Rock

Estalla la bestialidad prodigiosa de los jefes metaleros Iron Maiden en el Foro Sol (Videos)

La legendaria banda británica ofreció una espectacular y delirante gala de rock duro la noche del miércoles en la Ciudad de México.
jueves, 8 de septiembre de 2022 · 15:45

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La legendaria banda británica Iron Maiden ofreció una espectacular y delirante gala de rock duro en el Foro Sol, como parte de su gira “Legacy Of The Beast Tour” (El legado de la bestia), reuniendo a 65 mil en enloquecedora velada este miércoles. 

La energía de los presentes estalló al instante de emerger el sexteto integrado por Paul Bruce Dickinson en la voz, los guitarristas Dave Murray, Janick Gers y Adrian Smith, el bajista Steve Harris y la bataca Nicko McBrain.

Magistral entrega de heavy metal retumbó a los primeros acordes en prodigiosa bestialidad sonora, para detonar las sofisticadas “Senjutsu” y “Stratego”. Una espléndida teatralidad escénica brilló al instante, iniciando con atmosferas orientales y un gigantesco samurái que ajustició la demencial alegría de un público en su mayoría veterano, incluyendo a jóvenes adoradores del ensamble ochentero --aunque gestado desde 1975.   

 “¡Buenas noches amigos!”, exclamó el jefe vocalista Bruce Dickinson (Worksop, 1958) en un recinto que lucía pletórico por cada rincón con las almas de los respetables replicando aullidos de bravura.    

Al rasgar de “The Writing on the Wall”, la fanaticada lanzó obsequios de una triada de peluches del “Dr. Simi”. Dickinson agradeció el presente jugueteando y simulando que uno de los muñecos cantaba, para luego sentarlos como invitados especiales en el bombo de la bataca.

Avanzó la presentación con constantes cambios de escenografía. Lienzos de arte macabro ilustraron a telón de fondo la narrativa visual para cada rola, destacando la presencia de su personaje cadavérico “Edward The Head” (Eddie “El cabezón”), mascota antropomórfica de la banda (que aparece en todas las portadas de sus álbumes de la banda, así como también en sus mercancías de recuerdo).

Las historias fantasmales resonaron tras un repertorio que contempló “Revelations” y “Blood Brothers”. Desde las tinieblas iluminó la señal de la cruz con la rola “Sign of the Cross”, para después elevarse la monumental efigie tridimensional de un Ícaro desplegando alas en “Flight of Icarus”.

La congregación brincó y movió los cráneos al estilo incansable del Heavy Metal, se arremolinó y apretujó en la plancha, berreando literalmente todos los cortes en frenético regocijo. Se escucharon “Fear of the Dark” y una memorable “Hallowed be thy Name”. Llamaradas dantescas lengüetearon en el ciclorama ambientando “The Number of the Beast”, cuando se erigió un colosal cabrío tatuado en la frente por un pentagrama invertido para honrar la rola emblema “Iron Maiden”.

 Al entonar “The Trooper”, Dickinson alzó la bandera británica y mexicana en lucha épica contra la mascota “Eddie”. El ocaso del show se asomó en “The Clansman” y “Run to the Hills”.

Cantante y músicos congraciados portaban sombreros de charro. Aparente adiós y veloz retornar para dar la inexorable despedida detonando el ritmo de “Aces High”, al tiempo que un gigantesco avión de guerra sobrevoló el escenario. Después de alrededor de dos horas de concierto, los seis integrantes de Iron Maiden desfilaron al filo de la tarima en gratitud con sus feligreses. Satisfechos, huyeron extasiados después de recargar el espíritu de sus fans mexicanos con una cátedra metalera que demostró cuán vivo está su legado y cuánta prodigiosa bestialidad palpita en su estilo lleno de heavy metal.

 

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