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UNAM aprueba la Especialización en Trasplante Renal
Actualmente hay más de 16 mil pacientes en lista de espera en el país para recibir una donación de riñón.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuenta con una nueva Especialización en Trasplante Renal. La máxima casa de estudios destacó la importancia de esta especialización, ya que actualmente hay más de 16 mil pacientes en lista de espera en el país para recibir una donación de riñón.
El 30 de enero, el Consejo Universitario aprobó por unanimidad la creación del Plan y Programas de Estudio de la Especialización en Trasplante Renal, así como el grado académico que le corresponde.
De acuerdo con la institución educativa, el objetivo es: “formar médicas y médicos capaces de desarrollar una práctica profesional de alta calidad científica, con profundo sentido humanista y vocación social de servicio, que integren el trabajo de atención médica, las actividades de investigación y educación”.
La enfermedad renal crónica afecta aproximadamente al 10% de la población mundial de acuerdo con el estudio EPIRCE (2010). En 2023 se estimó que en México existen más de 160 mil personas en terapias dialíticas (diálisis peritoneal o hemodiálisis); por ello se requiere personal médico especializado para atender los retos que implica, puntualizó la UNAM.
¿Cómo se impartirá y cuál será la duración de la Especialización en Trasplantes Renales?
El Proyecto de Modificación del Plan Único de Especializaciones Médicas señala que la especialización se impartirá en el sistema escolarizado, en la modalidad presencial, y tendrá una duración de dos años.
El ingreso es de “entrada indirecta”, a través de la selección del Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM); las personas aspirantes deberán contar con título y cédula profesional de la Licenciatura de Médico(a) Cirujano(a) o su equivalente y con estudios previos en Cirugía General, Urología o Cirugía Pediátrica, informó la UNAM.
Las instituciones hospitalarias en donde se empezará a impartir esta especialidad son:
- La Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades “Dr. Antonio Fraga Mouret”, del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS);
- Hospital Infantil de México “Federico Gómez”;
- Hospital General de México “Eduardo Liceaga”; y
- El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, de la Secretaría de Salud.
¿Cuáles son los retos que enfrentan los trasplantes de riñones en México?
El Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) reportó 16 mil 321 pacientes en lista de espera de trasplante renal. Actualmente se realizan a nivel nacional aproximadamente tres mil trasplantes renales por año. Por ello, en México, el tiempo de espera en una lista para recibir un riñón ronda entre los 4 y 5 años.
La UNAM indicó que en 2023 existían 424 centros en la materia autorizados, con personal médico con entrenamiento formal en trasplantes en el país o en el extranjero, pero en un número considerable de estos lugares las cirugías las realizan mediante grupos de cirujanos itinerantes que laboran en distintas dependencias de manera simultánea, en detrimento de la atención óptima a los pacientes.
Otro grave problema es la absoluta necesidad de contar con mayor número de especialistas entrenados en la procuración de órganos procedentes de personas donantes fallecidas, de acuerdo con la UNAM. La tasa de este tipo de donación en México es apenas de tres personas por millón, siendo de las más bajas a nivel internacional.
La donación de órganos solo puede ser en vida en el caso de ciertos órganos y tejidos como: riñón, médula espinal, sangre, entre otros. Pero, también puede ser cuando la persona ha fallecido por muerte cerebral. Esto se conoce como donación cadavérica.
En México, la donación cadavérica enfrenta ciertos obstáculos en lo legal y social, puesto que si bien la Ley General de Salud, establece en el artículo 324 que todos somos donadores salvo expresión de lo contrario, se requiere la autorización de algún familiar para ello, aun cuando la persona con muerte cerebral tenga su tarjeta de donador.
En el caso de la donación de riñón, el 80% proviene de personas vivas y solo un 20% de donaciones cadavéricas. El desconocimiento del tema, las creencias religiosas y tabúes, la desconfianza o el miedo son factores que provocan que exista una baja cultura de la donación.