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Semáforos de cuatro luces: ¿qué cambia y cuándo podrían llegar?

Organismos de ingeniería y universidades analizan ajustes a los semáforos para futuros entornos automatizados.
viernes, 14 de noviembre de 2025 · 12:08

CIUDAD DE MÉXICO (apro).— La posibilidad de incorporar una cuarta luz en los semáforos forma parte de una línea de investigación internacional que estudia cómo evolucionará la movilidad ante el aumento de vehículos autónomos. No existe un proyecto de implementación pública ni una fecha prevista para su adopción. Las propuestas actuales pertenecen al ámbito académico y buscan preparar escenarios futuros donde circulen vehículos automatizados y conductores humanos de manera simultánea.

Investigadores de la North Carolina State University desarrollaron un modelo que propone añadir una fase denominada “fase blanca” al semáforo convencional. La universidad informó en 2023 que esta fase funcionaría únicamente cuando la cantidad de vehículos autónomos presentes en una intersección sea suficiente para coordinar el flujo. Los conductores humanos seguirían al vehículo situado frente a ellos, mientras que los vehículos autónomos gestionarían la intersección.

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Simulaciones académicas muestran reducciones en los tiempos de espera en distintos escenarios. Con una presencia aproximada del diez por ciento de vehículos autónomos, los retrasos bajaron cerca de tres por ciento. Cuando la proporción aumentó a alrededor de treinta por ciento, las reducciones fueron más amplias. En modelaciones con penetraciones muy altas de vehículos autónomos, los investigadores observaron disminuciones aún mayores en la demora de tránsito.

Puntos clave de la propuesta de los investigadores

Antes de introducir estas pruebas en entornos reales, los especialistas han identificado varios elementos técnicos que deben considerarse:

  • La fase blanca solo operaría cuando exista un porcentaje mínimo de vehículos autónomos en la intersección.
  • Los semáforos mantendrían su funcionamiento tradicional (rojo, amarillo y verde) en ausencia de suficientes unidades autónomas.
  • Los vehículos autónomos actuarían como “controladores móviles”, coordinando la circulación sin reemplazar a los semáforos existentes.
  • Los conductores humanos se guiarían por el vehículo que circule frente a ellos durante la fase blanca.
  • Los beneficios observados provienen de simulaciones y aún deben validarse en pruebas operativas en calles reales.

Beneficios observados en simulaciones

La iniciativa se mantiene en fase de estudio y no cuenta con aprobación regulatoria. No hay confirmación de que ciudades o autoridades viales busquen implementar una cuarta luz como señalización oficial. La American Society of Civil Engineers analizó esta propuesta en 2023 y señaló que podría ser útil en tránsito mixto con vehículos autónomos. La organización explicó que la adopción requeriría cambios normativos, pruebas en entornos controlados y mecanismos de educación para los usuarios de la vía.

El organismo indicó que las autoridades viales tendrían que definir de manera precisa el color definitivo de la fase adicional, su significado y los protocolos operativos. Además, incorporar una nueva luz implicaría actualizar infraestructura, capacitar a operadores y revisar los protocolos de comunicación entre vehículos y sistemas urbanos.

Regulación internacional y desafíos para su implementación

La normativa internacional más utilizada, incluida en la Convención de Viena sobre Señales y Señalización, mantiene verde, amarillo y rojo como estándar universal. Añadir una cuarta luz requeriría acuerdos multilaterales y ajustes técnicos que no están en discusión formal.

Especialistas en transporte automatizado mencionan que la posibilidad de incorporar una fase nueva dependerá del avance de las tecnologías de conducción automática y de su integración al tránsito cotidiano. Hasta hoy, los proyectos de movilidad autónoma operan principalmente en campus controlados, corredores experimentales o zonas de prueba. No existe un anuncio oficial de gobiernos nacionales que confirme la adopción de una cuarta luz en semáforos urbanos.

La propuesta académica continúa en evaluación para revisar su viabilidad técnica bajo condiciones reales. Los investigadores señalan que será necesario analizar la interacción entre vehículos automatizados, peatones y transporte público antes de considerar cualquier aplicación en gran escala. La American Society of Civil Engineers destaca que la seguridad y la consistencia regulatoria serían elementos obligatorios en cualquier transición futura.

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