INAH
Especialistas de zona arqueológica El Tajín y del INAH opinan que daños por incendio son reversibles
El incidente ocurrió en un área donde se realizaban trabajos para restitución de una cubierta que colapsó parcialmente debido al huracán ‘Grace’, al parecer elementos plásticos colocados sobre esas estructuras para protección fueron prendidos con fuego.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con comunicado a través de la Secretaría de Cultura (SC) y el INAH, se informó que a raíz del “siniestro”, un incendio ocurrido en el Edificio I de la zona arqueológica El Tajín (Veracruz), se realizó el reclamo de la póliza para su atención; aunque en redes sociales usuarios reclaman que la falta de atención a ese sitio tiene algunos años.
El incidente ocurrió en un área donde se realizaban trabajos para restitución de una cubierta que colapsó parcialmente debido al huracán ‘Grace’, al parecer elementos plásticos colocados sobre esas estructuras para protección fueron prendidos con fuego, y al derretirse se pegó a la piedra, se dio a conocer mediante comunicado previo a Navidad.
En imágenes se aprecia un tono negro en distintos puntos de la estructura de ese edificio y pintura mural, y ante reclamos de restauradores, visitantes y vecinos de esa zona (cercana a Papantla), Cultura federal informó que según inspecciones “las afectaciones reversibles”, pese a que el Sindicato Nacional de Restauradores del INAH (Sinar) afirmaron en comunicado en redes sociales que eran “irreversibles” y exigieron a autoridades del instituto y gobierno federal realizar las investigaciones necesarias respecto a los responsables vía redes sociales (@INAH_SINAR):
“Quienes integramos el Sindicato Nacional de Restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia desaprobamos tajantemente los hechos vandálicos ocurrido en la zona arqueológica de El Tajín, en el estado de Veracruz, que causaron daños irreversibles en la pintura mural, herencia cultural de la humanidad.
Exigimos a las autoridades del INAH y del gobierno federal que se realicen las investigaciones necesarias para hallar a los responsables y para que se imparta justicia”.
En contraparte Cultura federal informó respecto a lo acontecido en El Tajín, zona inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1992:
“Una vez que se tuvo conocimiento del incendio, el INAH dio aviso a la aseguradora para iniciar el reclamo de la póliza que el instituto tiene contratada para la atención de este tipo de siniestros.
“Actualmente, especialistas de la zona arqueológica y de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH se encuentran valorando el alcance de las afectaciones, tanto en las estructuras como en la pintura mural. No obstante, de acuerdo con las primeras inspecciones, se puede señalar que las afectaciones al Edificio I son reversibles”.
En redes sociales usuarios lamentaron lo acontecido acusando a personas que viven en los alrededores de la zona, y en otros casos que fueron “turistas extranjeros”, todo esto a pesar de que hay elementos de la Guardia Nacional en la zona, además de comentar que el descuido en ese espacio es evidente desde la entrada a El Tajín (ubicada en la carretera Poza Rica-Martínez de la Torre, a seis kilómetros de Papantla), el museo de sitio colocado en la entrada de El Tajín --cerrado desde hace un tiempo--, la maleza en algunos puntos del recorrido, y la falta de elementos de vigilancia para una extensión de mil 221 hectáreas.
Por su parte, la Representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en México y el Capítulo Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS México) expresaron preocupación por lo acontecido en el área de murales, de El Tajín, en Veracruz, se lee en su documento:
“’La Ciudad Prehispánica El Tajín’ se encuentra inscrita en la lista de Patrimonio Mundial desde 1992 por su Valor Universal Excepcional, como parte de sus criterios se señalan sus relieves y murales descubiertos como contenedores de información importante sobre la sociedad, los rituales y la vida cotidiana. Como Patrimonio Mundial, es un bien cuyo valor es tan excepcional que el interés por su conservación resulta crucial. La pérdida de cualquiera de sus elementos o atributos representa una pérdida para toda la humanidad…
“UNESCO México e ICOMOS México brindamos nuestra solidaridad y apoyo a las autoridades competentes para dar seguimiento, evaluar e informar a la población de manera oportuna, pues el impacto no es únicamente material, ya que se deben considerar también sus relaciones con las comunidades que lo habitan y visitan. Es importante recordar que los sitios y bienes Patrimonio Mundial no son edificaciones sino elementos indispensables para preservar la diversidad cultural”.
Cabe recordar que tras la inscripción de El Tajín en la lista de Patrimonio Mundial en 1992 se realizó una rehabilitación a la zona y se prohibió “subir” a edificios ubicados en la entrada en los que se daba acceso a turistas, muchos de ellos con recuerdos de realizar ‘pic nic’ sobre algunos edificios y admirar una vista de la zona y la selva imponente, el museo de sitio se adecuó y brindaba información sobre la cultura totonaca, pero tras 20 años el deterioro ha sido evidente.
Se lee en uno de los comentarios en Twitter del usuario Saúl Sánchez:
“Sin protección, sin recursos, sin investigadores, sin materiales adecuados, sin personal del INAH, todo el dinero gastado en un centro ‘cultural’ donde solo hay muestras de fotos y comida; esto es el resultado de la negligencia”.