Cultura

Teatro contemporáneo ruso en DramaFest

Aurora Cano, directora artística de DramaFest, celebró que el festival será presencial este año. “Estamos muy contentos de haber saltado el momento complejo y regresar a los espacios escénicos en convivencia con los espectadores en el mismo tiempo y espacio, con todas las precauciones sanitarias”.
miércoles, 8 de diciembre de 2021 · 10:30

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Rusia es el país invitado en DramaFest 2021, el festival internacional de teatro contemporáneo, ya muy reconocido fuera de México.

Ahora es presencial, ya que el año pasado por la emergencia sanitaria sólo fue de manera virtual. Aurora Cano, directora artística de DramaFest, explica por teléfono que desde el 2020 tocaba la edición con Rusia y entonces se decidió dividir las actividades en digitales y presenciales:

“Entonces hace un año sólo se realizó de manera virtual y fue muy interesante porque creamos una serie de actividades alrededor de la experiencia escénica, que de otra manera nunca hubiéramos podido realizar. Por ejemplo, poner a dialogar a los chicos de Teatro de Arte de Moscú, una de las escuelas más importantes históricamente porque la fundó Kosntantín Stanislavski con Antón Chejov, con los de la Escuela Nacional de Arte Teatral en México, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Pudimos efectuar encuentros entre los escritores de las dos naciones”.

La también actriz y directora teatral rememora que entonces se crearon obras específicamente para zoom. Y este 2021 ya se estrenan las puestas en escena para el público que asiste físicamente:

“Estamos muy contentos de haber saltado el momento complejo y regresar a los espacios escénicos en convivencia con los espectadores en el mismo tiempo y espacio, con todas las precauciones sanitarias”.

La Edición Modalidad Presencial 2021 del DramaFest inició el 27 de noviembre y finalizará el 19 de este mes de diciembre. Sus sedes fueron en la explanada del Museo Universitario Arte Contemporáneo del Centro Cultural Universitario de la UNAM y el Centro Nacional de las Artes. Sigue en el Centro Cultural del Bosque y el Centro de Arte Dramático. Sólo el día 12 se suspende.

Todo esto empieza porque a Cano --quien estudió en el Núcleo de Estudios Teatrales de México y posteriormente en The Method Studio de Londres y el Madingley Hall de la Universidad de Cambridge, Inglaterra-- la invitaron a dar unas conferencias a Moscú, Rusia, y fue cuando se planeó que ese país fuera el invitado:

“A lo largo de todos estos dieciséis años que tiene el festival hemos ido tratando de conectar prioritariamente, aunque no siempre, con naciones donde el teatro posee un impacto social importante. DramaFest es peculiar, no se dedica a programar obras que ya existen, que es lo normal en los festivales, lo que hacemos es un festival de producción, seleccionamos los textos y luego convocamos a artistas tanto de México como del país invitado para que entren ambas partes y trabajemos en conjunto.

“La relación con la otra nación tiene una base fundamental. Se hace una obra del autor de ese país con un director mexicano, y viceversa, se crea una obra de un autor mexicano con un director del país invitado”.

Aurora Cano, directora artística del DramaFest.

Con esa estructura el dramaturgo ruso Andrev Ivanov escribió “Toda la culpa es de ella” y la dirige la mexicana Gabriela Ochoa. Cano explica que la trama se centra sobre la relación rota entre una madre y una adolescente:

“El padre ha muerto. Y el hijo carga con un rencor hacia su mamá y no le habla. Entonces, la madre inventa un perfil falso en internet, de una chica adolescente darkéta para acercarse a su hijo. Y se va construyendo una relación intensa, de afecto y complicidad. Es una relectura de Edipo muy perturbadora. Se estrenó en un formato de burbujas. Estructuras de cuatro metros de alto, la cual parece que le hicimos especialmente para la pandemia, pero lleva varios años de operar. Dos actores se meten dentro de la burbuja y utilizamos tecnología 3D”.

El dramaturgo mexicano Carlos Pascual escribió “Naufragio del futuro” y la dirige la rusa Sasha Denisova:

“Ella viene desde Moscú y es del Centro Mayerhold, uno de los principales espacios de teatro contemporáneo en Rusia. Lleva semanas aquí dirigiendo el texto de Carlos Pascual. Esta pieza se presenta en interiores, en el Teatro El Granero. Tendrá funciones intensas, de martes a domingo, son doce en total, durante el festival.

“Es una obra que habla sobre la pandemia (la peste) en el siglo XVI en casa del filósofo y teólogo cristiano neerlandés Erasmo de Rotterdam. Carlos Pascual crea un diálogo ficticio entre el fraile católico agustino de Alemania Martín Lutero con Rotterdam”.

La además profesora en licenciatura en teatro del Departamento de Artes de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP) y en la escuela de cine Bande a part en Barcelona específica que es una parodia sobre la polarización política en medio de la pandemia:

“Habla de México. Tiene mucho sentido del humor. Habla sobre los miedos. Lo mismo que pasaba en el siglo XVI pasa en el siglo XXI”.

También hay monólogos, escritos por cuatro dramaturgas mexicanas en los que cada actriz tendrá como escenario el interior de una burbuja gigante mientras que el público del DramaFest las apreciará desde el exterior de las mismas. 

También se pueden apreciar lecturas dramatizadas de textos mexicanos y rusos contemporáneos. Lo mismo talleres de especialización impartidos por Evgeii Kazachkov (director del Festival Lubimovka, dramaturgo y docente) y Ekaterina Alekseenko (directora ejecutiva del Meyerhold Theatre Center 2013-2021, productora creativa y curadora), ambos de la Federación Rusa. Y se imparten diez masterclasses por especialistas de cada área del arte dramático. Para mayor información se puede consultar  la página dramafestmx.com.

Se le pregunta a Cano ¿si lo digital ya será parte del teatro?, y menciona:

“Los avances tecnológicos de la humanidad lo han ido acompañando e igual han sido un complemento. Sin embargo, la esencia misma de la representación tiene que ver con la comunión que se establece entre el espectador y el artista en el mismo tiempo y espacio. Considero que esto difícilmente va cambiar. La actividad académica se puede beneficiar muchísimo del mundo digital porque da un alcance enorme.

“Los talleres de especialidades que nosotros solemos ofrecer físicamente son con quince o veinte alumnos y en el mundo digital se pueden tener doscientos o trescientos alumnos que no tiene la oportunidad de estar en la Ciudad de México, y pueden beneficiarse”.

Acentúa:

“Por supuesto que posee sus virtudes el mundo digital, pero yo si me mantengo firme en que el sentido de la representación debe de mantenerse como ha sido siempre, porque ir al teatro no solo es ir a que te cuenten una historia, es vivir la historia en carne y hueso con los artistas, eso es algo que nos representa como profesión, y es totalmente independiente de lo digital”.

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