Ajedrez

Ajedrez: Las recomendaciones de Botvinnik a Taimanov

Pues bien, del 16 de mayo al 1 de junio de 1971, se jugó el encuentro de Candidatos entre Bobby Fischer y Mark Taimanov, al mejor de 10 partidas. El lugar de juego fue la ciudad de Vancouver y Fischer derrotó a Taimanov 6 a 0.
lunes, 1 de abril de 2024 · 09:48

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El ajedrez tiene historias fascinantes. Por ejemplo, la carrera ajedrecística de Bobby Fischer está llena de toda clase de anécdotas, episodios chuscos e incluso eventos relativamente desagradables para muchos. Lo que sin embargo es claro es que Fischer era un genio del ajedrez y a los 27 años se convertiría en Campeón Mundial, derrotando al ruso Boris Spassky en un encuentro que fue denominado en su momento “el match del siglo”. Sin embargo, para poder retar a Spassky, quien era el Campeón del Mundo, después de haber derrotado en 1969 a Tigrán Petrosian, Fischer tenía que pasar por cuartos de final, semifinales y final del torneo de candidatos. En ese entonces, por queja expresa de Fischer de que los rusos jugaban en equipo, se cambió el sistema. De un torneo de todos contra todos ahora se jugarían matches individuales. Así, Fischer enfrentaría al legendario Mark Taimanov, que además de ser gran maestro de ajedrez y uno de los mejores del mundo, era pianista profesional e incluso hay grabaciones de él en Deutsche Grammophon Records. De hecho el propio Taimanov declaró una vez que para él la vida había sido una eterna vacación, pues tocaba el piano o jugaba al ajedrez.

Pues bien, del 16 de mayo al 1 de junio de 1971, se jugó el encuentro de Candidatos entre Bobby Fischer y Mark Taimanov, al mejor de 10 partidas. El lugar de juego fue la ciudad de Vancouver y Fischer derrotó a Taimanov 6 a 0. Es un resultado increíble a nivel gran maestro pero algo era claro: ya Fischer no tenía competencia posible. El ruso escribiría algunos años después el libro titulado “Yo fui una víctima de Bobby Fischer”, en donde narra el match que sostuvo con el estadounidense. Aquí se cuentan muchos detalles que por mucho tiempo se mantuvieron en secreto. Por ejemplo, Mijaíl Botvinnik, excampeón mundial y el patriarca del ajedrez soviético, comentaría después de la derrota de Taimanov ante Fischer lo siguiente: “He dado a Mark una serie de consejos pero desafortunadamente no ha seguido ninguno”.

Desde que leí este comentario (si mal no recuerdo en el libro Bobby Fischer, su vida y sus partidas, de Pablo Morán, editorial Escaques), me quedé con la duda sobre qué consejos pudo darle Botvinnik a Taimanov. Hoy, que me hice del libro de la víctima de Fischer, puedo ver los consejos de Botvinnik. He aquí un resumen de los mismos:

Dice Taimanov que Botvinnik era estupendo preparando a sus rivales y ante la posibilidad de jugar un match con Fischer, el patriarca había estudiado a su potencial rival. Estos son los hallazgos de Botvinnik:

En la apertura

-En cada evento Fischer prepara alguna nueva variante (frecuentemente solo una). Tiene variantes en la Defensa Siciliana, en la cual ha trabajado con esmero y eso le da mucha confianza.

-En la Siciliana con blancas, frecuentemente pone las piezas en casillas de acorde a esta configuración: Cc3, Cb3, Ae3 y Df3.

-En varios esquemas de apertura le gusta la configuración (con negras) Ag7, d7-d6 y Ce5.

-Cuando le sorprende su rival en la apertura (especialmente en posiciones teóricas), casi siempre reacciona con muy poco éxito.

En el medio juego

-Contra oponentes que considera débiles, le gusta lanzar el ataque con los peones del flanco rey.

-Le gustan las posiciones claras y siempre está listo para la simplificación cuando tiene ventaja posicional.

-Reacciona con cierta incertidumbre cuando hay cambios abruptos en la posición (yendo del ataque a la defensa).

-En las posiciones que pierde, las derrotas “técnicas” casi nunca le ocurren.

-El “protege su cadena de peones”

-Le gusta sacrificar la calidad por un peón central.

-Le gusta transferir la torre a la 3a fila (Tf1-e1-e3).

-Le gustan las jugadas “largas” de la dama.

-Contra los caballos en b3 y b6, le gusta avanzar al peón de a.

En el final

-Prefiere los caballos a los alfiles.

-Le gustan los viajes “largos” del rey.

-Le gusta jugar finales de alfiles de diferente color si es que hay torres por cada bando.

Observaciones generales

-De joven sacrificaba peones por la actividad de las piezas. Con los años se ha vuelto más avaricioso del material.

-Le gusta capturar peones.

-Tiene un muy buen sentido de los lados positivo y negativo de la coordinación de las piezas.

-No le gustan las piezas fuertes del enemigo y busca cambiarlas de inmediato.

-Por su parte, no se equivoca en la táctica y ve muy lejos en las posiciones.

Algunas consideraciones adicionales

-Contra Fischer, el material no debe ser sacrificado a partir de “consideraciones generales”. Si hay una refutación concreta, él la encontrará.

-No se le debe permitir tener actividad sin contrajuego para el oponente.

Hay que decir que el encuentro de Taimanov contra Fischer lo considera el ruso como una oportunidad única de enfrentar a un formidable oponente. Y habría que aclarar que como bien indicaría Bobby después del encuentro, que el resultado no indicaba la gran lucha que había acontecido en el tablero. De hecho, la 3a partida fue la que acabó desmoralizando a Taimanov, pues llegó a una posición ganadora. Es más, en el momento crítico el ruso pensó 72 minutos pero no pudo hallar la continuación ganadora. Esto fue lo que escribió al respecto: “Recuerdo este momento (jugada 20 del blanco), todo mi entendimiento del ajedrez, toda mi experiencia e intuición en el tablero me llevaban a convencerme de que tenía una posición ganada, pero no encontraba la trayectoria a la victoria. Me desilusioné de 20. Dh3! y empecé a buscar otras jugadas... [] Y entonces, debo confesar, un estado de miseria cayó sobre mí. ¿Es que acaso este Fischer es invulnerable o una especie de mago?... [] Y entonces colapsé psicológicamente. Me quedé sin energía e hice la primera jugada que se me ocurrió, la cual perdía de inmediato”...

Pues bien, este libro de Taimanov es un clásico que hay que leerlo. Se consigue en inglés en Amazon.

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