CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde el descubrimiento del cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) en la primera quincena de enero del 2023 el público se ha emocionado con el acercamiento de este objeto espacial a la Tierra, el cual tendrá su aproximación más cercana este mes.

El meteoro fue descubierto de forma independiente y simultánea por el Observatorio Purple Mountain (Tsuchinshan) en China y el Observatorio ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides, por sus siglas en inglés) en Sutherland, Sudáfrica.

Este “bola de nieve” tiene casi 2 millas de diámetro (3 mil 218 metros) y su cola de polvo y gases se extiende por decenas de millones de millas, describió a “NPR” Bill Cooke, director de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides de la NASA.

De acuerdo con los astrónomos, el C/2023 A3 aparecerá bajo en el horizonte occidental, aproximadamente 45 minutos después del atardecer cada día a partir de mañana, sábado 12 de octubre, cuando tendrá su mayor acercamiento, y hasta fines de mes.

Se espera que se pueda ver sin equipo especial, pero será más visible con binoculares y se verá cada día más arriba en el cielo, conforme se aleje del sistema solar.

Para ver este objeto, los expertos recomiendan:

• Verificar el clima de antemano.
• Verificar que se está observando desde una latitud que no sea demasiado al sur para ver el cometa al anochecer.
• Buscar un objeto borroso, posiblemente con una cola corta y tenue que apunte en dirección opuesta al Sol.
• Los binoculares pueden ayudar a localizar el cometa, especialmente después del 15 de octubre, pero no se deben de comenzar a usarlos, sino después de que el Sol se haya puesto completamente debajo del horizonte, de lo contrario las personas podrían dañar sus ojos de forma permanente, si ven directamente al sol.
• Si se apunta un telescopio sin filtro o un par de binoculares al Sol, el daño ocular por la quemadura será instantáneo y la pérdida de la visión será permanente.

La presencia del C/2023 A3 en el cielo es una oportunidad única, ya que este es un cometa no periódico, por lo que no se espera que regresen al sistema solar interior durante la duración de una vida humana, ya que estos tardan miles o, incluso, millones de años en completar una órbita. En el caso de este meteoro, la NASA proyecta su regreso en 80 mil años, aproximadamente.

Los astrónomos creen que los cometas no periódicos se originan dentro de la Nube de Oort, una nube esférica de objetos transneptunianos que rodean el Sistema Solar.