CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El grupo El Haragán y Compañía celebró su cumpleaños 32 con una intensa fiesta rockera de poco más de tres horas en el Auditorio Nacional el pasado jueves, contando con la entrega absoluta de sus fans y una larga lista de músicos invitados.

Luego de que por dos años la agrupación al mando de Luis Álvarez, alias “El Haragán”, postergó su aniversario debido al confinamiento, la espera valió la pena, pues complació a sus seguidores con una extensa aventura hacia un viaje por sus éxitos.    

El espectáculo emprendió vuelo pasaditas las 20:30 horas, cuando el compositor y vocalista apareció entre los pasillos del inmueble “surcando” al eufórico respetable hasta montar el escenario y rasgar con su lira “Basuras”, “Saber amar”, “Y es por eso que me voy”, así como el tema titulado “Alejandro”.

El griterío escaló de tono cuando Álvarez se postró en el tablado junto a un excelente ensamble de músicos integrado por el legendario Jorge “Cox” Gaitán (violín), Leonel Pérez (violonchelo), Jerónimo García (trombón), Enrique Sida (trombón), Christian Rodríguez (bajo), Levith Vega (batería) y Francisco Yescas (guitarra). 

Velozmente, la banda entonó “Extraña sensación” y “La perra brava”, de forma que el ídolo ataviado de negro presumiera a sus primeros amigos invitados del Triciclo Circus Band (Alejandro Preisser y Pedro Rodríguez) y largaran “J.C. del Barrio”, prosiguiendo con “El Chamuco”.

A los rockeros muertos

Una producción enfocada en los rocanroleros, una colorida iluminación y dosis de pirotecnia, a la par de una escenografía con sombreros mexicanos extendidos en la tarima diseñaron la presentación, misma que gozó de buena acústica además de una pantalla monumental al centro y un par de plasmas laterales para apreciar a los músicos en acción.  

Con sensibilidad “El Haragán” trastocó emociones al ritmo de su clásico “No estoy muerto”, esta vez en homenaje especial a Eulalio Cervantes Galarza “Sax” (1968-2021), que incluyó en tributo sonoro “Kumbala” de Maldita Vecindad. En un nostálgico mosaico fotográfico, además de “Sax” centellearon por las grandes persianas eléctricas figuras significativas para la chaviza: Rodrigo González “Rockdrigo” (1950-1985), Charlie Monttana (1961-2020), Betsy Pecanins (1954- 2016), Rita Guerrero (1964-2011), “Lalo” Tex (1959-2016), Gustavo Cerati (1959-2014) y Pau Donés (1966-2020), entre otros.

El pachangón avanzó con la llegada de David Lerma “El Guadaña”, de la Banda Bostik, entregando “Llamarada de petate”, y el palomazo de “Moy” Álvarez, hijo de “El Haragán”, en “Juan el descuartizador”. Fue un show inolvidable que contempló una sesión acústica de ambientaciones íntimas, como cuando José Luis Cordero “Pocholo” participó su pulsión de vida a través de la armónica para la rola “Haragán” y en “Se mujer”, impulsando la energía irreverente de la rockera tapatía Kenny Avilés de Los Eléctricos.

Después del segmento desenchufado retornó el sonoro rugir del “Campeón”, dedicada al luchador “Vampiro Canadiense” y continuar con “Sobreviví”. 

La euforia trepidó en ápice al escucharse “Niño sin amor”, emergiendo en el escenario los ilustres Álex Lora y Rafael Salgado “El Wea” de El Tri. El “Coloso de Reforma” enloqueció de alegría al ensordecedor bramido de “Él no lo mató”, en un dueto al que se sumaron Álex y su domadora eterna “Chela”.

Se le hizo fácil, se le hizo fácil…

Y es que nada en la vida es fácil… 

Los esposos Lora regalaron “Piedras rodantes” para deleite catártico de la audiencia, en incansables cánticos y bailongos de principio a fin durante la tocada entera, en paralelo a las muestras de gratitud incesante por parte del agradecido Luis Álvarez.

Y el show debió prolongarse con  “Purgante de amor”, “Aburrida la vida” y “En los años 30”, más la muy solicitada rola “Mi muñequita sintética” en conjunto con Rubén Albarrán, del Café Tacvba, con el coreo: 

Mi muñequita sintética, inhalando bolsitas con Resistol…

Te pasas la vida, perdida en un vaso de alcohol…

Cuando el reloj se aproximaba hacia la medianoche un obsequio adicional finiquitaba “A esa gran velocidad”, en la que aparecieron todos los artistas para cobijar a un muy orgulloso “Haragán”. El héroe nacido el 25 de diciembre de 1967 en Tlalnepantla, Estado de México, reverenció a sus camaradas cantantes y músicos, al tiempo que daba sus respetos a la fidelidad de la gente que, en el éxtasis, le aclamó varios minutos por un memorable festín de cumpleaños rockero 32 que parecía nunca alcanzaría su final.