Paula Vogel

"Indecente", migración y censura

Es la historia de una obra de teatro que vive la censura y la represión. El dios de la venganza transita de Europa a América. Desde sus orígenes en Varsovia hasta su representación clandestina en el ghetto de Lodz en Polonia.
martes, 6 de septiembre de 2022 · 09:44

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Una comunidad de judíos se lanza a la aventura de llevar a los escenarios una obra controversial, en medio de una realidad convulsionada y conservadora, que tanto al interior como en el exterior se escandaliza de mostrar el amor entre dos mujeres y que en escena inicia con un gran beso.

Indecente es la historia de una obra de teatro que vive la censura y la represión. El dios de la venganza transita de Europa a América. Desde sus orígenes en Varsovia hasta su representación clandestina en el ghetto de Lodz en Polonia.

Paula Vogel, dramaturga nacida en Washington en 1951, saltó a los escenarios de ­Broadway con Indecente, inspirada en el recorrido de El dios de la venganza que escribió Sholem Asc, y que en un principio fue rechazada por el grupo judío al que pertenecía y que siguió su camino a pesar de todo. La autora elige con fortuna centrarse en la relación de dos mujeres para abrirnos el mundo trashumante de la compañía y las dificultades para su representación dentro de un sistema masculino y opresor inmerso en una guerra. Se avoca a hablar de la migración de ese colectivo que, aunque tiene guiños a lo que sucede con los migrantes y marginados de la actualidad, se queda en el retrato de esta comunidad judía que representa la obra de teatro El Dios de la venganza. Un dios que consideran pervive, desde el Antiguo Testamento hasta nuestros días.

La venganza es dura, por todos los sinsabores que padecen, pero a la vez festiva y llena de esperanza; una esperanza sostenida por el compromiso de hacer teatro, su mayor pasión, y creer en la fuerza de los que no se dan por vencidos.

Indecente, adaptada al español por Enrique Arce, es un canto a la vida, y Paula Vogel construye una compleja estructura llena de música y bailes. Elige fragmentos de la obra para repetirlos una y otra vez desde distintos puntos de vista y diferentes tiempos. Lo que hay tras bambalinas y lo que sucede en escena, con recursos o con apenas una escalera para hacerla. Cristian Magaloni, el director, optimiza la propuesta y a través de un dispositivo sencillo y eficaz, diseñado por Emilio Zurita, nos muestra las variadas perspectivas de la historia y consigue un movimiento escénico ágil y vibrante.

Los actores que participan son de primer orden, encabezados por Majo Pérez, Alberto Lomnitz, Ana Guzmán, Roberto Beck y Elizabeth Guindi, entre otros. Interpretan con versatilidad a varios personajes apoyados por el atinado vestuario de Sara Salomón. Aunque en ocasiones hay una sobrecaracterización en algunos personajes para insistir en su diferencia, podemos apreciar el movimiento de la obra de teatro, sus representaciones, sus preparativos para lograrlo y su clandestinaje.

El Dios de la venganza fue escrito originalmente en yidish en 1906, y en Indecente se retoma esa convención y enfrenta la problemática del idioma para la representación de la obra en ese idioma más el alemán, el inglés y el español. No queda clara la propuesta del director, pues a veces se incluyen subtítulos, otras los personajes hablan un mal español o mezclan palabras de diferentes idiomas.

Indecente se produce con el apoyo de Efiartes y se presenta en el teatro Helénico. Es una gran obra que refleja la realidad de un colectivo que a lo largo de los años lleva a escena una obra de teatro, convertida en personaje principal. Con sentido del humor muestra momentos dolorosos, derrotas y victorias, pero siempre con un gran amor a la vida y al teatro. 

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