MONTERREY, N. L. (proceso.com.mx).– Un emocionante viaje de dos años a Marte parece una gran aventura para tres científicos que navegan por el espacio infinito. Son pioneros en la colonización extraterrestre y la travesía será un paso gigantesco de la humanidad.

Hasta que encuentran que, en la cápsula, tienen un inesperado cuarto acompañante, y lo que parecía un paseo por las estrellas se transforma en una angustiosa carrera contra el tiempo para encontrar una solución de supervivencia desesperada.

Una persona más, en el largo trayecto, consume aire y comida que serán insuficientes para todos, así que el sacrificio es inevitable. Pero, ¿quién está dispuesto a dar voluntariamente la vida?

Pasajero inesperado (Stowaway, 2021) es una angustiosa cinta de ciencia ficción estrenada por Netflix, que pone a cuatro personas, las únicas del relato, en una situación endiablada. La premisa es inverosímil, pues parece increíble que, en la industria más desarrollada de la historia, en una misión tan delicada y calculada hasta el más mínimo detalle, se filtre un error tan descomunal, como la distancia que tendrán que andar entre planetas.

Además, el título de la historia, que en inglés y en español se refiere al polizón, ayuda poco a mantener el misterio.

Pero ya que se acepta la base del argumento, lo que queda es una anécdota de suspenso, ya vista antes, aunque ahora muy bien lograda, en la que los astronautas y el invitado inesperado deberán encontrar una solución que parece imposible, en un pequeño habitáculo que vaga solo en medio de la nada, y sin posibilidades de un plan de rescate.

La historia gira en torno a Anna Kendrik, la doctora del viaje, una humanista de gran corazón que siente una gran empatía por el arribista, Shamier Anderson, que tiene una historia personal triste y quien, pese a ser un ingeniero de la NASA, anda por la vida como un pobre diablo con un alto sentido de la responsabilidad familiar.

Toni Collette es la capitana de la misión y Daniel Dae Kim, como botánico que hace sus propios experimentos con vegetales.

A partir de que se establecen el nudo y el riesgo, la historia parece ciclarse, al dar vueltas a una sola idea. Sin embargo, el director y guionista Joe Penna se las arregla para transmitir crispación entre los tripulantes, que tienen que resolver un crucigrama que no tiene respuestas.

Lo que parece ser un intento desesperado por encontrar una opción, se vuelve la parte más sustancial de la cinta, con un buen momento de agonía, cuando los astronautas hacen una desesperada maniobra, porque la misión que era de ciencia se ha convertido en un viaje de supervivencia.

El arte es impecable y, con el diseño de interiores, se consigue crear una atmósfera claustrofóbica entre tres camaradas que deben enfrentar la incómoda situación de tener un intruso, que les amarga lo que parecía ser una dulce marcha hacia un horizonte por descubrir.

Pasajero inesperado es una estrujante reflexión sobre el valor de la vida, y pregunta si algunas personas son más valiosas que otras.

(R. Restringido; menores de 17 deben estar acompañados de sus padres)