Cine
“Oliverio y la piscina”, sobre el duelo tras la muerte de un ser querido
La película, protagonizada por el adolescente Alejandro Arean y Mónica Huarte, concursa en Largometraje México de la 25 edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato.SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto (apro).– Para el cineasta Arcadi Palerm-Artis, su película “Oliverio y la piscina”, protagonizada por el adolescente Alejandro Arean y Mónica Huarte, es “humanista, se trata de que aprendamos a convivir, platicar, escucharnos, perdonarnos y enamorarnos”
“Lo que nos alimenta es seguir adelante y no la venganza o el poder o el deseo material”, recalca en entrevista.
Cuando pierde a su papá, Oliverio (13 años), todo lo que quiere hacer es instalarse en una silla junto a la piscina, y decide que no hay motivo para mudarse jamás. La vida gira a su alrededor, revelando secretos y presentando nuevos desafíos. Oliverio aprende que algunas verdades simplemente no pueden ser ignoradas nunca.
También actúan Camila Calónico, Jacobo Lieberman y Jorge Zarate.
“Oliverio y la piscina”, de 102 minutos, concursa en Largometraje México de la 25 edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF, sus siglas en inglés), que empezó el 20 de julio en León, y hoy se traslada a San Miguel de Allende.
Palerm-Artis –quien ha colaborado en varios proyectos, incluida la aclamada serie de Netflix “Las crónicas del taco”, y ha escrito varios guiones desde su actual hogar en Texas– narra que la semilla de la idea del largometraje es el fallecimiento de su padre:
“No viví la perdida de mis padre a los 13 años como el protagonista Oliverio, que hace Alejandro Arean, yo lo viví como adulto, pero entonces desde mi experiencia personal construimos dramáticamente y me pareció que hacerlo en un chico adolescente es una etapa de la vida muy intensa, se vuelve un madurar a marchas forzadas. Obligas al personaje a vivir un proceso de maduración antes del tiempo tal vez natural.
“Nos permitimos licencias en esta ficción. El chico decide no moverse de una silla que está junto a la piscina, ¿para qué? Es bastante común esta creencia de que lo que tú vives, nadie no lo ha vivido. La orfandad es algo por la que la mayoría vamos a vivir, salvo en casos más trágicos, entonces debería ser algo donde justo sí podemos coincidir, pero este es un chavito, entonces piensa 'nadie sabe por lo que yo estoy viviendo' y se aísla, y luego se vuelve una reacción al ver que le molesta a la mamá esto. ¿Para qué me muevo de aquí si en cualquier momento me voy a morir? Y la película se desarrolla al lado de la alberca”.
–¿Por qué sólo escogió la alberca como locación?
–La verdad me encantaría tener respuestas además de la claridad absoluta de cómo fue el proceso, qué empezó primero y qué siguió; no lo sé, pero creo que hubo un ganar al filmar en un espacio reducido. La piscina te da un juego visual brutal de reflejos, de perspectivas, ver desde abajo del agua y luego está el simbolismo, todo el universo que implica el tener un cuerpo de agua ahí es el origen de la vida y el agua son los sueños, y empezaba a jugar con todo eso.
–¿Por qué la mamá es una psiquiatra?, y ¿por qué salen cucarachas en la casa?
–La mamá de Oliverio, interpretada por Huarte, surgió por mi abuela paterna. Ella era una académica. Estudió psicología de inicio, pero luego toda su maestría, doctorado, en fin, la enfocó en antropología social, y era una persona con un profundo desprecio al universo emocional. Además me gustaba esta cosa de que en teoría eres la persona que ayuda a analizar y a procesar las realidades para seguir adelante. Es la persona capacitada, en teoría, para ayudar a otros a procesar emocionalmente a seguir adelante, pero a la vez posee una incapacidad porque tiene más problemas que su hijo para confrontar la pérdida. Ella ya tiene una nueva pareja emocional, ya se construyó una historia, pero hay una culpa. Las cucarachas es un guiño shakespeariano que es toda la parte de la culpa de ella manifestado físicamente en cucarachas. El cochinero mental que trae ella, se vuelve cucaracha.
“Oliverio y la piscina” la filmó antes de la pandemia. Ya ha sido parte de varios festivales en el extranjero. Alejandro Arean ya obtuvo un premio a Mejor Actor en Houston y Camila Calónico obtuvo otro reconocimiento en Punta del Este, Uruguay. El mes próximo se proyectará en el Festival de Cine de Monterrey.