CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La empresa emergente Altos Labs, una compañía de Silicon Valley, junto con algunos científicos reconocidos en el campo del envejecimiento, está trabajando en la regeneración celular y en métodos para rejuvenecer animales e incluso en seres humanos.

El objetivo final es descubrir la fuente de la juventud, pero el rejuvenecimiento es algo difícil de resolver, aunque no tanto el hecho de que los padres con células viejas puedan procrear jóvenes bebés. Esto significa que la reprogramación celular ya dominó a la naturaleza, indicó xataca.com.

Los multimillonarios involucrados son Jeff Bezos, de Amazon; el inversionista de tecnología, Yuri Milner, que hizo su fortuna en Facebook y Mail.ru, junto con su esposa.

La revista MIT Technology Review confirmó que al proyecto se unirá el profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, Steve Horvath, quien desarrolló un biomarcador molecular del envejecimiento, ahora conocido como el “reloj de Horvath”.

También se sumará Shinya Yamanaka, de la Universidad de Kyoto, quien se convertirá en asesor no remunerado de Altos Labs.

Yamanaka, igual que Horvath, compartió el Premio Nobel 2012 por identificar cuatro proteínas conocidas como “factores de Yamanaka” que agregadas a las células pueden retroceder y adquirir la codiciada maleabilidad de las células inmaduras.

Este hallazgo fue aprovechado por Manuel Serrano, del Instituto en Biomedicina de Barcelona, España, que aplicó la técnica no a células individuales sino a ratones completos, con resultados mixtos.

Serrano se sumó a Altos Labs para “reprogramar” las células a un estado más joven porque la empresa emergente le ofreció un empleo en el que ganará entre cinco y diez veces más de su sueldo actual.

Altos Labs se creó a principios de 2021 y ya tiene oficinas en Silicon Valley, San Diego, Reino Unido y Japón y recuerda a la empresa emergente Calico Labs, creada por Larry Page en 2013, dedicada al estudio de la longevidad.

Esta empresa emergente ha obtenido más de 270 millones de dólares de inversión. Su filosofía es hacer investigación guiada por la curiosidad y, al principio, no tiene el objetivo de buscar productos ni una recompensa económica inmediata, sino lograr hacer grandes descubrimientos científicos.

“De lograr un tratamiento efectivo, éste podría valer miles de millones de dólares, pero en Altos Labs quieren ‘entender el rejuvenecimiento’”, aseguró Serrano. “Diría que la idea de tener beneficios en el futuro está ahí, pero no es el objetivo inmediato”.

El profesor en la Universidad de Lausana en Suiza, Alejandro Ocampo, cree que el concepto “es sólido, pero hay demasiadas expectativas”, pues uno de los problemas es que la reprogramación no solo hace que las células actúen como si fueran más jóvenes, sino que también cambia su identidad.

“Por ejemplo, cambia una célula de la piel en una célula madre, algo que hace esta tecnología peligrosa para su aplicación en seres humanos. Creo que esta disciplina está moviéndose demasiado rápido. No sé si deberíamos tener entre 5 y 8 empresas de reprogramación, parece que todo va demasiado de prisa. ¿Cuántos estudios ha habido sobre reprogramación? El mismo número de empresas emergentes que están trabajando en este tema”, consideró Ocampo.