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Kase.O: versos, rap, hip hop y fonqui en el Pepsi Center
Una fiesta de versos y rimas al ritmo de rap, hip hop y funk brindó el cantante español Kase.O en el Pepsi Center del WTC en la CDMX como parte de su gira de décimo aniversario del disco “Jazz Magnetism”.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Una fiesta de versos y rimas al ritmo de rap, hip hop y funk brindó el cantante español Kase.O en el Pepsi Center del WTC en la CDMX la noche del jueves 27 de octubre, como parte de su gira de décimo aniversario del disco “Jazz Magnetism”.
El originario de Zaragoza, Javier Ibarra Ramos, mejor conocido en la escena musical como Kase.O, emergió en una ola de rugidos ensordecedores de bienvenida, y previo a emprender vuelos sonoros, agradeció velozmente a su gente:
“¡Buenas noches Ciudad de México! Gracias a Dios por mi público inteligente, creativo y superior. Vamos a pasarlo bien, voy a tirar buenas rimas, buenas barras. Vamos a tener momentos musicales que van a hacer que nuestro espíritu se eleve al máximo”.
Los respetables le aclamaron locuazmente en incesantes aplausos y aullidos arrancando en los sones de “Libertad” y “Esto no para”. Acompañado Jazz Magnetism, la sencilla producción destacó en sus luminarias y el cobijo de la fanaticada que generó sabrosa vibra de la mano de su artista.
El rapero nacido el 1 de marzo de 1980 en todo momento correspondió a su multitud y dirigió su festín en una ágil selección de cortes, considerando “A solas con un ritmo” y “Yemen”. En el repertorio ofreció “Pavos reales”, se escuchó extracto de “Suavemente” (rola de Elvis Crespo), avanzando en “Mazas y catapultas”, a la vez de “Ninguna chavala tiene dueño”. Para “Billete de ida hacia la tristeza”, Kase.O instó a sus seguidores concentrar energías y dedicar el tema a personas con algún problema en sus vidas, en su salud y quien está enferma en los hospitales. “¡Esta música es sanadora!”, exclamó religiosamente el cantor, al tiempo que sus fieles gritaban: “¡Paz!”.
El zaragozano enardeció junto a su audiencia en “Como el sol”, en incesante baile de los reunidos que meneaban los cuerpos y elevaban sus manos en estilo rapero. Un público en su mayoría juvenil recibió mensajes de aliento, como el de saber decir “no” en ciertas circunstancias. Dijo Kase.O:
“¿Sabes por qué les digo esto? Porque nos estamos acostumbrando a decir que sí, agachar la cabeza a todas las leyes de los políticos. Tu puedes decir no, en lugar de decir que sí. De mi cuerpo para adentro mando yo y digo no”.
En la pachanga resonó “Boogaloo”, “Mitad y mitad”, sin faltar “Ringui Dingui” y en breve tributo, la introducción a “Sopa de caracol” (original de Banda Blanca). Desapareció en aparente fuga y en vertiginoso retorno extendió la celebración en “Que no hay alcohol”. Conmovido por la entrega y pasiones, señaló el devoto rapero:
“Dios no distingue entre españoles y mexicanos. Todos somos la misma cosa, no hay fronteras chicos y chicas, somos todos iguales con nuestros vicios”.
Hacia las fronteras del finiquito rasgó “Ballantines” y “Tiranosaurius Rex”, a la par de una serie de versos en popurrí con frases que sus fieles coreaban: “La vida es fluir, como estos pensamientos que tratan de huir, de una mente acostumbrada a sufrir”. En conclusivo adiós compartió “Cantando” y “Renacimiento”. Junto a su ensamble de músicos avanzó en despedida y emotivas gratitudes mientras se fondeaba “El Baile del Muñeco” (de Argenis Carruyo), tras dos horas de espectáculo.
Kase.O es conocido por formar parte del grupo de rap español Violadores del Verso, con quienes llegó a lanzar tres álbumes de estudio, así como varios singles y discos en directo. Su primera producción en solitario “Kase.O Jazz Magnetism” (2011) fue el parteaguas de su carrera. Comenzó a girar con la Jazz Magnetism, banda de fusiones a estilo jazzístico y funk llevándolo a recorrer numerosas ciudades de España para convertirlo en un referente mundial del rap y hip hop.