiene 2 agremiados y que no tiene ningún cargo de representación.
Resulta desconcertante que el tema se reduzca a dos opiniones cuando existen por lo menos dos sindicatos más.
6.- Me parece francamente desafortunado, por decir lo menos, y ofensivo señalar como “Mafia y vicios” la forma en que se realizan los trabajos extraordinarios en la emisora, la cual existe en todas las áreas en las que se requiere el trabajo extraordinario.
En la nota solo se toca el tema de manera parcial y se resalta la situación en producción, dejando una impresión sesgada y equivocada del asunto.
Rechazo tajantemente el término que se utiliza para describir a mis compañeros locutores y productores. En Radio Educación no hay mafias, solo hay personas que trabajan, son propositivas y contribuyen con su trabajo, desde las diversas áreas, a la promoción y difusión de contenidos de alta calidad en una radiodifusora de servicio público por encima de posturas personales y descalificaciones.
De los dichos de Fabiola González quiero señalar lo siguiente:
Los montos señalados por González están muy lejos de ser el promedio de los ingresos que por servicios adicionales compensados cobran los trabajadores/as que los realizan, tabuladores que por cierto hace más de una década que no se han incrementado.
No existe tal nómina alterna para el personal del SINTRE, en el trabajo extraordinario participan agremiados de todas las organizaciones sindicales y de todas las áreas en las que se requiere realizarlo. Los procesos de asignación, participación y montos son regulados por el instrumento administrativo “Políticas, procedimientos y tarifas para el pago de Servicios Adicionales Compensados al personal de Radio Educación” cuyo funcionamiento está registrado y regulado por la Secretaría de Hacienda.
El abogado Arturo Alcalde Justiniani es el asesor legal desde los comienzos de organización de trabajadores en Radio Educación, hablamos de más de 40 años en los que nos ha acompañado en varios momentos relevantes de nuestra vida sindical, incluyendo el acuerdo promovido desde la D-III-57 con la Secretaría de Hacienda, la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados y las autoridades de SEP, por el que se basificó a los trabajadores/as de honorarios incluida Fabiola González Silva.
Radio Educación es órgano desconcentrado de la Secretaría de
Cultura por tanto, una radio de estado, -en el más amplio sentido- y, no es ni será una radio gubernamental u oficialista; quien esto afirma desconoce la historia de los trabajadores por la defensa de nuestra institución para que su función como medio público prevalezca.
Actualmente se encuentran vacantes 25 plazas ya sea por defunción, renuncia o jubilación, mismas que por disposición de la SHCP sobre la no contratación de personal desde el pasado mes de julio imposibilita realizar los recorridos escalafonarios, en los que participan los trabajadores que cumplen los requisitos, sin importar el sindicato en el que se encuentran afiliados. Será hasta que esta restricción se retire cuando se convoque a concursos de promoción y de admisión para ocupar las plazas vacantes de acuerdo con lo establecido en la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado, las Condiciones Generales de Trabajo de la Secretaría de Cultura y las Normas Específicas que regulan las actividades de los trabajadores adscritos a la Dirección General de Radio Educación.
Por último, Marcial Alejandro Romo López, programador musical y Secretario General realizó una Huelga de Hambre (1988) para obligar a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública a revisar la situación derivada del Convenio firmado en 1987, entre el SNTE y la propia SEP, por el que plazas de base fueron convertidas a confianza, resultando afectados varios puestos sustantivos en Radio Educación: Productores Radiofónicos, Locutores, Reporteros-Redactores, Cintotecarios y hasta algunos puestos administrativos. Como resultado de esa huelga de hambre, se estableció una minuta de acuerdos que permitió que en vía de hechos los trabajadores afectados fueran considerados como de base, se crearon las Normas Específicas que regulan las actividades de los trabajadores adscritos a la Dirección General de Radio Educación; se estableció la Subcomisión de Admisión y se trabajó su reglamento, documentos base para la admisión y promoción del personal.
A t e n t a m e n t e
María de Lourdes Garzón Mendoza
Secretaria de Trabajo y Conflictos SINTRE
Rspuesta de la reportera
Señor director:
En relación con la carta de Lourdes Garzón, deseo responder a sus puntos: No solemos poner currículums extensos, pero la sindicalista está identificada por su cargo en el nuevo Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de Radio Educación, (SINTRE, por sus siglas correctas, ciertamente). El párrafo al cual alude en el punto 3, pretendió ser una síntesis de las posiciones de las dos entrevistadas. Le ofrezco disculpas por no deslindarla de la idea de una radio gubernamental u oficialista.
Quiero subrayar que el tema de la nota es la creación del nuevo organismo sindical, no el resto de los sindicatos de la Secretaría de Cultura que ya han sido objeto de otras notas por parte de esta reportera en tiempos pasados.
Cuando en el epígrafe se dice “varios sindicalistas” no se alude exactamente al número de voces entrevistadas, que como se lee en el cuerpo de la nota son, efectivamente, dos, sino a una de las otras acepciones de la palabra: en atención a posiciones “diferentes”. No es mi papel desestimar las opiniones de ningún trabajador porque la organización sindical a la cual pertenece cuente con dos o equis número de afiliados, mi propósito fue presentar dos opiniones divergentes.
El punto 6 y el resto de lo señalado por la carta, se desprenden de la información que me proporcionó la otra entrevistada, Fabiola González Silva.
La historia de Marcial Alejandro sólo está mencionada, como un antecedente de la lucha sindical, por la propia González Silva.
Sin más por el momento, le envío saludos cordiales.
Judith Amador Tello.