Ajedrez

Ajedrez: Los tramposos regresan

El ayudarse de un módulo ajedrecístico en el teléfono es trampa y de hecho, la mayoría de los torneos tienen controles para que los jugadores no puedan meter a la sala de juego algún dispositivo para ayudarse a consultar los movimientos de una partida.
martes, 15 de octubre de 2024 · 10:41

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-De vez en cuando y desde hace tiempo, aparecen noticias de jugadores de ajedrez que han sido sorprendidos haciendo trampa en sus partidas. Para ello normalmente usan la tecnología de los teléfonos celulares, los cuales pueden albergar aplicaciones de ajedrez que juegan mejor que el 99.99% de los jugadores en el planeta. Por ejemplo, Stockfish es un programa de ajedrez gratuito, que está entre los 5 mejores programas en el mundo y cuyo Elo (valoración de la fuerza ajedrecística), está por encima de incluso el Campeón del Mundo y de manera escandalosa, pues le saca unos 400 puntos al mejor jugador humano.

El ayudarse de un módulo ajedrecístico en el teléfono es trampa y de hecho, la mayoría de los torneos tienen controles para que los jugadores no puedan meter a la sala de juego algún dispositivo para ayudarse a consultar los movimientos de una partida. Sin embargo, los tramposos siempre encuentran maneras de brincarse las trancas y lo que ha pasado en España, en el Campeonato por equipos, es una muestra de ello.

Aparentemente el Gran maestro Kirill Shevchenko, de 22 años, originario de Ucrania, fue expulsado del torneo tras solamente dos rondas disputadas. Shevchenko había hecho tablas con Amin Bassem, el mejor gran maestro de África y había derrotado al cinco veces campeón español Paco Vallejo. Cabe decir que en esta justa juegan un número importante de jugadores de primer nivel y desde luego, no se espera que haya trampas pues finalmente, ningún jugador va a arriesgar su status de gran maestro ayudándose de un módulo de ajedrez.

Sin embargo, hubo algunas sospechas sobre Shevchenko en su partida contra Vallejo, el cual reclamó a los árbitros, pues su rival se levantaba del tablero para ir de forma inusualmente frecuente al baño y además, pasaba mucho tiempo en el mismo en uno de los cubículos cerrados. Una vez advertidos los árbitros, estos empezaron la labor de vigilancia y se confirmó eventualmente la sospecha de Vallejo al encontrar un teléfono celular en los servicios sanitarios. El día anterior una mujer de limpieza había hallado otro aparato, que entregó a la recepción del hotel donde se juega el torneo, el cual tenía una nota que decía: “¡No lo toques! ¡El teléfono se dejó para que el huésped contestara por la noche!”. Los árbitros verificaron la letra de la nota con la de la planilla del jugador ucraniano y llegaron a la conclusión que era su letra. igualmente la tinta coincidía con la de su pluma. Por su parte el gran maestro José Carlos Ibarra también presentó una queja, ya que su jugador Amin Bassem le comentó en privado que su rival en la primera ronda se había ausentado en numerosas ocasiones para ir al baño.

Esto provocó eventualmente una reunión con el cuerpo arbitral y decidieron expulsar a Shevchenko del torneo, dándole las partidas jugadas por perdidas. Sin embargo, el club valencia, para el que juega el ucraniano, presentó una reclamación pues indica que las “pruebas” son circunstanciales y no demuestran que el ajedrecista haya hecho trampa. Cabe además decir que Shevchenko niega haber hecho trampa. Sin embargo, ha abandonado el torneo y regresado el dinero que se le ha pagado por jugar.

Aunque hay dudas aún, parece ser un evidente caso de trampa, pero no hay una certeza del 100% al respecto. De hecho, José Antonio García (delegado de uno de los clubes participantes), que aunque no está seguro de la inocencia de Shevchenko, el aplicar este castigo parece excesivo.

Pero más allá de este episodio, las trampas han rondado los torneos de ajedrez, particularmente en la vía del ajedrez en línea, en donde literalmente no hay controles perfectos y solamente mediciones alternas para decidir si un jugador hace trampa. Vamos, es como si alguien dijera que ocurrió un crimen porque ha visto unas gotas de sangre esparcidas en una pared. Digamos que se necesitarían más pruebas para condenar a alguien acusado de hacer trampa.

En meses pasados el excampeón del mundo, Vladímir Krámnik, ha dicho que las trampas es un flagelo y que son cotidianas en los sitios en línea. De hecho, acusó al gran amestro peruano (que juega por México), de hacer trampa en los torneos de chess.com cada martes. Se organizó entonces un encuentro entre el acusador y el acusado en España, el cual ganó este último de manera indiscutible. Krámnik no se disculpó y alegó un sinfín de problemas técnicos que francamente nadie tomó demasiado en serio.

Antes de ello, el mejor jugador del mundo, Magnus Carlsen, acusó a Hans Niemann de hacer trampa en una partida que jugó contra él. Se desató una verdadera cacería de brujas pero nadie pudo probar que Niemann hacía trampa. Se manejaron ideas absurdas, como el que Niemann tenía un dispositivo incrustado en su ano desde el cual le dictaban las jugadas. No obstante todo esto, hoy Niemann está entre los 30 mejores jugadores del planeta y no parece que nadie haya podido siquiera mostrar alguna evidencia de las trampas de este joven gran maestro.

Así las cosas. Vamos a ver si el tema de Shevchenko continúa o finalmente no pasa nada.

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