Ajedrez
Ajedrez: Cuando el ajedrez es aburrido
La naturaleza del ajedrez tiene entre sus resultados el empate. Hay además, de empates a empates y no todos son aburridos o sin lucha. PorCIUDAD DE MÉXICO (apro).-Leontxo García es uno de los promotores de ajedrez más importantes que conozco. Su vida la ha dedicado al periodismo deportivo, particularmente en el juego ciencia y el hombre es reconocido por ello. Leontxo es un muy buen amigo, siempre respetuoso y siempre cordial. Sabe de ajedrez y eso le da un plus en sus narraciones de las partidas que analiza, ya sean en vivo o en su canal de YouTube.
Sin embargo, hace unos años criticó –en uno de sus artículos– la falta de lucha entre los participantes de la Copa Mundial, debido al exceso de tablas (empates) en las partidas. Y es que los empates en ajedrez nunca han sido bien vistos y se supone que lo que busca la afición son esas batallas sangrientas donde se dan “hasta con la cubeta”. Y entonces, cuando ocurre un empate soso, sin lucha, los ajedrecistas son criticados por su falta de esfuerzo en el tablero. Se esgrime además que si se quiere hacer el ajedrez comercialmente más atractivo, se requieren esquemas que impidan los empates o que al menos, los minimicen, porque como están las cosas, estos empates en el ajedrez de elite “duermen a un camello” y el ajedrez entero deja de ser atractivo para todos.
Rechazo absolutamente esta idea. La naturaleza del ajedrez tiene entre sus resultados el empate. Hay además, de empates a empates y no todos son aburridos o sin lucha. Por ejemplo, consideremos la primera partida entre Ding y Radjábov de dicha Copa Mundial 2019. Un empate en donde los jugadores siguieron una partida que ya habían jugado, en el gambito Marshall, que además, tiene fama de ser muy agudo pero que con la teoría moderna conocida y las herramientas defensivas que poseen los jugadores hoy día, suele llevar a empates anodinos.
Parece que Leontxo se olvida de la enorme preparación de estos ajedrecistas de elite que además, tienen que exhibir en la partida en vivo. Una transposición, un error de memoria y puede uno de los jugadores quedar perdido. Parece además olvidarse Leontxo que en este ajedrez de elite los ajedrecistas están muy bien preparados y que finalmente, el empate, es el resultado más factible. Hay muchísimas posiciones que no tiene sentido seguir jugándolas porque la nulidad es clara.
El triunfo de un jugador sobre otro en el mejor ajedrez que podemos ver hoy día se debe a un análisis y evaluación más sutil de la posición, o a haber caído en una preparación casera (como Vachier–Lagrave contra Radjábov, en esta misma Copa Mundial). Los mejores jugadores del mundo tienen además momentos buenos y malos. De pronto un gran un jugador juega un mal torneo, “no está en forma”, y por ello pierde. Pero de nuevo, cuando se enfrentan estos gladiadores de la elite lo que ocurre es que haya mucha igualdad.
Yo entiendo que en esta Copa Mundial los desempates suelen ser muy movidos, terriblemente emocionantes y excitantes incluso para los jugadores, ´pues se juegan una serie de partidas a ritmos muy rápidos. Y es aquí donde se ven feos errores y curiosidades que en general no se observan en el ajedrez clásico (como el 1.a3 de Duda contra Xiong en los desempates). Y sí, Miles le jugó 1. ... a3 a Karpov y le ganó (Campeonato Europeo 1980), pero ésa es la excepción a la regla.
Leontxo indica la idea del GM Illescas, que es la de seguir lo que se hace en el juego japonés de Shogi: “Cada empate es seguido inmediatamente por otra partida con los colores cambiados y el tiempo restante en ambos relojes cuando se firmaron las tablas; y si persisten los empates, así sucesivamente, pero con el importante matiz de que quien condujo las blancas en la partida inicial tendría las negras en todas las demás, de tal modo que ello le incentivaría a luchar por la victoria en el asalto inaugural”.
Y tampoco estoy de acuerdo con Illescas porque ¿de qué se trata el ajedrez? ¿De jugarlo bien o de dar espectáculo a la afición? Aprendamos que el juego ciencia es una maravilla tal y como está y los empates es parte del mismo. Además, hay empates que pueden ser muy ingeniosos y luchados y los que no son así, pues es parte del juego. Si vamos a poner el espectáculo sobre el buen ajedrez, entonces sugiero que vistamos a los ajedrecistas con ropas de colores chillantes y que quizás, aprendan algo de magia para divertir a la afición mientras el rival analiza la posición en su turno.
Y sí, es exagerada mi argumentación pero es que quiero que quede claro algo: así como en el ajedrez hay empates, los hay en muchísimos otros deportes. Y hemos visto miles de partidos de futbol de lo más aburridos u otros, como la final entre España y Holanda, del Campeonato Mundial de Futbol, que fue un aburridísimo partido, muy ríspido, con un juego duro por ambos equipos y con poco lucimiento para la afición. Y nadie pide que en cada partido de futbol haya penales para que exista un ganador. Y tampoco nadie pide que los jugadores en la cancha hagan figurines para que los espectadores estén felices. ¿Por qué en el ajedrez sí se puede pedir eso?
Y termino con la reflexión del GM español Paco Vallejo: “Alucino un poco leyendo según qué cosas. Yo pensaba que el ajedrez, precisamente lo bonito del ajedrez, es que daba igual quién estuviese detrás de las piezas. Daba igual que fuese un niño de 8 años, o una abuela de 80. Daba igual dónde hubieses nacido, daba igual tu religión, lo único que era importante era aprender, luchar e intentar hacer las mejores jugadas posibles. Pero ahora resulta que el ajedrez bien jugado es “aburrido”, cuando juega Magnus [Carlsen] es aburrido (me da vergüenza leerlo) porque no se deja piezas, porque juega correcto y profundo. Sigamos separando torneos, y cargándonos el mayor valor que tiene el ajedrez, que promueve educación y valores. Y hablando específicamente de ajedrez femenino, terreno pantanoso y políticamente complicado. Las chicas tienen sus propios torneos, además de poder jugar los torneos de chicos. Tienen premios razonables, sin ir más lejos, una chica con 2500+ (Elo, la puntuación que mide la fuerza ajedrecística), gana más dinero que un chico con 2700 y encima ahora juegan más “entretenido”. Pues lo siento, pero discrepo, y basta ver cómo ha jugado Hou Yifan, la mejor de las mujeres con diferencia, ha hecho 8 tablas de 9 partidas, con un juego ultrasólido [en un torneo en el 2018]. A ver si nos estamos confundiendo y lo que es “entretenido” es lo que ocurre cuanto menos nivel tienen las partidas. Pues nada, ahora en lugar de mirar un Barcelona – Real Madrid, habrá que mirar el partido del patio del colegio donde quedan 18 goles a 20. Eso sí es espectáculo”.