CIUDAD DE MÉXICO (apro).-A partir de postales y fragmentos de la memoria, Irmgard Emmelhainz busca plasmar desde la óptica de la cotidianidad una revisión del feminismo en el siglo XXI en "Amores tóxicos, futuros imposibles", el primer libro de la editorial Taurus que se vale del lenguaje inclusivo. Para ello se vale de referencias musicales, cinematográficas, obras de arte y poemas. En entrevista con Proceso, refiere que busca tender un puente entre la creatividad de arte, cine y televisión e incorporarlas al pensamiento crítico. 

“Necesitamos un plan a mediano plazo más allá de la denuncia, de la acusación, la furia y el enojo. Este momento en el que estamos explotando todas es muy importante porque tradicionalmente, tristes o melancólicas, las mujeres con nuestra herida que nos vende el heteropatriarcado, nos vemos más bonitas, más sexys. Pero emputadas a nadie le gustan. Entonces también está increíble vindicar ese derecho a ser violentas”, señala Emmelhainz.

La académica pone especial énfasis en la visión que desde el gobierno se ha todo respecto a las mujeres feministas, y cómo desde la sociedad se ha visualizado su enojo ante las injusticias. Basta recordar que el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que desconfía de la autenticidad de las protestas debido a que han hecho uso de la violencia, y ha calificado las marchas como movimientos “conservadores” que buscan perjudicar a su gobierno.

“Es un error el demandar un derecho con el uso de la violencia, todas las protestas deben ser pacíficas, no a la violencia. Ahora se han venido dando estos actos de violencia que antes no se presentaban; es un fenómeno nuevo que tiene que ver con el inicio de nuestro gobierno, por eso desconfío de su autenticidad. En vez de ayudar a las causas, las afecta”, aseguró el mandatario en septiembre del año pasado.  

El primer capítulo del libro, titulado "El tsunami mexicano" está dedicado a analizar y explorar los acontecimientos ocurridos desde algunas de las acciones del gobierno obradorista, como la disminución del subsidio de las guarderías de Estado; la ocupación de las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por parte de activistas y anarquistas, así como de la violencia de género. 

Una de las partes medulares de su texto señala:

"Nuestro estar en el mundo no es solo "ser-con" les otres, sino que estamos incrustados en el medio ambiente, y por eso, al ampliar el sentido del yo para abarcar a les otres y a los que nos rodea, podremos comprender que existimos de manera simbiótica con el medio ambiente, y que necesitamos replantearnos la vida como un acto creativo -no productivo-, basado en la autodeterminación y en contra del consumo. Pero para ello, tenemos que crear espacios colectivos donde podamos juntarnos a pensar cómo organizar y construir la resistencia y las alternativas (como el paro feminista), con la conciencia de la necesidad de trascender los movimientos gestados por la indignación, el trauma o a la tristeza". 

Emmelhainz no solo hace una crítica y revisión de la situación, pues señala que parte de su texto es recordar la lucha que ha permitido que el feminismo se encuentre en el debate público con mayor fuerza cada vez. 

"Me interesa mucho el puente entre la teoría y la práctica política y cómo traemos la teoría al movimiento. Y la historia del feminismo también al movimiento. Porque siento que también las chavas también, en cierta manera piensan que también están inventado el feminismo y no chavas. Tenemos una historia, tenemos ancestras y hay que honrarlas, y hay que agradecerles y hay que retomar la lucha donde ellas se quedaron". 

La escritora es autora también de "La tiranía del sentido común: la reconversión neoliberal de México" (Paradiso Editores, 2016). Ha presentado su trabajo de investigación y crítica en la Graduate School of Design de Harvard, la Bienal de Sharjah en los Emiratos Árabes Unidos y la Americas Society en Nueva York. Además es miembro del Sistema Nacional de Creadores (SNC) en la categoría de ensayo y fue beneficiaria de una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes fonca (2018-2020).