Teatro

Pesar en el teatro por el deceso del director, traductor y docente Manuel Montoro

Su primer montaje fue “Mariana Pineda” de Federico García Lorca, en donde llevó a escena un reparto que incluyó a María Rojo, Ana Ofelia Murguía, María Luisa Castillo, Raúl Velázquez, Guadalupe Balderas, Francisco Beverido y Manuel Fierro.
viernes, 30 de septiembre de 2022 · 07:19

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Considerado un pilar del teatro nacional, especialmente del gremio teatral veracruzano al que dio tanto de su carrera, el deceso del director de teatro de origen español Manuel Montoro Tuells a los 94 años deja un vacío en la comunidad escénica.

Tras iniciar su carrera en el teatro en su natal España, Montoro llegó a este país, radicando en Xalapa, Veracruz, y haciendo desde ahí una carrera imponente que inició en los años sesentas con la conformación de la Compañía de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV), a partir de lo cual montó unas 50 obras.

Su primer montaje fue “Mariana Pineda” de Federico García Lorca, en donde llevó a escena un reparto que incluyó a María Rojo, Ana Ofelia Murguía, María Luisa Castillo, Raúl Velázquez, Guadalupe Balderas, Francisco Beverido y Manuel Fierro.

Ver: https://twitter.com/ComunicacionUV/status/1575208482965684224

De hecho fue la UV a través de sus distintas coordinaciones --como Difusión Cultural, Comunicación UV, la Faculta (acontecida este miércoles por la noche), ello tras la confirmación del deceso del artista por parte de familiares.

Tras ello instituciones como la Compañía Nacional de Teatro, Teatro de la Ciudad de México, la UNAM, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, foros esceénicos como el Teatro Milán de esta ciudad, e incluso la Concejalía de Cultura del ayuntamiento de Lorca, lamentaron la partida terrenal de Montoro Tuells.

Doctor Honoris Causa por la UV desde 2010, Montoro también fue Medalla al Mérito Académico del INBAL, y de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La Numancia de Montoro

Entre sus grandes puestas en escena sin duda se recuerda “Numancia” o “El cerco de Numancia”, una tragedia de estílo griego de la España renacentista que Miguel de Cervantes Saavedra publicó en 1784 llamandola originalmente como “La Numancia o  La destrucción de la Numancia”, y que basada en hechos reales, narra la valentía del pueblo numantino en medio de las guerras celtíberas hacia el año 134 antes de Cristo.

Tras casi 20 años de repeler los ataques romanos, el pueblo de Numancia, capital de los palendones (cuyos restos permanecen sobre el Cerro de la Muela, en Garray, a siete kilómetros al norte de la actual ciudad de Soria, España) se aprestó a combatir al general Escipión, enviado para cercarla y dejar a sus pobladores a merced de la inanición.

En 1973, con dirección de Manuel Montoro, escenografía de Guillermo Barclay, y en versión de José Emilio Pacheco, la Compañía Nacional de Teatro (CNT), montó esa tragedia cervantina. La puesta de Montoro tuvo un éxito enorme, y su vigencia se puso de manifiesto durante una función en la segunda semana de estreno, justo cuando ocurrió el golpe militar de Augusto Pinochet contra el gobierno del presidente Salvador Allende en Chile. En la Introducción del volumen, Pacheco recogió un fragmento de una entrevista a Montoro realizada por la crítica escénica Olga Harmony en ese 1973:

 “Noche a noche los actores y yo fuimos testigos de reacciones del público, algunas muy extravertidas, que nos dejan la sensación de haber llegado a él muy directamente. Como ejemplo, en la función del viernes 14 de septiembre, en la escena  final en que la presencia de los romanos sobre los cuerpos muertos termina con un sordo y lento redoble de tambor, de entre el público, con los aplausos, surgió una voz de un joven gritando: ¡Viva Allende!…”  

Montoro salió avante en esa y muchas ocasiones más. La puesta se asentó más en una adaptación realizada por Pacheco (1939-2014) que posteriormente publicó con notas e introducción por la editorial Siglo XXI en una primera edición de 1974 titulada “El cerco de Numancia, Miguel de Cervantes”; en una segunda edición en 1993, y en una segunda reimpresión en 2011.

Tuvieron que pasar más de 40 años, hasta 2016 (Proceso, 2036), para que el joven director Juan Carrillo la montara nuevamente, esta vez en el marco del 400 aniversario luctuoso de Cervantes cuando de la mano de la CNT se llevó al Festival Internacional Cervantino con otro éxito rotundo.

 

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